Hazte premium Hazte premium

Muere a los 70 años Johnny Winter, el «albino eléctrico»

Cantante, guitarrista y productor, el artista norteamericano era conocido y respetado por combinar el «rock-blues» británico con el de Estados Unidos

Muere a los 70 años Johnny Winter, el «albino eléctrico» reueters

ignacio serrano

Ante pocos, muy pocos guitarristas se quitaba el sombrero Jimi Hendrix. Johnny Winter, fallecido ayer en Zurich a los 70 años, era uno de ellos. Figura imprescindible del blues eléctrico desde finales de los sesenta, deja un legado casi inabarcable de composiciones propias, versiones, conciertos legendarios, discos totémicos, colaboraciones y producciones para otros artistas del calibre de Muddy Waters o John Lee Hooker.

Nacido en Leland (Mississippi) en 1944 con el nombre de John Dawson Winter III, el conocido como “Albino de Oro” o “Albino Eléctrico” creció en la localidad tejana de Beaumont, donde enseguida descubrió su irrefrenable pasión por la música junto a su hermano Edgar (nacido con la misma ausencia de pigmentación), con quien participó en un concurso de talentos con diez años interpretando versiones de los Everly Brothers.

Debutó profesionalmente con Johnny & The Jammers (donde también militaba Edgar), publicando su primer single en 1959. “Cuando tenía 15 años grabé mi primer disco, di mi primer concierto, me fumé mi primer cigarrillo, me emborraché por primera vez y me acosté con mi primera novia. Fue un gran año”, solía recordar Winter.

El ya experimentado guitarrista amplió su bagaje musical y su naciente historial de excesos durante casi una década con otras bandas como The Traits, y en 1968 lanzó su carrera en solitario con “The Progressive Blues Experiment”, editado por Sonobeat Records. Las buenas críticas fueron inmediatas, y tras un soberbio recital como telonero de Mike Bloomfield la CBS lo contrató para lanzar su debut “oficial”, un disco epónimo que lo propulsó a la estratosfera de la ya consolidada escena de “hippie-blues”, que elevó a la categoría de mito su concierto en el Festival de Woodstock el año siguiente. La leyenda ya estaba forjada, pero quedaban más de cuarenta años de trayectoria por delante en los que, por desgracia, la heroína jugó un siniestro papel.

El fin de la era hippie y la llegada de los setenta no le sentaron bien a Winter, que cayó en la adicción y en una profunda depresión con tendencias suicidas, abandonando la música para recluirse en Beaumont, donde permaneció hasta marzo de 1972. Fue su hermano Edgar quien lo rescató, animándole a participar en su disco en directo “Roadwork”, un pequeño test para comprobar si estaba listo para volver a la acción. Y así fue como en 1974 regresó a la carretera en una gira en la que entre muchas otras canciones, interpretaba “Rock and Roll People”, escrita para él por John Lennon.

Desde entonces Winter no ha dejado de publicar discos (el último, “Roots”, en 2011) y dar conciertos por todo el mundo (giró por España el pasado mayo), y aunque padeció una inmisericorde decadencia física por la losa del abuso de drogas, en sus actuaciones siempre resplandecía el brillo de la era dorada del blues eléctrico. El 2 de septiembre se publicará el que iba a ser su nuevo trabajo, el ahora póstumo “Step Back”.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación