Diez datos curiosos sobre la Lotería Nacional
Actualizado:Alfonso X el Sabio: todo o nada
Alfonso X el Sabio, creador del Ordenamiento de las Tafurerías - ABC Las apuestas se popularizaron, difundieron y organizaron en España gracias a Alfonso X el Sabio, quien pergeñó su Ordenamiento de las Tafurerías. Las tafuererías eran las casas de juego y rifas medievales.
La prohibición de Felipe II
Felipe II prohibió gran número de apuestas - ABC Las apuestas se popularizaron enormemente y nacieron y se desarrollaron muchísimos juegos como el faraón, la cuarteta, la blanca fallida, el sacanete, el 30 y una envidada, los dados, las tablas, los azares y las chuecas... Hasta tal punto llegó la pasión y la locura de los españoles por el juego y las apuestas que Felipe II tuvo que prohibirlas.
Nace la Lotería
Carlos III, creador de la Lotería - abc El decreto para la creación de la Lotería lo firmó Carlos III el 30 de septiembre de 1763. Su principio decía así: «A imitación de la Corte de Roma, y de otros países, y con informes de diferentes Ministros de mis Consejos, he tenido por oportuno y conveniente establecer en Madrid una Lotería... La extracción de las suertes se hará en la Sala de Gobierno del Consejo de Hacienda, después de las horas ordinarias de su despacho en la mayor publicidad; de forma que no quede duda de la fidelidad con que se ejecuta el sorteo, asistiendo a este acto el Gobernador del mismo Consejo; cuatro Ministros de Capa y Espada; tres Togados y uno de los Fiscales de Hacienda… A treinta de septiembre de 1763».
El primer sorteo
Los niños de San Ildefonso, imprescindibles en la Lotería - ABC El primer sorteo de lotería tuvo lugar el 10 de diciembre de 1763, en la Plaza de San Ildefonso, en la Real Sala del Consejo de Hacienda, donde está el colegio del mismo nombre que tanto ha tenido que ver con esta historia de números, bolas y bombos. Aquel día se apostó sobre noventa números y se imprimieron pagarés con las apuestas realizadas, que podían ser extractos, ambos o ternos, según se apostara a uno, dos o tres números y las combinaciones entre ellos. En aquellos primeros tiempos, el sorteo ya era público y se celebraba con bolas de marfil en las que se introducía una cédula de papel con un número y el nombre de una doncella.
Un niño de siete años
Las bolas de la suerte - abc Según cuentan las crónicas en aquellos primeros sorteos un toquecito de campanilla anunciaba la extracción, que era realizada por un niño de siete años con una venda en los ojos (símbolo de la inocencia y las buenas intenciones) del citado colegio de San Ildefonso, vestido con una túnica de damasco blanco galoneado de oro que le cubría de los hombros a los pies, y un tocado de peluca blanca y rizada, a la manera de los niños napolitanos.
Un montón de reales
El bombo de los sueños - ABC En el primer sorteo los números premiados fueron el 18, el 34, el 51, el 80 y el 81, y se concedieron un total de 29.475 reales en premios. La recaudación total fue de 187.516 reales y 11 maravedíes. La Hacienda Real se llevó 133.605 reales y 11 maravedíes después de excluir lo pagado por premios y 53.911 reales en comisiones de los puesteros y otros conceptos.
La Lotería y los sabios
Benavente tenía opiniones divertidas sobre la Lotería - ABC Grandes nombres y hombres no han sido ajenos a la lotería. Por ejemplo, Voltaire: «Este mundo no es sino una lotería. Una lotería de bienes, clases, dignidades y derechos conseguidos mediante intrigas y repartidos al azar». El genial Wenceslao Fernández Flórez solía decir que la lotería era un invento del Gobierno para sacarnos los cuartos. Y además refería que quienes salían en los medios de comunicación descorchando botellas de cava eran actores pagados (muy bien pagados) por ese mismo Gobierno. El premio Nobel don Jacinto Benavente también habló de la Lotería con mucho humor «Es admirable la institución esta de la Lotería. ¿No es acaso la única felicidad posible que debemos a nuestros gobiernos?».
Nace la Lotería Nacional
La Lotería empezó a llamarse Nacional en 1812 - ABC El 22 de noviembre de 1811 se promulgó un decreto en el que ya se hablaba de la creación de la que hoy llamamos Lotería Nacional. El 4 de marzo de 1812, apenas dos semanas antes de nacer la Constitución, las cédulas de papel (que un año después se convertirían en bolas) custodiaban la suerte en ese primer sorteo en el que los importes se fraccionaron en cuartos. Cada cuarto de billete costaba diez reales, y los mismos podían comprarse enteros, medios o por cuartos. La hasta el momento Lotería Real pasaba a llamarse Lotería Nacional. Sus fines, según el citado decreto: «Ser un medio de aumentar los ingresos del erario público sin quebranto de los contribuyentes».
La Lotería de Navidad
El primer sorteo navideño fue en 1818 - abc En 1818 se organizó un sorteo coincidiendo con la Navidad, aunque no empezó a celebrarse con regularidad hasta 1839, y todavía faltaban muchos años (hasta 1897) para que el sorteo recibiera oficialmente aquel nombre.
La suerte del enano
El enano afortunado - abc A mediados del siglo XIX, la Lotería se había instalado en la vida de los españoles. No faltaban entonces quienes se hacían pasar por augures, profetas o zahoríes de la buena suerte; abundaban las supersticiones y los adivinos de todo tipo. Y no faltaban incluso, un buen número de folletos y libros sobre pronósticos, como «Las cábalas del gran Piscator», «El sabio salmantino» y, sobre todo, «El enano afortunado» (la suerte del enano, ya saben) y revistas como «La Revolución Lotérica».