El psicoanálisis revisitado por los artistas y escritores actuales
Leopoldo María Panero - abc
filosofía

El psicoanálisis revisitado por los artistas y escritores actuales

Siete escritores y artistas se psicoanalizan y reflexionan sobre las ideas del autor de «La interpretación de los sueños». La herencia de Freud, a debate

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Siete escritores y artistas se psicoanalizan y reflexionan sobre las ideas del autor de «La interpretación de los sueños». La herencia de Freud, a debate

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  1. Vigencia del psicoanálisis (II). Leopoldo María Panero (escritor)

    Leopoldo María Panero
    Leopoldo María Panero - abc

    El descubrimiento del inconsciente es como el sello de la carta robada de Poe, que está oculto en el lugar más evidente; el descubrimiento del hombre miserable, sin otra palabra que la magia, o mejor, la brujería de la vida cotidiana: en donde verdean los frutos de la paranoia, que es la única que nos permite preguntarnos quién o qué sea el otro. Es así que la literatura de Kafka tiene por problemas, desde El proceso a El castillo, el problema del otro, como ya dijera el católico Mounier. Ahora bien, este otro es un otro misterio o distante, que nada tiene que ver con el otro del cristianismo, sino con la persecución del camarero, como con la mirada enervante del portero. Es el otro de la otra escena freudiana, es el otro que no está ahí, aun cuando con sus ojos puede decirnos lo contrario, ese otro oculto del que habla la paranoia; y todo ocurre como en la películaLuz de gas de Charles Boyer, hay un comportamiento inefable del que está prohibido hablar o decir, como en una especie de ley del silencio, cosa que no se aprende en las películas sino en la escena misma, mucho más de Panorama desde el puente y más feroz que el puerto mismo. Es así que la escena burguesa está basada en un escamoteo fenomenológico que sólo desaparece en la horda primitiva, forjada por ese oscuro Baut de Foras («Vete afuera») que es insulto, sinónimo a veces también de revolución. Son todos estos datos los que nos permiten comprender que no es que se trate en el Psicoanálisis de lo siniestro, sino que el Psicoanálisis es por esencia siniestro, como prueban los suicidios de Silberer y de Tausk, que se suicidaron después de una conversación con Freud. Porque lo único que no es siniestro son los efectos de sueño de la comedia o del canibalismo psíquico o comedor.

    De «Prosas encontradas» (Visor, 2014)

  2. «Nacer» al padre. Bernardí Roig (artista)

    Bernardí Roig
    Bernardí Roig - josé ramón ladra

    El psicoanálisis nos revela un caudal de imágenes intempestivas que estaban almacenadas en la espalda de nuestros recuerdos. Esas imágenes vienen en oleajes imprevistos que trae la espuma del inconsciente. No tengo ninguna duda de que la figura del padre y su reflejo son nuestra experiencia traumática. Esa es la imagen del Gran Castrador: te muestra el mundo al mismo tiempo que te encierra en él y te pone el límite de tus deseos. Estamos atrapados, desde el inicio, entre la figura del padre y el espejo, entre su imponente cabeza y nuestros genitales.

    «Mis esculturas, aun siendo personas distintas, siempre son mi padre»Hice mi primera escultura en 2003 a partir de un molde sacado del cuerpo de mi padre. El resultado fue una figura voluminosa, corpórea, sin pelo, con los ojos cerrados, que se tapa con violencia los oídos para no escuchar y que no se puede abrochar el último botón del pantalón. Esa fue la primera, pero a partir de ahí, todas las demás, aun siendo personas distintas, siempre son mi padre. Sostiene Piglia que el psicoanálisis es una épica de la subjetividad que nos convoca como sujetos trágicos. Por eso hacemos imágenes. Porque son el conjuro capaz de provocar el estallido que nos librará de la neurosis. O no.

  3. La cultura de la terapia. Jorge Carrión (escritor)

    Jorge Carrión
    Jorge Carrión

    «Tenía vagas nociones acerca de la obra de Freud, aunque por mediación de fuentes secundarias o prejuiciosas», leemos en Regeneración (Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores, 2014), de Pat Barker. Esas distorsiones del corpus freudiano recorren la cultura contemporánea. De todas las obras que las han interpretado la que más me interesa es la de Eva Illouz. En La salvación del alma moderna. Terapia, emociones y la cultura de la autoayuda (Katz, 2010), la socióloga examina el modo en que Estados Unidos convirtió una lectura sesgada de la obra del vienés en la base conceptual de toda su cultura. En libros igualmente fundamentales como Oprah Winfrey and the glamour of misery: An essay on popular culture o Erotismo de autoayuda. Cincuenta sombras de Grey y el nuevo orden romántico (Katz, 2014), Illouz demuestra que la terapia colectiva –sanadora aunque en Freud no lo sea– es el paradigma en que se asienta la televisión de sobremesa, la medicación infantil, las demandas por estrés postraumático o abuso sexual o la industria del New Age. No hay más que ver las series para darle la razón: de Alcohólicos Anónimos a Adictos al Sexo Anónimos, pasando por clínicas de desintoxicación o consultas de psicólogos, si no hay terapia no hay serie en nuestro siglo XXI.

  4. En la fase oral. Juan Zamora (artista)

    Juan Zamora
    Juan Zamora - óscar del pozo

    Recuerdo que mis primeros trabajos eran una serie de dibujos primarios de personajes andróginos que parecían cuestionarse su propia existencia sobre el papel, psicoanalizarse a través del medio. Estos dibujos se movían en un loop infinito de idiotez, entre lo absurdo y lo cotidiano, y entre lo sutil y lo grotesco.

    El proceso de realización partía de una base de representación antropomórfica para llegar al «monstruo», este como referencia al mundo psíquico interior, a lo reprimido, a los mitos arraigados, al mundo de la imaginación y a lo siniestro freudiano; aquello familiar que se torna extraño mediante su repetición.

    «Mis dibujos se movían en un «loop» infinito de idiotez»Entonces dibujaba en distintos estados de vigilia buscando proyectar imágenes que ni yo mismo pudiese entender, donde el trazo primario funcionase como conductor libre de mi psique, acompañándolos de sonidos guturales producidos con mi boca. Con el tiempo, esos dibujos tan personales han dejado paso a proyectos específicos centrados en el estudio de las relaciones primarias del ser humano con la –su– naturaleza.

    Precisamente ahora trabajo en un proyecto que comencé con La cuna de la humanidad (Johannesburgo) y que se centra en el origen del lenguaje oral. Lo presentaré en la galería Slowtrack de Madrid.

  5. La realidad como síntoma. Pablo D'Ors (escritor)

    Pablo D'Ors
    Pablo D'Ors - abc

    En el seminario en que estudié había una asignatura titulada «Psicoanálisis» y otra «Marxismo». Descubrí entonces que ni los curas saben lo que es la sexualidad, ni los postmarxistas y postfreudianos lo que es la religión. Descubrí que ambos grupos se criticaban recíprocamente, pero también que ambos sólo criticaban fantasmas. Ni Dios es lo que dicen unos, ni el sexo lo que dicen los otros. Ambos reducen estas realidades a síntomas, olvidando que no son síntomas de una enfermedad sino símbolos ambivalentes. Tanto marxistas como freudianos olvidan que casi todos los seres humanos rezan alguna vez en la vida. Los clérigos, por su parte, olvidan (o dicen que olvidan) que la mayor parte de la humanidad ama sexualmente. Es así como se produce el cortocircuito. No me interesa ninguno de los dos discursos. El psicoanálisis, además, se popularizó hasta tal punto que prácticamente cualquiera es hoy capaz de desenmascarar las motivaciones profundas y escondidas del otro: estamos corruptos de psicoanálisis, ese es mi balance.

    La fe cristiana me ayuda a no leer el mundo en clave de síntoma, algo que desde Schopenhauer en adelante prácticamente hacen todos: ecologistas, pacifistas, también la iglesia, por supuesto. Por mi parte, prefiero la Gestalt, es decir, captar al otro como configuración de carne y de aura, de movimiento y de actitud interior, pero todo ello en el mismo y único momento. Contemplar asombrado la maravilla de un ser humano: ese misterio, ese milagro.

  6. Tabúes en familia. Enrique Marty (artista)

    Enrique Marty
    Enrique Marty

    La primera vez que oí hablar de Freud fue siendo muy niño. En la televisión estaban entrevistando a Dalí. Este contaba cómo había sido su encuentro con Freud, por el que sentía veneración, en su casa en Londres. Dalí trataba de llamar su atención, y Freud lo ignoraba completamente. Posteriormente, el austriaco dijo que Dalí le parecía el ejemplo típico de español, un verdadero fanático.

    «No comparto muchas de sus teorías, pero es el gran pionero»Tiempo después, siendo ya adolescente, leí varios de sus libros, me impresionaron muy fuertemente, sobre todo uno. Tótem y tabú. Un libro que, para mí, está anticuado en muchos aspectos, pero que plantea términos fascinantes que yo he utilizado en mi obra, y que me ha servido a veces como punto de partida para ciertas obras relacionadas con la familia. También me impresionaron sus escritos sobre la sexualidad infantil. Imagino cómo debió de caer aquello en la sociedad de la época. No comparto muchas de sus teorías, así como la validez de la hipnosis. También su visión de la histeria en general es más que dudosa. Pero hay que tener en cuenta que es el gran pionero, el que sentó las bases. Sin duda, una de las grandes figuras de la Historia.

    (Por cierto, en la eterna rivalidad Freud versus Jung, me siento mas cerca de Jung.)

  7. Reír también es freudiano. Mauricio Wiesenthal (escritor)

    Mauricio Wiesenthal
    Mauricio Wiesenthal - abc

    Los pacientes que creían ser de vidrio se acabaron cuando se descubrió el vidrio irrompible… La desaparición del diván modernista asestó un duro golpe a las técnicas de Freud. Hay cosas barrocas y entretenidas que uno no puede pensar en una silla de plástico con la crueldad del minimalismo...

    Antes, los escritores escribíamos poemas románticos en rima consonante y largas novelas. Ahora hay unos genios que escriben micronovelas y micropoemas, donde uno no encuentra nada. Lo mejor deben de contárselo al psicoanalista.

    Debe de haber algo enfermo en un hombre que cuando se sienta en un diván piensa en su madre y cuando está con su madre piensa en un diván.

    «¿Se siente usted mal con todo? Deje el todo y pruebe con menos»Freud nos enseñó que las enfermedades que no tienen una causa somática inmediata pueden curarse siempre aplicándose un viejo mito griego en las partes íntimas.

    Como soy un poco paranoico, tengo la ventaja de que nunca me siento completamente solo.

    ¡Ay, el Dr. Freud! Lo más pesado era que nunca se decidía a operar.

    Cuando un hombre acepta que se puede ser feliz sin pensar en el dinero, ni en sus complejos, ni en sus frustraciones y angustias, ya no necesita a Freud. Necesita a otro psiquiatra.

    ¿Se siente usted mal con todo? Deje el todo y pruebe con menos.

    Frecuencia modulada, onda larga, normal... Somos como una radio. Normal es sólo una posición...

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