PHotoESPAÑA 2014: de principio a fin
La actriz Adelaida Fernández Zapatero en una fotografía de autor anónimo - abc
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PHotoESPAÑA 2014: de principio a fin

PHotoEspaña está dedicado por primera vez a la fotografía española. Sus 110 exposiciones la recorren de norte a sur. Nos centramos en dos: la que marca los inicios de la disciplina (Biblioteca Nacional) y la que se ocupa de sus manifestaciones más actuales (Círculo de Bellas Artes)

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PHotoEspaña está dedicado por primera vez a la fotografía española. Sus 110 exposiciones la recorren de norte a sur. Nos centramos en dos: la que marca los inicios de la disciplina (Biblioteca Nacional) y la que se ocupa de sus manifestaciones más actuales (Círculo de Bellas Artes)

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  1. «Fotografía en España. 1850-1870» (Biblioteca Nacional)

    La actriz Adelaida Fernández Zapatero en una fotografía de autor anónimo
    La actriz Adelaida Fernández Zapatero en una fotografía de autor anónimo - abc

    En 1846, tan sólo siete años después de la publicación del manual de Daguerre –«Carta Magna» de lo que iba a ser la fotografía– aparecerá en nuestro país el primer tratado español dedicado a la práctica, técnica y arte de este lenguaje, junto al cine, el más referencial del siglo XX.

    A partir de entonces, la foto experimentará en España una rápida evolución, en paralelo al desarrollo de la sociedad y se constituirá en uno de los mejores testigos visuales de la modernización y el progreso de la nación. Vinculada al avance técnico y editorial de los medios de comunicación gráficos, la foto se convertirá en un creciente, eficaz y ubicuo testimonio visual de los cambios operados en el país.

    Los testigos

    Así, el registro de los paisajes urbanos, de sus monumentos, de las nuevas obras de arquitectura e ingeniería pública, y también, por medio del floreciente género del retrato, el de los hombres y mujeres que los habitaron y construyeron, experimentará un singular auge, reflejado en un número cada vez mayor de imágenes, que irían engrosando la cambiante –y todavía monócroma– iconosfera gráfica característica de mediados del siglo XIX. Junto a ello, también se observará la aparición de nuevas y más perfeccionadas formas de reproducción de obras de arte, lo que posibilitaría una mayor y más «democrática» difusión y recepción, no ya vedada a ciertas, escasas y privilegiadas capas sociales.

    Muchos de estos cambios son los que ahora pueden observarse en Fotografía en España. 1850-1870. El espectador tendrá ocasión de contemplar aquí el interesante y variado fresco visual de muchas de las distintas facetas que componían el imaginario de la España de aquel tiempo. Como si se tratara de un viaje en blanco y negro a la memoria sepia de nuestro pasado, podremos mirar a los ojos de literatos, pintores, políticos y otras figuras de la sociedad de mediados del XIX, o sumergirnos en sus calles, monumentos, puentes, edificios, e incluso conocer las obras artísticas del pasado con una pátina más cercana a su propio tiempo de creación.

    Esta atractiva muestra, incluida dentro de la sección oficial de PhotoEspaña, está compuesta por una notable selección de fondos de la Biblioteca Nacional –institución que conserva el más importante de España de fotografía temprana– y que se articulan en diferentes apartados, como el retrato, las vistas y obras públicas propias de la revolución industrial, los monumentos o el registro de obras de arte.

    La Biblioteca Nacional conserva el más destacado archivo de foto española temprana»

    Imágenes a través de la mirada de la mayoría de los pioneros de la fotografía en España, entre ellos, algunos de los principales nombres aquí asentados como Charles Clifford o Jean Laurent (a quien se deben las fascinantes fotos de las Pinturas Negras de Francisco de Goya, tomadas en la Quinta del Sordo), junto a otros fotógrafos como los de José Albiñana, José Martínez Sánchez, José Mª Sánchez, Alonso Martínez y Hermano y Joaquín Pedrosa, así como una interesante representación de autores anónimos. «Fotografía en España. 1850-1870». Colectiva. Biblioteca Nacional. Madrid. Paseo de Recoletos, 20. Comisaria: Isabel Ortega. Hasta el 14 de septiembre

  2. «Fotografía 2.0» (Círculo de Bellas Artes)

    Proyecto de la colectiva «Fotografía 2.0», comisariada por Joan Fontcuberta
    Proyecto de la colectiva «Fotografía 2.0», comisariada por Joan Fontcuberta - abc

    Una de las propuestas más «frescas» y sugestivas de PHotoEspaña es la que, con el título Fotografía 2.0, recoge un variado conjunto de instalaciones de veinte fotógrafos y activistas de la imagen digital en el Círculo de Bellas Artes. El comisario Joan Fontcuberta, uno de los más destacados fotógrafos y teóricos de la disciplina, aborda la nueva fase de la imagen fotográfica: la que estamos viviendo hoy, marcada por internet, y a diferencia de las fases anteriores –que tuvieron como referencias la cultura pictórica–, el cine y la televisión.

    La muestra se organiza en tres secciones. En la primera se aborda la repetición y sobreabundancia de imágenes, que por un lado conducen a su banalización, pero, por otro, al crecimiento exacerbado del voyeurismo. En la segunda se presentan las formas híbridas de configuración de la identidad, de lo personal a lo social, a través de cruces y transferencias de distintos soportes de la imagen: de los álbumes tradicionales a las imágenes encontradas en internet, o incluso las utilizadas en los escritorios de los ordenadores. Finalmente, en la tercera se recogen distintas derivas del «inconsciente tecnológico», los restos fragmentarios o superposiciones que los soportes y programas digitales introducen en la imagen, conduciéndola a planos no previstos inicialmente.

    ¿Esto es arte?

    La producción, el uso, la apropiación y la transmisión de las imágenes en sus distintos soportes digitales se ha hecho hoy tan masivo que inmediatamente se suscita una cuestión: ¿dónde situar la diferencia entre la fotografía o imagen artística y la caracterizada por un uso personal y comunicativo? Fontcuberta responde indicando que la diferencia se sitúa en lo que él llama «la prescripción»: inscripción de la imagen en los canales e instituciones artísticos, frente a los usos masivos indiscriminados de carácter general.

    Esta es una cuestión decisiva para comprender cuál es el carácter del arte de nuestro tiempo. Pues, como ya planteó Duchamp, la expansión de la tecnología de la imagen conduce a la pérdida de la posición jerárquica secular de la producción artística basada en la destreza manual/mental de carácter artesanal. En el mundo de la tecnología expandida, todas las imágenes están ya dadas, vivimos con un repertorio inabarcable, que la mirada artística selecciona e interroga para subvertirla. Todo esto puede perci- birse en las magníficas propuestas de Fotografía 2.0, todas de gran interés y cuidadísima elaboración.

    La inscripción de la imagen en el canal artístico es lo que la separa del uso masivo

    Y lo que también apreciamos es cómo esa inevitable sobreabundancia constituye un espejo para ver y ser vistos, una especie de atmósfera visual en la que respiran nuestra voluntad de mirar y la proliferación de los canales más sofisticados de control. He aquí la gran paradoja: la máxima disponibilidad en el acceso al tránsito y difusión de imágenes coincide con la posibilidad máxima de ser observados, controlados. Las imágenes son reversibles, algo que se ha hecho evidente tras las revelaciones de Edward Snowden. «Fotografía 2.0». Colectiva. Círculo de Bellas Artes. Madrid. C/ Marqués de Casa Riera, 2. Comisario: Joan Fontcuberta. Produce: Fundación Banco de Santander. Hasta el 27 de julio

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