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Fundación ``la Caixa``

La historia de Djogo, el joven guineano que ha encontrado una puerta a la inclusión social en un obrador de pan artesano

Djogo Barri es una de las 42.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión que han accedido a un empleo gracias al programa Incorpora de la Fundación ”la Caixa”.

Alicia Rivera

Djogo Barri entra puntual a las cuatro de la madrugada en la panadería Panic. Mientras Madrid sigue sumido en un plácido sueño, este joven de 22 años ya se remanga para comenzar su jornada laboral envuelto en el irresistible aroma del pan recién hecho. Hace dos años, cuando empezó a trabajar en el obrador, el universo del pan artesanal le era desconocido. Ahora, significa para él más que un trabajo, pues se trata de una vía para la autonomía y la estabilidad. La suya es una de las más de 450.000 historias respaldadas por el programa Incorpora de la Fundación “la Caixa” desde la creación de esta iniciativa en 2006, que trabaja estrechamente con organizaciones sociales y empresas con el objetivo de favorecer la inclusión laboral para personas en riesgo de exclusión.

Originario de Guinea Conakry, Djogo Barri dejó su país cuando cursaba la secundaria. Si bien cuenta con formación básica en electricidad y le interesan especialmente las energías renovables, la panadería ha sido su puerta de entrada al mercado laboral. Allí, su labor requiere precisión matemática: identifica y etiqueta cada paquete, distinguiendo entre los ocho tipos de pan que se hornean en el obrador, y se encarga de preparar el reparto de pedidos destinados a restaurantes de la ciudad. “Me gusta este trabajo”, subraya Djogo. “Tengo que estar concentrado y pendiente de que cada envío llegue al restaurante correspondiente. Me siento bien cuando lo conseguimos sin incidencias”, añade.

Rememora que dos años atrás estaba asistiendo a un curso por las tardes y necesitaba un trabajo que pudiera compaginar con dicha formación. Aunque entró en Panic para sustituir a otra persona, su diligencia ha sido clave para hacerse con un puesto fijo en la plantilla. Gean Carlos Sallas, coordinador del obrador, matiza que “es un trabajo que exige mucho, tienes que despertarte a las tres de la mañana, llegar aquí a las cuatro en punto, hacer muchas cuentas y prestar mucha atención”. En el proceso de aclimatarse a los quehaceres del obrador, la formación por parte de Gean fue esencial, como también lo fue el acompañamiento y asesoramiento por parte del programa Incorpora. “Djogo ha aportado constancia en el puesto. Antes teníamos muchos problemas con los repartidores, él llega puntual y hace su trabajo muy bien”, reconoce el coordinador del obrador.

Un acompañamiento integral para favorecer la igualdad de oportunidades

El programa Incorpora de la Fundación “la Caixa” encuentra en las alianzas entre empresas y entidades sociales un pilar de suma importancia. Estas sinergias sirven para ofrecer oportunidades a los colectivos con dificultades para acceder a un empleo, como personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, mujeres víctimas de violencia de género y otros grupos vulnerables.

La intervención del programa Incorpora no es solo un mero intermediario entre la persona y su acceso a un puesto de trabajo, sino que brinda un acompañamiento integral y personalizado. En el caso de Djogo, abarcó asesoramiento formativo y laboral, todo ello de la mano de la Fundación San Juan del Castillo Pueblos Unidos. “Me dieron su apoyo y orientación, me enseñaron a preparar un currículum y a enfrentar una entrevista”, apunta el joven. Candela Cortina, técnica de orientación sociolaboral de la entidad, explica que “trabajamos para que él mismo supiese identificar su potencial y lo que puede aportar en un trabajo”.

En el proceso intervienen diferentes actores que hacen que cada engranaje encaje a la perfección. Entre ellos destaca el rol de las propias empresas, más de 16.000 compañías involucradas en el programa Incorpora que el año pasado hicieron realidad más de 42.000 inserciones laborales. “Muchas veces se habla de las empresas como si fueran entes abstractos, pero las forman personas y son un actor fundamental en el cambio social y la justicia”, subraya Natalia Padrón, técnica de prospección y colaboración con empresas de la Fundación San Juan del Castillo.

La sinergia entre las entidades sociales y el sector privado

Gean Carlos Sallas pone el foco en otro eje que considera determinante para el éxito del programa Incorpora, el trabajo de las técnicas de la fundación, quienes “se involucran para que todo salga perfecto, están pendientes a lo largo de todo del proceso”. Por otro lado, el ambiente multicultural del obrador es reflejo de otra relevante dimensión del programa: la construcción de comunidades diversas e inclusivas, donde el día a día en el trabajo forja amistades. “Tenemos seis trabajadores africanos, uno italiano y yo, que soy brasileño, y la verdad es que nos llevamos genial. Si no te encariñas con las personas con las que trabajas es que no tienes corazón, porque convives con ellas todos los días”, apunta Gean. Por su parte, Djogo apostilla que este ambiente aporta a su jornada un matiz que va más allá de una fuente de ingresos. “Además de trabajar juntos somos muy buenos compañeros, estamos muy unidos y nos compenetramos muy bien”.

De izquierda a derecha: Gean Carlos Sallas, Natalia Padrón, Djogo Barri y Candela Cortina

Natalia Padrón considera el proceso de elaboración y envío del pan como una metáfora de la labor del programa Incorpora: “El pan se hace en distintas culturas y civilizaciones, con diferentes formas. Es un trabajo manual donde hay que amasar, donde los tiempos son muy importantes. Para mí, eso ilustra todo lo que representa el proceso migratorio y de inserción sociolaboral”. La jornada de Djogo termina al mediodía y entonces es momento de pensar qué entretenimientos ocuparán su tarde. Y estos son todos los planes del joven a futuro, pues procura “no enfocarme demasiado en el futuro, sino estar centrado en el presente. No sé lo que pasará mañana, pero ahora estoy aquí y estoy bien. Soy feliz”, concluye el joven.

La Fundación “la Caixa” se suma al Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza con el compromiso de ofrecer oportunidades a quienes más lo necesitan. A través de sus programas, impulsa iniciativas sociales y educativas para romper el círculo de la pobreza, la exclusión y la desigualdad, y avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva.

Un firme compromiso contra las desigualdades

Una de las razones de ser de la Fundación “la Caixa” es su compromiso con la lucha contra la pobreza, la exclusión y las desigualdades, conscientes de que la pobreza tiene múltiples rostros y se manifiesta en forma de desigualdad educativa, laboral y social. Por ello, llevan a cabo una amplia acción social, transversal y arraigada en todo el territorio, con el objetivo de construir una sociedad más justa.

La Fundación destina en 2025 un presupuesto de 655 millones de euros a programas orientados a promover la igualdad de oportunidades en todas las etapas de la vida, dirigidos a los colectivos más vulnerables, desde aquellos destinados a la infancia hasta los que se centran en el acceso al mercado laboral para personas en riesgo de exclusión, pasando por convocatorias de Proyectos Sociales e iniciativas en el ámbito educativo, incluyendo asimismo la Cooperación Internacional.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Fundación "la Caixa". En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.