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Desalinización: diversificar la disponibilidad de recursos frente a la escasez hídrica

Ante la escasez de agua que impacta en gran parte de nuestro país, es imprescindible disponer de fuentes que no dependan de la climatología y de la cantidad de lluvia acumulada. La desalinización del agua del mar y del agua salobre es una alternativa clave.

Laura Fortuño

En el año 2050 seremos 10.000 millones de personas en el planeta, según datos de Naciones Unidas. Este dato tiene implicaciones muy concretas: la demanda mundial de agua aumentará entre un 20% y un 30% respecto a los niveles actuales. El desafío está claro: garantizar que habrá agua para todos. Nuestro país, además, ya parte de una posición delicada: la irregularidad de las precipitaciones en España, acentuada por el cambio climático, ha provocado que la escasez hídrica sea ya una realidad. Este hecho afecta a sectores como el agrícola y el industrial, pero también a la vida cotidiana: somos uno de los países más turísticos del mundo, lo que implica que cada año, millones de visitantes elevan el consumo de agua en picos estacionales. Especialmente en zonas costeras, Islas Baleares e Islas Canarias, aunque hay ciudades como Barcelona que reciben una gran afluencia de turistas durante todo el año. 

Las copiosas lluvias caídas en España durante marzo pueden dar la sensación de que se reduce el riesgo de sequía a largo plazo, y aunque hay un alivio temporal, los expertos prevén una tendencia hacia climas más áridos sobre la Península Ibérica y el sur de Europa, y un aumento de la gravedad de la sequía en el sur de la Península Ibérica. Son conclusiones reflejadas en el ‘Informe Clivar-Spain sobre el Clima en España’, elaborado por el Comité Español Clivar y la Oficina Española de Cambio Climático. 

Ante esta situación, se hace necesario diversificar la gestión de los recursos hídricos y disponer de fuentes que no dependan de la climatología y de la cantidad de lluvia acumulada.

Desalinización: una alternativa frente a la escasez del agua

El proceso mediante el cual se elimina la sal del agua del mar o del agua salobre (aquella ligeramente salada) para convertirla en agua dulce apta para el consumo humano, el riego o el uso industrial es la desalinización. 

España tiene una larga experiencia en el uso de la desalinización del agua como solución de abastecimiento ante las sequías que históricamente han afectado a nuestro territorio. De hecho, la primera planta desalinizadora, pionera también en Europa, fue construida en 1964 en Lanzarote. En la actualidad, España genera alrededor de 5.000.000 de m³/día de agua para abastecimiento, riego y uso industrial. A nivel mundial, el país ocupa las primeras posiciones en términos de capacidad instalada junto a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y los Estados Unidos, y es líder en desalinización a nivel europeo, concentrando más del 50% de la capacidad instalada, gracias al desarrollo tecnológico del país en este sector. 

Planta Morro Jable, en Fuerteventura.

Así trabaja Veolia por el agua en España

Veolia, referente mundial de la transformación ecológica, ofrece soluciones de gestión en las actividades de agua, residuos y energía, impulsando el desarrollo sostenible de las ciudades, industria y agricultura. En la actualidad, el 18% de las plantas desalinizadoras del mundo utilizan tecnologías de Veolia. Para 2030, el grupo aspira no solo a mantener su presencia en el mercado de desalinización, sino también a multiplicar la capacidad operativa, impulsando su potencial tecnológico. 

Para alcanzar sus objetivos y mantenerse fiel a su compromiso con la sostenibilidad, Veolia ha impulsado innovaciones importantes en el mercado de la desalinización a lo largo de los últimos 25 años, permitiendo mejoras en la eficiencia energética del 85% y una reducción del 90% en los costes del agua desalinizada.

El 18% de las plantas desalinizadoras del mundo utilizan tecnologías de Veolia.

En España, Veolia gestiona actualmente la operación y mantenimiento de ocho plantas desalinizadoras (dos en Baleares y seis en Canarias). La de Bahía de Palma, en las Islas Baleares, tiene una capacidad de producción de 64.800 m³/día y es la principal fuente de suministro de agua potable en Mallorca, además de la planta desalinizadora con la mayor capacidad de producción de agua que Veolia opera en España.

Veolia también opera 13 plantas desalobradoras, de las cuales la más grande se encuentra en Sant Joan Despí (Barcelona), que regenera un volumen de agua de 206.000 m³ al día.

Las plantas modulares desalinizadoras son un recurso alternativo en casos de emergencia hídrica o incumplimiento de calidad del agua. Se trata de una solución fiable e inmediata a la escasez de recursos hídricos en zonas afectadas. Hoy en día, Veolia España dispone de una flota de seis plantas modulares en Canarias, Almería y Alicante, construidas entre 2022 y 2024. Las plantas modulares resultan de gran utilidad para garantizar caudales suficientes para el sector agrícola. 

Aún hay más: como alternativa para asegurar la disponibilidad de agua en el futuro, Veolia apuesta por la regeneración y posterior reutilización de aguas residuales. En la actualidad, Veolia reutiliza aproximadamente el 15% de las aguas residuales tratadas.

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Este contenido ha sido desarrollado por Content Factory, la unidad de contenidos de marca de Vocento, con Veolia. En su elaboración no ha intervenido la redacción de este medio.