Explicamos las ventajas de una excelente opción para alimentarse de una forma saludable
Resumimos las claves de las ventajas de consumir verdura congelada. Toda una garantía.
Gracias a los avanzados procesos mantienen su sabor y nutrientes. Cuidamos cada parte del proceso:
-Plantamos las verduras con las mejores semillas y el mejor campo para el producto.
-Cosechamos y Recolectamos en su momento óptimo de maduración y en la temporada adecuada para disponer de verduras todo el año
-Tenemos la fábrica al lado de los campos por lo que el tiempo de transporte es mínimo para poder ultracongelarlo en las mejores condiciones.
-Las seleccionamos y limpiamos en fresco y tras esto, las escaldamos para mantener sus cualidades y propiedades intactas.
-Tras esto las enfriamos para detener el proceso de cocción.
-Las ultracongelamos y las vamos envasando según se vayan necesitando para mantenerlas en perfectas condiciones.
La ultracongelación de las verduras se realiza poco después de la cosecha, lo que ayuda a preservar los nutrientes importantes. Los vegetales congelados tienen un alto contenido de vitaminas, minerales y antioxidantes, ya que ultracongelan al poco tiempo de ser recolectados.
(Foto: Ultracongelados Virto)
Disponemos de verdura todo el año, (aunque no sea temporada) y tenemos la posibilidad de almacenarla durante más tiempo (tiene un consumo preferente más amplio). Además, su vida útil es prolongada, lo que permite tener una reserva en el congelador para usar cuando sea necesario.
Las verduras congeladas ocupan menos espacio al ir en bolsas, lo que es especialmente útil si tienes limitaciones de almacenamiento. Puedes tener una amplia variedad de verduras congeladas en el congelador sin ocupar mucho espacio, con el tamaño de bolsa adaptado a la cantidad de uso (ejemplo: la posibilidad de consumir pimiento congelado y troceado).
(Foto: Ultracongelados Virto)
La verdura congelada es muy práctica, ya que está lista para cocinar. No es necesario lavar, pelar ni cortar, lo que ahorra tiempo en la preparación, como sucede con el ajo y el perejil, o con la cebolla pelada y cortada, evitando el enrojecimiento de los ojos y las lágrimas innecesarias. Todo, listo para cocinar (eso sí, no se descongelan previamente al cocinado).
Al comprar verduras congeladas, puedes utilizar la cantidad necesaria y guardar el resto para otro momento, evitando así el desperdicio de alimentos. Solo saca del congelador la cantidad que necesitas y guarda lo que te sobre para no perder la cadena de frío y que se mantenga en perfectas condiciones.