El ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino se adhirió al Proyecto LIBERA en 2021 con el propósito de eliminar la basuraleza del entorno natural
Los ríos y arroyos de El Boalo presentan una abundancia de residuos contra la que luchan ayuntamiento y vecinos
Situado en el noroeste de la Comunidad de Madrid, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el término municipal está integrado por tres núcleos de población: El Boalo, Cerceda y Mataelpino. Sus ríos y arroyos, afluentes del Manzanares, presentan una abundancia de residuos contra la que luchan ayuntamiento y vecinos.
Isabel Giménez Moreno, concejala de Agroecología, Ganadería y Bienestar animal, Participación, Transparencia y Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, explica que llegaron al Proyecto LIBERA (de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, al que pueden sumarse todos los pueblos de España) de una manera natural: “Las acciones que llevamos a cabo con el Proyecto LIBERA vienen a ser una continuidad de las iniciativas que hacemos como ayuntamiento desde hace ocho años. Pero ahora estas acciones generan más visibilidad”.
La limpieza de los entornos fluviales de su zona, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, es una de las prioridades municipales. Su primera actuación con el Proyecto LIBERA se desarrolló en el arroyo del Herrero. “Fue una experiencia a la que se unieron bastantes familias -relata Giménez-. Hubo desde personas mayores a niños de 4 o 5 años. Desde el ayuntamiento proporcionamos pinzas de recogida. Realizamos un recorrido circular que nos llevó por varias zonas emblemáticas del municipio, entre ellas la zona de la ermita de San Isidro. Y terminamos en la zona de la colada que va hacia Manzanares el Real”.
Otra zona donde han trabajado es la vega de río Samburiel. Se trata de un entorno privilegiado, patrimonio del vecindario, donde suelen acabar restos de botellones, hogueras y basuras. Con los colegios públicos del municipio acometieron una recogida de residuos. En las retiradas de basuraleza se encuentran de todo, señala la concejala: “Lo que más se recoge son plásticos. Pero en la vega del Samburiel, se llegaron a sacar los restos de un coche abandonado”.
Las distintas iniciativas de protección del entorno han servido para la creación de una mayor concienciación ciudadana. De hecho, la sensibilización en los colegios ha propiciado que los niños hayan decidido realizar su propia cumbre del Medio Ambiente todos los años. “Se nota más visibilización y una mayor implicación. Además, el volumen de lo que se lleva a vertedero se ha reducido bastante”, añade Giménez.
El abandono de residuos es un problema especialmente grave en distintos puntos de la sierra de la Comunidad de Madrid. En la vertiente suroriental de la sierra de Guadarrama se encuentra El Escorial, donde tiene su centro de operaciones la asociación Deverde, aunque el radio de acción es toda la comarca Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid. Fundada en 2013 por Cristina Cañete y Roberto de la Cruz, su objetivo consiste en poner en valor el patrimonio natural, cultural, histórico y los saberes tradicionales de la zona.
Desde 2020 forma parte del Proyecto LIBERA y la asociación se centra en la retirada de basuraleza y la concienciación en los embalses de la Sierra Oeste a través del teatro y de rutas guiadas a campo. Los embalses y zonas aledañas sufren la proliferación de residuos de todo tipo: latas, vidrios, envases y bolsas de snacks, hilos de pesca, anzuelos y colillas. El atractivo turístico que despiertan los embalses de la zona, como Picadas, Presa del Batán o Valmayor suponen una gran afluencia de visitantes con su consiguiente impacto medioambiental. Mayores problemas hay en el Pantano de San Juan, que recibe más visitas porque es el único en la Comunidad de Madrid donde se permite el baño y la utilización de embarcaciones a motor, lo que conlleva una gran acumulación de residuos, sobre todo en los fines de semana.
La asociación se apoya en actividades teatralizadas, las llamadas TeatriRutas LIBERA, para recoger residuos y concienciar a los ciudadanos. “Hay muchas formas de retirar la basuraleza -aclara Roberto de la Cruz-. Está claro que las más conocidas son hacer batidas de limpieza, la concienciación, pero nosotros quisimos darle una vuelta. Y por eso planteamos una situación al principio de la actividad teatralizada, donde uno o varios personajes llegados del pasado nos cuentan cómo era la vida entonces en el campo, cuando la producción de residuos era muy pequeña”.
De las distintas acciones contra la basuraleza, De la Cruz quiere destacar una realizada en la localidad de Quijorna: “Buena parte de los participantes eran adolescentes e interactuaron muy bien con ese personaje de otros tiempos. Luego trabajaron con ahínco para limpiar el cauce de su arroyo, al lado del pueblo. Y lo más importante, se sintieron partícipes de la mejora de su entorno”.
La acumulación de residuos ha hecho reflexionar a la asociación sobre este fenómeno y han terminado acuñando el término “residuo fósil”. “Cualquier persona que vaya por el campo podrá encontrar latas de refrescos. Si comprueban la fecha de caducidad, se van a encontrar botes de 8, 10, 15 años, completamente intactos. Un residuo abandonado hace 15 años sigue ahí”, sentencia Roberto de la Cruz.
A 50 kilómetros de El Escorial se encuentra el Valle del Lozoya. Allí, la Asociación Vida Silvestre Ibérica apoya investigaciones científicas, participa en acciones de prevención de toda amenaza de la vida silvestre, promueve la formación de personal especializado y docente en la conservación y fomenta campañas de información de la opinión pública.
Su acción en espacios naturales terrestres se desarrolla en 24 provincias de la geografía española. “Tenemos dos sedes, una en Madrid, que es la oficial y otra, una delegación en Tarifa, en Cádiz. En ambas sedes, en el entorno cercano realizamos excursiones cortas o de varios días, con diferentes temáticas. Las de varios días tienen ámbito ibérico, tanto España como Portugal”, dice Juanma Santana, coordinador de actividades la asociación Vida Silvestre Ibérica.
La Asociación fue apadrinada por el Proyecto LIBERA en 2020 con la misión de luchar contra la basuraleza del embalse de Riosequillo y de favorecer la biodiversidad de las cañadas y dehesas de Cobos, en el Valle del Lozoya. También centraron sus esfuerzos en vigilar amenazas de especies invasoras como el visón americano.
“Nosotros habíamos detectado la presencia de algún ejemplar de visón americano. Decidimos poner cámaras de fototrampeo durante varios meses y al final la sorpresa que nos llevamos fue que en vez de visón americano apareció nutria. Durante el periodo de apadrinamiento no hemos visto ni fotografiado visón americano. Puede ser que justo la nutria le haya desplazado”, comenta Santana.
En el apadrinamiento 2021-2022 reforzaron y complementaron las actuaciones realizadas en el anterior periodo. Durante su labor de limpieza en ríos y embalses encontraron “un saco de dormir enganchado a los sauces, de cuando el nivel de agua había sido superior”.
En Vida Silvestre Ibérica están convencidos de que la educación ambiental contribuye a luchar contra la basuraleza y por extensión a la protección del medio ambiente. “Lo mejor de organizar estas actividades -expresa Santana- es que la gente se educa in situ, no necesita la figura del intérprete. Al hacerlo ellos mismos se están educando. Aunque existe un facilitador, ellos mismos se dan cuenta de todo mientras recogen. Que si una lata que viene de kilómetros arriba, que si un saco de dormir, restos de plástico que se van degradando… Es lo mejor, que la gente reciba la educación por las acciones que hace por sí misma”.
Las asociaciones, los ayuntamientos y los vecinos de la sierra de la Comunidad de Madrid son conscientes de que deben poner todo su empeño para erradicar la basuraleza de sus parajes, de que es necesario proteger el medio ambiente para conseguir calidad de vida. Se han dado cuenta de que solos no pueden, pero siendo cada vez más, es más fácil hacerlo y mejor a través del empeño de LIBERA.
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