Contenidos actualizados, red de alumni, acuerdos de la institución educativa con el mercado laboral y profesionales del sector destacan entre las principales variables a tener en cuenta
Muchos alumnos recién graduados e incluso muchos profesionales con experiencia complementan sus estudios con la realización de Másteres, Cursos y Programas de especialización que les ayuden a tener más oportunidades, afrontar proyectos de alta exigencia u ocupar posiciones directivas en sus compañías o sectores.
Las compañías e instituciones trabajan en la digitalización, la internacionalización y las nuevas tecnologías, como mecanismos de crecimiento del negocio y de optimización de procesos y relación con sus clientes y mercados, por lo que incorporar talento cualificado pasa necesariamente por la realización de programas formativos de calidad y especializados. Esto se acrecienta en momentos de dificultad económica, como está ocurriendo en la actualidad.
Incorporar talento cualificado pasa necesariamente por la realización de programas formativos de calidad y especializados
Atrás quedaron épocas en las que un “título” era la llave definitiva hacia un empleo o una promoción dentro de una empresa. “Actualmente nuestros alumnos saben que sectores como el jurídico o el financiero son exigentes a la hora de reclutar estudiantes, ya que quieren aportación de valor desde el primer momento con una formación especializada y de calidad”, tal y como comenta Ignacio Muñoz, Jefe de Admisiones de IEB.
Ya se ha convertido en una costumbre que muchos alumnos, tras finalizar sus grados universitarios, realicen másteres inmediatamente después. “En este sentido, es importante que los alumnos enfoquen sus posgrados como un complemento orientado a su desarrollo profesional futuro; no se trata de un año más de universidad, sino más bien de un inicio profesional enfocado a obtener un empleo en un sector donde el alumno quiera crecer e ir construyendo oportunidades”, así lo afirma Joaquín Danvila, que tras más de 20 años en áreas de Dirección de Desarrollo de Negocio y Marketing en Grupos como Caja Rural, Seur Geopost o Naturgy, actualmente es Jefe de Desarrollo Digital de IEB.
Por todo ello, elegir un posgrado, debe tener en cuenta el contenido, pero también el prestigio de la institución, donde el profesorado y antiguos alumnos son un aspecto fundamental.
A continuación, citamos algunas claves que pueden ser útiles a la hora de realizar esta elección:
– Contenido actual: Programas que hace años podían ser útiles y prácticos, han dejado de serlo debido a que, al igual que el mercado laboral ha cambiado, también lo han hecho las exigencias a la hora de contratar talento. Por ello, instituciones como el IEB, expertos en el sector financiero desde hace más de tres décadas, han actualizado el contenido de su oferta académica como en el Máster en Bolsa y Mercados Financieros, el Máster en International Finance, Auditoría Financiera o Corporate Finance, con el uso de Bloomberg e IA aplicada a las finanzas, y han aparecido estudios como el Máster en Blockchain y Activos Digitales o el Programa de Especialización en Business Analytics e IA aplicada a las finanzas.
– Contenido especialista: Dentro de los programas de sectores como el financiero o el jurídico, hay múltiples especialidades, como las que ofrece IEB en relación con Energías Renovables, Real Estate, Alternativas de Financiación, Finanzas Cuantitativas y Valoración de Derivados, así como Derecho Penal Económico o Derecho Regulatorio de Seguros, y que, en el caso de IEB, la práctica totalidad de sus programas de posgrado, pueden realizarse, tanto en sus aulas presenciales (actualmente en Alfonso XI y próximamente en su nuevo Campus de Moncloa-Aravaca), como en sus aulas virtuales.
-Profesorado de referencia y en contacto actual con el mercado laboral: es indispensable contar con un claustro docente de profesionales que puedan cumplir una triple faceta: formar, transmitir los conocimientos y habilidades actualmente demandada porque pertenecen a corporaciones que captan talento, e incluso orientar y acompañar en el proceso a los alumnos. En este caso, los MBA suelen ser un ejemplo que sirven de referencia por la polivalencia de sus profesionales, directivos expertos en sus áreas.
-Red de Alumni: valorar instituciones que dispongan de una trayectoria consolidada, ayuda a generar una red de contactos que, profesionalmente, proporciona al alumno un soporte en procesos de selección, así como en la búsqueda de clientes. “Los más de 100.000 antiguos alumnos de IEB son sin duda un activo de gran ayuda para los que eligen estudiar en nuestras aulas presenciales o virtuales”, declara Gonzalo Navas-Migueloa, responsable de Alumni del IEB, cuya empleabilidad supera cuotas del 97%.
-Servicio de Orientación Profesional: En este sentido, es esencial, no solo que las instituciones pongan a disposición de sus alumnos una bolsa de empleo, sino que, como es el caso de IEB, proporcionen un servicio de orientación profesional completo, donde el contacto con la empresa y el seguimiento de los procesos es útil cuando el alumno estudia, acaba de estudiar o hace años que pasó por la institución educativa.
-Visión internacional: La visión internacional se vuelve obligatoria ante un mercado cada día más mundializado, por lo que las mejores escuelas de negocios llegan a acuerdos con universidades de prestigio a nivel mundial. En el caso de IEB, con las mejores universidades de Londres, Nueva York o Hong Kong, donde sus alumnos realizan estancias académicas con las que complementar sus estudios.
-Formación práctica: La formación basada en casos reales, experiencias del propio profesorado, junto con una metodología eminentemente práctica, hace que la formación sea más acertada a las exigencias del mercado y, sobre todo, se desarrollen capacidades y habilidades.
-Herramientas de gestión: Aprender practicando, con simuladores, con herramientas como Bloomberg para el entorno financiero o con ejercicios basados en aplicativos actuales, ayudan a que el alumno conozca de primera mano, la práctica de su profesión.
Por lo tanto, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva de las tendencias del mercado, de las oportunidades futuras antes de tomar una decisión y de las instituciones educativas. Esto asegurará que la inversión en educación avanzada genere los frutos deseados en términos de crecimiento profesional y personal.