Los préstamos rápidos pueden ser una herramienta útil en situaciones de emergencia, pero es importante utilizarlos en momentos de necesidad puntual. María Sánchez, Head de Dineo, habla con nosotros para darnos su visión experta sobre este tipo de productos financieros
«Los préstamos rápidos conllevan riesgos si no se usan de forma adecuada»
Seguro que en los últimos días ha llegado hasta ti algún anuncio sobre productos financieros. Con la proliferación de este tipo de servicios, un abanico de opciones se abre ante nuestros ojos. Ya no solo se ofertan desde las entidades bancarias tradicionales, sino que hay muchas otras que han entrado en este mercado. Y lo hacen mediante publicidad de todo tipo.
Uno de los que parecen estar más en alza en los últimos tiempos son los préstamos rápidos. Se trata de un tipo de producto financiero por el que se concede un dinero en un plazo breve de tiempo y en el que se fija un plazo determinado para devolverlo con los intereses fijados. También se le conoce con el nombre de préstamos exprés o minicréditos. La cantidad de dinero que se cede suele ser pequeña y su tramitación muy ágil.
Ante esta facilidad de uso pueden parecer que son una opción más que tentadora, pero lo cierto es que, al igual que sucede con la mayoría de productos financieros, conllevan riesgos si no se usan de forma adecuada. Informarse antes de firmar nada es de vital importancia y los expertos pueden ser los testimonios más útiles. Para ofrecernos una perspectiva realista, María Sánchez, Head de Dineo, entidad especializada en préstamos rápidos, nos ofrece su enfoque valioso sobre el tema.
«Los préstamos rápidos son una forma fácil de obtener financiación cuando se requiere de la rapidez propia de estas situaciones de emergencia”, comienza María Sánchez. Algunos de estos imprevistos en los que se suele recurrir a ellos son las típicas reparaciones inesperadas del automóvil, un cambio de electrodoméstico que no puede esperar, una factura médica urgente o un pago con el que no se contaba.
A todos nos ha pasado alguna situación de estas a lo largo de la vida. Llegar a casa y que la nevera no funcione es un caos y, sobre todo, un gasto imprevisto que puede hacer que la economía familiar se resienta. Porque la factura de la reparación o de la sustitución suele ser de una cantidad elevada. Lo mismo sucede con el automóvil, que suele decidir estropearse en el momento del mes que peor nos viene, y que necesitamos a diario para acudir a nuestro puesto de trabajo o para ir al colegio a recoger a los niños.
Otros casos en los que los préstamos rápidos pueden ser una opción adecuada son, por ejemplo, gastos médicos que no se pueden posponer, porque todos sabemos que la salud es lo primero, o un viaje que se ha de hacer por necesidad y cuyo desembolso no se tenía previsto en las cuentas. No se puede dejar de citar otro de los más recurrentes: las multas. Cuando menos te lo esperas, llega una notificación a casa por un importe que, aunque no sea muy elevado, puede alterar la economía mensual. Además de que si se paga en corto plazo suelen tener un descuento que merece la pena aprovechar.
Los préstamos rápidos son herramientas valiosas en este tipo de situaciones de emergencia, pero Sánchez advierte sobre su uso a largo plazo. «No deben utilizarse como una solución permanente o para paliar problemas de liquidez que se prolongan en el tiempo», aconseja. Por lo tanto, en situaciones contadas pueden ser un recurso real ante nuestros problemas.
Algo de vital importancia para todos: «es importante que el usuario entienda a la perfección todos los términos que aparecen reflejados en el préstamo rápido”. Comprender cada una de las condiciones que están en el contrato es clave. Antes de formalizar el préstamo, se hace necesario entender todos los costes que los préstamos rápidos llevan asociados. “Hay que asegurarse de calcular el coste total del préstamo y de ver las tasas de interés que tiene”, matiza. En caso de no entender alguno de los términos que se van a firmar siempre se recomienda preguntar. Las entidades serias cuentan con un departamento de atención al cliente que podrá resolver cualquier duda y con el que es conveniente hablar para cualquier pregunta.
Además, hay otro punto de vital importancia que es el de evaluar si se va a ser capaz de pagar el crédito rápido en el plazo que se haya establecido previamente. En caso negativo, los intereses se pueden incrementar y pueden afectar de forma negativa a la economía personal. Hay que apelar a la responsabilidad financiera siempre.
María Sánchez destaca la importancia de este aspecto sobre todas las cosas. «La responsabilidad financiera implica evaluar honestamente la capacidad personal de cada uno para reembolsar el préstamo según lo acordado», explica. «Siempre es necesario hacer un presupuesto realista, ponerse en la peor de las situaciones y asegurarse de tener los medios para cumplir con lo firmado». Se debe siempre evitar el endeudamiento eterno y contratar este tipo de productos para saldar la deuda de otros previos.
Una vez que se ha evaluado si realmente es necesario dar este paso porque no se disponen de otras alternativas para conseguir el dinero y se considera que la capacidad de pago está asegurada y no va a repercutir de forma negativa, es el momento de elegir entre las numerosas opciones de financiación que existen en este momento. María ofrece consejos prácticos sobre este aspecto, explicando que lo mejor que se puede hacer es «investigar y elegir dentro de las entidades de financiación alternativa por aquellas reputadas y reguladas».
La transparencia es un factor clave a la hora de decidirse, por lo que se recomienda «buscar entidades que sean transparentes y que te faciliten toda la información que necesites de manera clara», aconseja la Head de Dineo. «Hay que evitar siempre aquellas compañías que prometen dinero rápido sin realizar ninguna verificación de crédito o que ocultan cargos adicionales en letras pequeñas» remata Sánchez.
Aunque el proceso de concesión de los préstamos rápidos es mucho más rápido y con menos trámites que con las opciones bancarias clásicas, no implica que no requiera de unos pasos para asegurar la operación. Una buena forma de saber más sobre cada empresa es hacer un poco de investigación online. Una simple búsqueda a través de internet nos permitirá hacernos con una visión global de la entidad financiera.
Por lo tanto, si se entiende que los préstamos rápidos son una solución puntual para determinadas circunstancias y se usan con prudencia y responsabilidad, pueden ser una buena alternativa. “Comprender completamente los términos del préstamo y evaluar la capacidad de pago personal de cada familia o usuario hacen que los consumidores puedan evitarse problemas y tomar decisiones económicas sabias” confirma María Sánchez.