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Los beneficios de la carne de vacuno

La carne de vacuno es fundamental dentro de una alimentación variada y equilibrada por sus propiedades saludables. Así los destaca la doctora Silvia Pérez Rodrigo, responsable de Radiología Mamaría del MD Anderson Cancer Center Madrid España

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La carne aporta nutrientes fundamentales para una buena salud y es clave para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños

La carne de vacuno es un alimento saludable con innumerables propiedades nutricionales ya que aporta proteínas, minerales y vitaminas. Las proteínas que aporta la carne son de alto valor biológico, al contener aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede sintetizar y necesita incorporar con la alimentación. Los minerales como el Hierro o el Zinc que son los dos nutrientes con mayor deficiencia entre las personas veganas y vegetarianas ayudan a protegernos contra el daño oxidativo o la cicatrización de la piel. Y vitaminas como A, D, E, K, C y del grupo B, especialmente la vitamina B12, que es esencial en la formación de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema nervioso.

La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja el consumo de carne roja dentro de una dieta sana y equilibrada. Aporta nutrientes fundamentales para una buena salud y es clave para el crecimiento y desarrollo de los más pequeños.

Por este motivo, entrevistamos a la doctora Silvia Pérez Rodrigo, responsable de Radiología Mamaría del MD Anderson Cancer Center Madrid España.

-Hasta qué punto es importante mantener buenos estados nutricionales durante el cáncer?

-La nutrición adecuada es fundamental para los pacientes con cáncer, ya que un buen estado nutricional puede mejorar la tolerancia a los tratamientos, reducir las complicaciones, y contribuir a una mejor calidad de vida. Durante el tratamiento oncológico, se pueden experimentar efectos secundarios que afectan el apetito y la absorción de nutrientes, por lo que una dieta balanceada y personalizada es esencial para mantener la fuerza, la masa muscular, y la capacidad del sistema inmunológico para enfrentar el cáncer.

La carne de vacuno es una excelente fuente de proteínas completas, esenciales para el crecimiento, reparación de tejido y el mantenimiento de la masa muscular conteniendo los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita. También es portador de vitaminas B12, B6, B3 y B2 fundamentales para la formación de glóbulos rojos y el buen funcionamiento del sistema nervioso. Es una excelente fuente de hierro hemo que ayuda a prevenir la anemia y de creatina, elemento importante para un óptimo funcionamiento muscular. Además, la carne de vacuno contiene zinc, que fortalece el sistema inmunológico y es esencial para la función celular, y selenio, un antioxidante que protege nuestras células del daño oxidativo.

-El consumo de carne roja, se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades cancerígenas, ¿qué parte puede tener de realidad, cuál de mito?

-La relación entre el consumo de carne roja y el cáncer ha sido objeto de numerosos estudios. Existen investigaciones que sugieren una posible asociación entre el consumo excesivo de carnes rojas, especialmente las procesadas, y un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de colon. La mayoría de las sociedades científicas consideran un consumo excesivo aquel que supera las 3 porciones (300-500gr) por semana. Sin embargo, es importante entender que la carne roja, cuando se consume en estas cantidades, en el seno de una dieta equilibrada como es la mediterránea y combinada con otros hábitos de vida saludables puede ser una fuente importante de nutrientes esenciales.

-¿Cuál es la mejor manera de consumir este tipo de carne?

-Cuando la carne se cocina a altas temperaturas (freír, asar, a la parrilla o barbacoa), se forman aminas heterocíclicas (AHC) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estos compuestos se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer, ya que pueden dañar el ADN y promover cambios celulares. Los aditivos como los nitratos y nitritos, usados en carnes procesadas para mejorar el sabor y la conservación, pueden formar nitrosaminas en el intestino, compuestos que también están asociados con un mayor riesgo de cáncer. De ahí la importancia del consumo de carnes rojas, como la ternera, no procesadas, de buena calidad y cocinadas a bajas temperaturas (al horno, guisada o al vapor).

– Centrándonos en su área de especialización, ¿qué avances destaca en Radiología a la hora de diagnosticar, y tratar, el cáncer de mama?

-En los últimos años, la radiología mamaria ha avanzado espectacularmente. Técnicas como la resonancia magnética mamaria avanzada, la mamografía con tomosíntesis (3D), la mamografía con contraste y el uso de ecografía en 3D han mejorado enormemente la precisión diagnóstica. 1 de cada 8 mujeres padecerá cáncer de mama, por lo que un diagnóstico temprano impacta no sólo en los tratamientos, que serán más efectivos y en muchos casos menos agresivos, sino también en la supervivencia y en la posibilidad de que la enfermedad no esté extendida (metástasis) al diagnóstico.

El uso de inteligencia artificial para el análisis de las imágenes está suponiendo un cambio exponencial que nos permite un diagnóstico más temprano y con mayor precisión. Finalmente, está en desarrollo su utilización para predecir el riesgo individual de padecer cáncer de mama de una mujer a partir de una de sus mamografías. Todo este desarrollo ha hecho posible un diagnóstico cada vez más personalizado e individualizado en función de cada mujer. En el ámbito intervencionista, uno de los avances más emocionantes en la radiología de mama es nuestra capacidad para realizar tratamientos mínimamente invasivos, que pueden ser una alternativa a la cirugía en ciertos casos.

-¿Y qué recomendaciones destaca para la prevención del cáncer?

-Para reducir el riesgo de cáncer, se recomienda adoptar un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Limitar el consumo de productos procesados, evitar el tabaquismo, moderar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable son factores clave. La actividad física regular también es fundamental, así como la realización de chequeos preventivos y pruebas de detección temprana según la edad y los antecedentes personales o familiares de cáncer.

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