Un entorno de homenaje a los sentidos, de paisajes y experiencias, con visitas a bodegas, rutas enoturísticas, productos de la tierra ‘kilómetro cero’, etc.
La Comunidad de Madrid, región que cuenta con denominación de origen propia (D.O. Vinos de Madrid) se está posicionando como un destino enoturístico, con cada vez un mayor número de bodegas visitables, que ofrecen interesantes experiencias que aúnan visita a sus viñedos, bodegas y cata de sus vinos. Una actividad que supone un impacto significativo en el desarrollo económico y social de la región y que atrae no sólo a visitantes nacionales, sino también internacionales.
La Comunidad de Madrid está dividida en cuatro subzonas: Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar
La Comunidad, con denominación de origen propia (D.O. Vinos de Madrid, la única capital europea con esta distinción), está dividida en cuatro subzonas: Arganda, Navalcarnero, San Martín de Valdeiglesias y El Molar. En el caso de Arganda, al sureste de la región, acoge el paso de los ríos Tajuña y Henares (tributarios del Jarama) que la convierten en un enclave natural perfecto para el acercamiento a su avifauna (además de contar con uno de los más sobresalientes patrimonios históricos y artísticos de la Comunidad). En el caso de Navalcarnero, acotada de norte a sur por el río Guadarrama y en su extremo oeste por el río Perales (afluente del Alberche), cuenta con el vasto patrimonio natural del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama.
(Imágenes de Madrid Enoturismo)
El Molar, por su parte, se caracteriza por las condiciones climatológicas, la altura y el terreno de granito y pizarra, lo que le proporciona a la uva unas características especiales únicas (ya en la Edad Media Temprana se pueden encontrar los primeros signos de la existencia de actividad vitivinícola, como en el caso de las Cuevas del Vino). San Martín de Valdeiglesias, ubicada en la ribera del río Alberche, acoge lugares de enorme valor arquitectónico tanto de carácter político y civil (Castillo de Coracera), como religioso (Iglesia Parroquial de San Martín de Tours) y agropecuario, con antiguas fuentes y abrevaderos. Como en el caso del resto de zonas, en sus parajes reinan las especies de mayor representatividad dentro de la avifauna Peninsular.
“El atraer turismo a los municipios dónde el hilo conductor es el vino y los productos ‘km.0’ que allí podemos encontrar”, es uno de los fines de las acciones de Madrid Enoturismo , como destaca su coordinadora, Sonia Rodríguez. Es importante destacar la labor de las almazaras, empresas y tiendas de productos especializados, que también organizan catas, visitas y experiencias en sus instalaciones.
Rodríguez también destaca las Ferias del Vino que “año tras año, van cobrando un gran interés turístico realizándose tanto en municipios vitícolas (Cadalso de los Vidrios-Cadalvín, Feria del Vino de Colmenar de Oreja, Feria de la Huerta y Vino de Villa del Prado, Fiesta del Vino de Cenicientos…) como en municipios no vitícolas ( Feria del Vino de Boadilla del Monte) y otros que se han estrenado este año como (Villaviciosa de Odón o Brunete). La mayoría de las Bodegas se encuentran a una hora de la capital, pudiéndose visitar en autobús de línea regular y a alguna se puede llegar en metro como la Vinícola de Arganda en Arganda del Rey.
Todo un surtido de propuestas para dejar un buen sabor de boca a los visitantes, que disponen hasta de 23 bodegas visitables, a menos de una hora de la capital. Con ejemplos como los siguientes:
Licinia (Morata de Tajuña), Las Moradas de San Martín (San Martín de Valdeiglesias), San Esteban (Cenicientos), del Nero (Chinchón), Cuarto Lote (Nuevo Baztán), Pablo Morate (Valdelaguna), ValleYglesias (San Martín de Valdeiglesias), Cristo del Humilladero (Cadalso de los Vidrios), Tierra Calma (San Martín de Valdeiglesias), Pedro García (Colmenar de Oreja), Vinícola de Arganda (Arganda del Rey), El Regajal (Aranjuez), Peral (Colmenar de Oreja)…
En cuanto a las experiencias enoturísticas (en línea con una forma sostenible de ofrecer una excepcional oferta enoturística) destacan opciones como:
– Noches de Estrellas. Consiste en hacer un recorrido por los viñedos, visitar la bodega y realizar una cata de vino bajo las estrellas, conociendo las distintas constelaciones.
– A Caballo entre Viñedos. Consiste en recorrer a caballo los distintos viñedos que forman el valle de Las Tórtolas cercano a la Sierra de Gredos, realizar visita a la bodega y terminar con una cata comentada maridada con producto km 0.
– Recorrido en Carriola por Viñedos. Consiste en visitar los viñedos montados en una carriola y posterior visita a la bodega con cata comentada y maridada con producto km 0.
– Haz tu Propio Vino. Consiste en visitar el viñedo y posterior visita a bodega para disfrutar de elaborar tu propio vino atendiendo a tus gustos y siguiendo las recomendaciones y consejos del enólogo de la bodega, llevándote tu propia botella.
– Viñedos en Bicicleta. Recorrido por viñedos montando en bicicleta y posterior visita a la bodega para disfrutar de una cata comentada con su maridaje correspondiente.
– Visita a Piedra Escrita. Visita al monolito granítico natural, enclavado en el término municipal de Cenicientos, al suroeste de la Comunidad de Madrid. En él aparecen grabados unos relieves y posterior visita a bodega para disfrutar de una cata comentada y maridada con producto típico de la zona.
– Atardeceres en el Pantano de San Juan. Disfrutar de un atardecer en el pantano, tomando una copa de vino maridada con productos locales.
Más información sobre otras rutas: www.madridenoturismo.org.
Toda una amplia variedad de acciones para que se pueda disfrutar de la cultura del vino en la Comunidad de Madrid, apoyadas por iniciativas como Pasión por el Vino de Madrid, Chatea Madrid, Descorcha Madrid o acciones de comunicación y promoción como las propias de la asistencia a Ferias del vino en municipios, Fitur, Madrid Fusión, Fine o participación en Rutas del Cocido, la Cuchara, la Tapa, etc… El presente del futuro de la rica cultura del vino en la Comunidad de Madrid.