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Postal que regala la ruta, el emblemático Pí d'en Xandrí - abc

Cuatro rutas para hacer running en la sierra de Barcelona

Los itinerarios que no te puedes perder para disfrutar de este deporte en Collserola

pedro jornada
Actualizado:

Los itinerarios que no te puedes perder para disfrutar de este deporte en Collserola

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  1. El camino de la Font Groga de Sant Medir

    Postal que regala la ruta, el emblemático Pí d'en Xandrí - abc

    La ruta a Sant Medir desde Sant Cugat descubre el aspecto orográfico de Collserola a través de 4,7 kilómetros de running suave. La ruta es relativamente llevadera hasta llegar a la Masía de Can Borrell. A partir de entonces, el recorrido se vuelve empinado y regala una colección inverosímil de pequeños repechos hasta llegar al destino. Aunque la recompensa final merece la pena. La ermita de Sant Medir es un monumento románico que data del mediados del siglo X. La tradición remite a hacer una peregrinación cada 3 de marzo, fecha de la onomástica del santo. Tras la larga travesía, el exhausto atleta puede saciar su sed con la fuente que se encuentra a escasos metros.

    ¿Cómo llegar?

    La ruta por Sant Cugat se inicia delante del colegio Europa. El camino se interna en las entrañas del Camí de Can Borrell. Una vez pasado el restaurante hay que seguir las indicaciones que ofrecen los letreros. El recorrido son 4,7 kilómetros, una buena marca para iniciarse en este deporte.

  2. La carretera de les Aigües

    Durante la ruta, se puede ver Barcelona desde una posición privilegiada - abc

    Aunque sobretransitada, la carretera de les Aigües sigue siendo una de las opciones predilectas de los amantes de este deporte. Probablemente, su proximidad con la ciudad condal y su recorrido llano son dos alicientes que la hacen la referencia de todo corredor. Además, el fácil acceso permite al atleta poder escoger qué tramo de la carretera y cuánto recorrido hacer. A un lado, queda la montaña abrupta; al otro, Barcelona se antoja diminuta. La Carretera de les Aigües es una buena excusa para salir de Barcelona y hacer deporte.

    ¿Cómo llegar?

    Si se inicia la ruta en el Mirador dels Xipres y se finaliza en la Pujada de Collserola se recorren 7,85 kilómetros en poco mas de 40 minutos. Tan sólo hay un desnivel de 30 metros lo que hace a este camino bastante sencillo.

  3. Circuito por Vallvidrera

    El camino por Vallvidrera hace cima en el Tibidabo - abc

    El camino nos ofrece una de las panorámicas más hermosas de Barcelona. Desde el balcón de Collserola la gran ciudad posa para el deportista más romántico. El tramo de 8,6 kilómetros presenta un desnivel de 263 metros. Aunque casi toda la subida se cumple en los primeros 2 kilómetros y medio. Después, todo se resuelve en bajada salvo algunos toboganes que complican la carrera. Ya en el tramo final (kilómetro 7,1) hay un imponente repecho que acaba de destrozar los gemelos del corredor más experto.

    ¿Cómo llegar?

    Para comenzar el itinerario, hay que subir con funicular hasta Vallvidrera Superior. Se toman las escaleras que quedan a la derecha y se sigue el rumbo que marcan los rótulos hacia el Tibidabo. Una vez superada la cima reprendemos la dirección rumbo Can Cortés.

  4. Desde el Vallés Occidental hasta Barcelona

    Entrada a Barcelona desde el Tibidabo - Ajuntament de barcelona

    Un itinerario para aquellos a los que les gusta vanagloriarse de sus éxitos ante los amigos. «He ido desde el Valles Occidental hasta Barcelona corriendo». Para poder ser dueño de estas palabras es necesario sufrir. La ruta es un agradable paseo por el corazón de la sierra de Collserola durante más de 17 kilómetros con un desnivel de 390 metros. El recorrido atraviesa por casi todos los caminos de montaña de Collserola hasta llegar a Barcelona.

    ¿Cómo llegar?

    Se empieza en el emblemático Monastir de Sant Cugat. Desde ahí, se toma el camino de montaña que nos lleva a la ermita de Sant Medir (GR6). Tras hacer la parada de rigor en la fuente de para refrescarse unos instantes, se continua por el camino sin asfaltar hasta el Tibidabo. Ahí descubrimos un último camino que nos conduce hasta el pavimento asfaltado de Vallcarca.