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Nuevo Honda CR-V, listo para el despegue

Cuarta generación del modelo nipón comercializado en 160 países, con ventas acumuladas de 5 millones de unidades. La versión europea se fabrica desde 1998, y su última entrega, a la venta en noviembre, exhibe un diseño más agresivo. Las últimas unidades de su predecesor se ofrecen por 25.300 euros en versión especial turbodiésel Comfort Serie Especial.

e.c.
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El todocamino medio de Honda, el CR-V, se presentó por primera vez en el Salón del Automóvil de Tokio de 1995 como uno de los precursores en su tipológía. A Europa llegó en 1997, y en 1998 se empezó a fabricar en la planta que la marca posee en Swindon (Reino Unido). El segundo CR-V se lanzó a finales de 2001. Ofrecía un rendimiento y una economía de combustible muy mejorados, gracias a la introducción del motor de gasolina 2.0 i-VTEC. La introducción del prestigioso diésel i-CTDi permitió un nuevo incremento de ventas en 2005.

La tercera etapa CR-V data de 2007. Fue el primero con portón trasero de apertura vertical, una función que resultó posible al retirar la rueda de repuesto de su exterior. El restyling llevado a cabo en 2009, a mitad de su vida útil, introdujo el motor diésel i-DTEC, compatible con una transmisión automática.

Ahora, por primera vez el nuevo CR-V estará disponible con tracción a las ruedas delanteras o a las cuatro, mientras que las mejoras realizadas en la gama de motores han reducido de forma considerable consumos y emisiones. Las ventas del nuevo CR-V comenzarán en Europa en noviembre de 2012.

Hasta entonces, Honda ofrece las unidades restantes de la actual generación en condiciones especiales. Así, un CR-V 2.2 i-DTEC Comfort Serie Especial cuesta 25.300 euros (antes 29.900) con un equipamiento que contempla llantas de aleación de 17 pulgadas, tapicería mixta Alcántara/textil, sensores de parking, climatizador dual, radio-CD/MP3…

Volviendo a la cuarta entrega, adopta un diseño más agresivo. La aerodinámica juega un papel esencial a partir de líneas más definidas y un frontal más atrevido. Mantienen los pilotos traseros verticales característicos de todo CR-V, pero de estilo más tridimensional y tecnología LED.

El nuevo CR-V se ha diseñado como un automóvil global, pero la variante para Europa presenta especificaciones exteriores privativas, entre otros con luces delanteras de circulación diurna mediante diodos luminosos.

Dentro, pantalla de información múltiple inteligente i-MID de 5 pulgadas desde la que controlan los sistemas de audio, telefonía y sistema de navegación (según variantes). Para reforzar la sensación de espaciosidad, los cercos de las puertas son cóncavos, algo que de paso facilita la entrada y salida del vehículo. Los asientos delanteros, por cierto, incorporan sistema de protección contra impactos. Los traseros, como los anteriores situados en una posición más baja que antes, exhiben partición 60/40 y un mecanismo de plegado rápido en un solo movimiento.

Bajo el capó del CR-V, motor de gasolina 2.0 i-VTEC o turbodiesel 2.2 i-DTEC, ambos evolución de los disponibles en el CR-V actual pero enaltecidos en cuanto a eficiencia. Potencia y par se mantienen en el 2.2 i-DTEC, con 150 CV/350 Nm, pero las emisiones descienden de 171 a 153 g/km (10%) en las versiones con transmisión manual, y de 195 a 175 g/km en las equipadas con la caja automática de cinco velocidades.

Por lo que toca al propulsor de gasolina 2.0 i-VTEC, aumenta de 150 a 155 CV/192 Nm. , pero merma emisiones de 192 a 174 g/km en la versión manual, y de 195 a 176 g/km en la variante de transmisión automática; con tracción delantera queda en 170 g/km. Precisamente, en Europa las ventas de SUV con motor de gasolina y esta última tracción equivalen ya al 51%. Los sistemas de ahorro ECON y Eco Assist también forman parte del equipamiento de serie del nuevo CR-V.

En cuanto al chasis, introduce mejoras en suspensión y dirección. La suspensión delantera tipo McPherson y la trasera multibrazo se han perfeccionado con un aumento del 10% en los coeficientes generales de amortiguación. El incremento de la rigidez de la carrocería (la rigidez a la flexión crece un 7% y la rigidez torsional un 9) permite mayor eficacia al tren de rodaje.

A todo ello, la dirección electrónica adaptable al movimiento MA-EPS se ha perfeccionado para combinar maniobrabilidad y capacidad de reacción y respuesta a más velocidad. Coordinado con el control de estabilidad y tracción VSA, detecta inestabilidad en condiciones resbaladizas y modifica automáticamente el esfuerzo sobre el volante para indicar al conductor la trayectoria a seguir.

Por lo que toca a la tracción a las 4 ruedas Real Time AWD, abandona la doble bomba hidráulica a favor de un sistema accionado electrónicamente que ofrece una respuesta más rápida cuando se detecta falta de agarre. También reduce el peso un 17% y minimiza la fricción interna un 59%. Estos avances redundan positivamente en el ahorro de combustible.

En cuanto a sistemas de asistencia al conductor, el nuevo CR-V se sirve de los llamados ADAS, con alerta de mantenimiento de carril de Honda LKAS), control de crucero adaptativo ACC y prevención y mitigación de impactos CMBS, que advierte de una colisión inminente e incluso aplica los frenos para minimizar el posible impacto (en versiones altas de la gama).

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