DSQUARED² Life Ball Mini 2011, solidario y extremo

Desde 2001, Mini viene colaborando con la iniciativa de Gery Keszler Life Ball para luchar contra el SIDA. La compañía británica, intetegrda en la Coalición Empresarial Mundial sobre el SIDA (GBC) de la mano de sus patronos de BMW Group, protagoniza iniciativas similares en otros lugares del mundo, entre ellos África, con proyectos en comunidades locales que también ha llevado a China y Tailandia.

Este año, la colaboración de Mini con Life Ball se ha centrado en la preparación que, sobre la base de una unidad convencional de 3 puertas en versión Cooper S, han llevado a cabo los hermanos gemelos Dean y Dan Caten, que ni cortos ni perezosos lo han remodelado de arriba abajo para llegar a los confines del planeta o afrontar aventuras offroad de toda clase, a ser posible cuanto más extremas mejor, con posibilidades más allá de las que depara el todocamino de la marca, el Countryman, y no lejanas a las que permite el coche de competición

con el que el español Dani Sordo participa este año en el Mundial de Rally.

Lo llaman DSQUARED² y luce, por ejemplo, un prominente protector delantero, faros adicionales tipo rally, ventanillas sobreahumadas con rejillas internas protectoras (como el techo solar panorámico), estriberas, baca, bajos protegidos (al igual que faros y pilotos mediante rejillas), rueda de repuesto anclada al portón, neumáticos 100% de campo y chasis sobreelevado, piso interior forrado de aluminio estampado (el habitáculo es biplaza estricto, para piloto y copiloto) y hasta brújula.

Con un aspecto resultante que roza lo intimidatorio, su estreno en sociedad, claro, ha sido en el Life Ball Mini 2011, que antes vio desfilar por su particular alfombra roja interpretaciones no menos excéntricas de diseñadores como Agent Provocateur, Donatella Versace, Diesel, Missoni y Gianfranco Ferré, también involucrados en la iniciativa Life Ball.