Los momentos «políticamente incorrectos» de la gala de los Goya

El saludo de los Bardem a los manifestantes

Trabajadores de Coca-Cola, miembros de la Plataforma Antidesahucios y figurantes de cine protestaban a la entrada del Hotel Auditorium y ahí fueron los miembros de la familia Bardem a apoyarlos con su presencia.

Primero les aplaudió Carlos Bardem, que llegó antes, y luego se acercaron a ellos Javier y Pilar Bardem, quien no hizo caso de las indicaciones del personal de seguridad y recogió una pegatina reivindicativa de los trabajadores.

Poco después llegaba Antonio de la Torre, nominado como actor principal por «Caníbal», y también se ha acercado a los manifestantes, a quienes ha saludad puño en alto, y se ha llevado una pegatina que ha enseñado en el photocall, al igual que hizo el realizador Fernando Trueba.

Javier Bardem y su «Ministro de anticultura»

Javier Bardem era uno de los encargados de entregar un premio Goya y aprovechó su presencia en el escenario para tomarse la licencia de dar un pequeño discurso, nada habitual en la figura de un «entregador» y que ninguno de sus compañeros repitió.

Bardem dijo que «afortunadamente, los ciudadanos siempre están por encima de sus políticos. Y nuestra industria, nuestro cine hecho con cariño, con esfuerzo, con disciplina y con muchísimo talento está muy por encima de nuestro ministro de anticultura», en clara referencia a Wert.

Alegato a favor del aborto: «Yo no quiero que nadie decida por mí»

Dos actrices que recogieron sendos Goya reivindicaron desde el atril el derecho al aborto. La primera fue Natalia de Molina quien, visiblemente nerviosa, repitió una frase de su personaje en la película Vivir es fácil con los ojos cerrados: «Yo no quiero que nadie decida por mí», dijo con un sentido de defensa del aborto.

La mejor actriz protagonista, Marian Álvarez, también aprovechó su discurso para dedicar el premio «a todas las mujeres que pelean por nuestros derechos. No van a permitir que nada ni nadie decida por nosotras».

Las «bromas» de Manel Fuentes

La ausencia del ministro de Cultura, José Ignacio Wert, en la gala, se convirtió en una presencia constante en forma de referencias a su figura. De ello se encargó el conductor de la gala, Manel Fuentes, que arrancó el evento con la frase: «Son los primeros Goya sin ministro de Cultura. Para venir aquí y encerrarse con vosotros dos horas y media hace falta valor».

También se acordó del ministro de Hacienda a lo largo de diferentes momentos de la noche: «Tampoco ha venido el ministro Montoro. No se lo tengáis en cuenta aunque él sí que nos tenga en cuenta... corriente».

Mariano Barroso y el día de las Fuerzas Armadas

El director de Todas las mujeres, premio al mejor guión adaptado por su película, comenzó su discurso de agradecimiento con la frase: «Si el ministro de Defensa no fuera al desfile de las Fuerzas Armadas, su jefe lo despediría al día siguiente», en clara referencia a José Ignacio Wert.

Luego dijo a los allí presentes que ellos eran «las Fuerzas Armadas» del cine español y se despidió de la gala.

Las críticas de González Macho

El presidente de la Academia de Cine dedicó un duro discurso a los políticos presentes y ausentes en la gala: «Las críticas no son agradables pero entiendo que son necesarias» decía al comenzar un discurso en el que se quejó del alza de impuestos: «Seguimos sufriendo la injusticia del IVA cultural que ha demostrado su ineficacia y que ha causado precisamente los efectos contrarios a los que se pretendía».

«Créanme que hacer una película hoy en día en nuestro país es totalmente un acto heroico», ha lamentado González Macho, quien terminó su discurso intentando ofrecer muestras de optimismo. Animaba a «unir fuerzas» y a creer en los sueños, porque «el futuro pertenece a quien cree en ellos», ha dicho. «Vamos a ir hacia adelante», prometía.

El «Ay Wert, Wer» de Roberto Álamo

El polifacético actor de cine, teatral y de televisión, que ganaba su primer Goya, salió al escenario dispuesto a que no se olvidara al gran ausente de la noche. «Ay Wert, Wert. Este premio no está dedicado a ti».

Luego siguió su discurso con referencias y agradecimientos y un recuerdo para el fallecido Phillip Seymour Hoffman.

Fernando Franco se acuerda de la educación y la cultura

El director de La Herida, Fernando Franco, aprovechó su premio a mejor director novel para acordarse en su disertación de los «momentos delicados para la educación y la cultura» que se están viviendo.