Paco Torres, un pícaro de mucho «cuidao»
Lleva dedicado al teatro «como profesional», matiza, más de veinte años y acaba de terminar la gira de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con «Peribáñez y el Comendador de Ocaña».

TOLEDO. Francisco Torres Fernández (Los Navalmorales, 1952) no para. Ha concluido la gira de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con la obra «Peribáñez y el Comendador de Ocaña», de Lope de Vega, montaje estrenado el pasado julio en el Festival de Almagro (Ciudad Real) y en el que Paco Torres, como se le conoce en el mundo de las bambalinas, ha interpretado los personajes del segador Chaparro y del Secretario Real.
Ayer estuvo en Talavera para conocer el Mercado Medieval que se celebra el primer sábado de cada mes, porque la organización le ha pedido su colaboración para un montaje teatral. Mañana, comienza a grabar un capítulo de la aclamada serie de televisión «Cuéntame» (RTVE), en el que hace de tabernero y «espero que el personaje tenga continuidad». Y ya trabaja, para el verano, en su espectáculo de jácaras (obras cortas del siglo XVII en las que se contaban, por lo general, hechos de la vida airada), que él mismo escribe, dirige e interpreta junto al músico y actor Alfonso Asenjo por los pueblos de Dios. La pareja forma el ñaque «Los pícaros ambulantes», vocablo acuñado por Agustín de Rojas Villandrando en el siglo XVII y que Paco Torres sigue utilizando para describir a la compañía formada por dos actores.
La relación del toledano con el teatro -«como profesional», puntualiza- arranca hace veinte años «o más», porque ya ni se acuerda. También es músico -tuvo su propia orquesta, la «Piraña», y grabó discos- y ha trabajado en varias películas; la última, «El oro de Moscú», de Jesús Bonilla; series de televisión y en el doblaje.
Paco Torres contesta a las preguntas de ABC mientras curiosea, inquieto, entre los libros de la pequeña biblioteca de la delegación del periódico en Toledo. «Hay mucho intrusismo y esto va camino de la vulgaridad absoluta», afirma cuando se le pregunta por el mundo de la interpretación.
«Nasti, el del jamón»
Con «Los pícaros ambulantes», Paco Torres ha ¿conseguido? que un sucedido en Los Yébenes esté recogido en el diccionario de términos teatrales y anécdotas que ha escrito Javier Dotú. «Ocurrió el 31 de mayo de 1999, cuando Alfonso Asenjo y yo actuamos en Los Yébenes con «Ruta arriera por los Montes de Toledo», obra escrita por mí. El alcalde de entonces, Vidal Gallego, nos regaló un jamón a cada uno, pero el alcalde de ahora, Anastasio Priego, que era concejal, nos pidió uno para repartirlo entre los jubilados y prometió devolverlo. Se lo hemos reclamado varias veces, hasta en público en otra interpretación en Los Yébenes, pero no hay forma... Desde entonces, para Alfonso y para mí, Anastasio Priego es «Nasti, el del jamón». Mi compañero es el que está más dolido, porque era su jamón», cuenta Paco entre risas.
El actor toledano pretende con las jácaras de «Los pícaros ambulantes» -adaptadas a la vida del pueblo en el que actúan- acercar al respetable la cultural popular, «que se ha perdido». El Puente del Arzobispo, Talavera y El Romeral pueden ser los próximos destinos de Alfonso y Paco, dos pícaros llamados Expósito de Henares -personaje inventado que interpreta el primero- y Añasco de Talavera, en la piel del actor de Los Navalmorales, que existió en el siglo XVII y sobre el que Quevedo escribió una jácara.
Con todo, Paco sigue meditando ampliar su espectáculo de «Los pícaros ambulantes», -no lo quiere desvelar, por si acaso-, para lo que necesita mucho dinero. El maldito parné.
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