Las mejores anécdotas del Príncipe en Iberoamérica
Don Felipe ha sido testigo de bombardeos, terremotos y peleas a puñetazos en las 69 tomas de posesión a las que ha asistido. A veces ha transmitido mensajes delicados del Gobierno
Actualizado: GuardarDon Felipe ha sido testigo de bombardeos, terremotos y peleas a puñetazos en las 69 tomas de posesión a las que ha asistido. A veces ha transmitido mensajes delicados del Gobierno
123456Guatemala 96: Pasó revista alumbrado con los faros de un jeep
Don Felipe saluda en 1996 al presidente de Guatemala, Alvaro Arzu, y su vicepresidente, Luis Alberto Asturias, durante el acto de toma de posesión celebrado en el Palacio Presidencial de Guatemala. - efe El Príncipe de Asturias nunca olvidará el primer viaje que realizó para representar a España en la toma de posesión de un presidente iberoamericano. Fue el 15 de enero de 1996, cuando asistió a la toma de posesión del presidente de Guatemala, Álvaro Arzú. Hasta entonces, a los relevos presidenciales solía ir Felipe González. En aquella época el Heredero de la Corona volaba en un pequeño Falcon de la Fuerza Aérea Española que tenía que hacer dos o tres escalas para cruzar el Atlántico. Aquella noche aterrizó en el aeropuerto de Guatemala a oscuras y tuvo que pasar revista alumbrado por los faros de un jeep. Desde entonces, ha asistido a 69 tomas de posesión. En algunas de ellas ha transmitido mensajes delicados del Gobierno.
Machu Picchu 2001: Juramento en las ruinas incas
Alejandro Toledo hace un juramento simbólico en Machu Picchu en recuerdo de sus raíces indígenas - pool Desde 1996, el Príncipe de Asturias ha asistido a 69 tomas de posesión de mandatarios iberoamericanos. Ha sido testigo de relevos de todo tipo: pacíficos, pintorescos, desesperadamente largos, tensos o muy complicados. Algunos se han celebrado en palacios y congresos, otros en estadios de beisbol y plazas públicas, e incluso en las ruinas de Machu Picchu, como el de Alejandro Toledo (Perú, 2001).
Colombia 2002: Relevo bajo un sangriento bombardeo
Soldados y equipos de rescate trabajan entre los escombros en Bogotá tras la explosión de una bomba mientras juraba Álvaro Uribe como presidente de Colombia - AFP La investidura de Álvaro Uribe (Colombia, 2002) se celebró bajo el estruendo de un bombardeo de las FARC en el que varios proyectiles cayeron muy cerca del Capitolio Nacional. Los atentados dejaron 17 muertos, tres niñas entre ellos, y 64 heridos. Entre los invitados a la ceremonia hubo gran desconcierto, pero el Príncipe decidió quedarse y llamó por teléfono al presidente del Gobierno para informarle de su situación: «Yo no me muevo».
México 2006: Batalla campal a puñetazos
Diputados de ambos bandos se liaron a puñetazos en la ceremonia de toma de posesión de Felipe Calderón - epa Don Felipe fue testigo en México en 2006 de una de las tomas de posesión más complicadas de este país norteamericano. El relevo de Felipe Calderón se redujo a tres minutos de duración y acabó a puñetazos entre los diputados de uno y otro bando porque la oposición intentó boicotear la investidura con la violencia.
Honduras 2006: El presidente quería llegar a caballo
Manuel Zelaya, con su sombrero, en una imagen de archivo - reuters El relevo más llamativo de todos a los que ha asistido el Príncipe de Asturias habría sido el de Manuel Zelaya (Honduras, 2006) si el presidente hondureño se hubiera salido con la suya. Zelaya quería hacer su entrada a caballo en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, pero sus asesores se lo desaconsejaron y desistió. El peculiar político sí consumó otras extravagancias, como acudir acompañado de su guitarra a reuniones políticas en las que empezaba a cantar.
Chile 2010: Desalojado tras dos terremotos de alta intensidad
Don Felipe reacciona ante el terremoto de 7,2 grados registrado en Valparaiso mientras juraba el presidente de Chile - efe La toma de posesión de Sebastián Piñera como presidente de Chile se vio sacudida por dos terremotos de alta intensidad (7,2 grados en la escala de Richter) que obligaron a suspender los discursos y a desalojar el edificio en el que se estaba celebrando la investidura porque al seismo le siguió una alerta de tsunami.
