Así maquillan sus cuentas algunas empresas sin que nadie las pille
Jenaro García, consejero delegado de Gowex - efe

Así maquillan sus cuentas algunas empresas sin que nadie las pille

Ocultación de gastos, empresas pantalla, ingresos falsos o movimientos entre ejercicios son algunas de las fórmulas más habituales en la alquimia contable

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Ocultación de gastos, empresas pantalla, ingresos falsos o movimientos entre ejercicios son algunas de las fórmulas más habituales en la alquimia contable

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  1. El caso de Gowex

    Jenaro García, consejero delegado de Gowex
    Jenaro García, consejero delegado de Gowex - efe

    La empresa de wifi Let's Gowex, una desconocida hasta hace poco para el gran público, ha saltado recientemente a la palestra informativa por haber pasado cuatro años con una contabilidad de ciencia ficción. No es ni será la última vez que una empresa maquilla sus balances. Bankia o Pescanova han protagonizado casos recientes de responsabilidad penal por malabares financieros. Pero, ¿cuáles son las fórmulas más usadas en la alquimia contable?

  2. A bolsa todo «bonito»

    Imagen de la Bolsa de Madrid del 7 de julio
    Imagen de la Bolsa de Madrid del 7 de julio - efe

    Las empresas que cotizan en bolsa deben presentar datos contables de forma trimestral. En base a estas cuentas, los inversores apostaran por ellos o no. Por eso, el precio de una acción depende del estado financiero de la compañía. Si los datos presentados son peores que los anteriores inevitablemente las acciones caerán en picado, perjudicando a sus propietarios.

    Existe un incentivo muy grande para «maquillar» las cuentas cada tres meses y eso hace que muchas empresas recurran a técnicas contables para que sus balances estén siempre «bonitos», aunque eso suponga obrar al límite de la legalidad.

  3. Empresas vinculadas

    Jenaro García
    Jenaro García - efe

    Gotham, la compañía que destapó las cuentas de Gowex descubrió que un 30% de las transacciones estaban relacionadas con varias empresas que eran distintas, pero que contaban con las mismas personas en los puestos directivos.

    Si quien compra y quien vende en realidad es el mismo ente, no hay transacción ni beneficio, solo movimientos de capital sin sentido y a la hora de la verdad, pérdidas para un único empresario.

  4. Ocultar gastos

    A pesar de que la creatividad contable es infinita en el fondo existen dos formas básicas de falsear un balance: multiplicar lo que uno gana o esconder lo que uno gasta. Ocultar gastos es siempre unas recurso más para que el balance final salga positivo. Ejemplo paradigmático es el caso de WorldCom, una empresa estadounidense de telecomunicaciones que se declaró en quiebra en el año 2002.

    WorldCom transformó durante tres años los gastos corporativos en inversiones de capital, llevando una contabilidad paralela en la que parecía que había obtenido beneficios, cuando en realidad acumulaba tres años en números rojos y sobrevivía a base de créditos de entidades como J.P. Morgan Chase, Citigroup y General Electric. Para cuando se destapó el fraude WorldCom debía 11.000 millones de dólares.

  5. La contabilidad B

    Desde salarios pagados en negro hasta ingresos que provienen de ganancias ilícitas y se camuflan con los buenos, pasando por facturas falsas o sin IVA. La famosa contabilidad B de las empresas es invisible para las auditorías y en muchas ocasiones más cuantiosa que la A.

  6. De un ejercicio a otro

    Otra estrategia que habitualmente utilizan las empresas para que todo cuadre es el traslado de gastos e ingresos de un ejercicio contable a otro.

    Por ejemplo una hipotética empresa puede firmar un contrato que diga que le van a pagar 200.000 euros en cinco años, multiplicarlos y hacerlos figurar como ingresos del año actual aunque no los tenga en sus manos.

  7. Valorar activos por encima de su valor real

    Rodrigo Rato es el expresidente de Bankia
    Rodrigo Rato es el expresidente de Bankia - ines baucells

    La crisis de Bankia en el 2012 es ejemplo de libro para este caso. Si su valor en Bolsa en junio de 2012 era de 2.000 millones, el valor contable, el que figuraba en los libros, era de 8.500 millones y el que le otorgaba el Banco Financiero y de Ahorro era de hasta 12.000 millones.

    El desfase era tan grande que si se rebajaba el valor de la entidad a su nivel real y se dejaba que se hundiera sola se podía crear un cisma en el sistema financiero español. El resultado fue el mayor rescate de una entidad financiera española de la historia.

    -Este artículo se ha elaborado con la ayuda de Carlos Cruzado, presidente de Gestha-

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