
NFL 2013: La batalla deportiva más impredecible del planeta
Los Baltimore Ravens se miden a los Broncos de Peyton Manning para levantar el telón de la NFL
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123Un deporte que fascina en Estados Unidos
Los jugadores de Houston Texans y Dallas Cowboys, durante un partido de pretemporada - efe «Los ganadores nunca se rinden, los cobardes no ganan jamás». La cita pertenece a Vince Lombardi, uno de los entrenadores más emblemáticos de la historia del fútbol americano y que ahora da nombre al trofeo del ganador de la Super Bowl, la gran final de una mastodóntica NFL que fascina al otro lado del Atlántico y levanta su telón este jueves en Denver sin un favorito claro.
Ninguna liga en todo el mundo tiene unos datos de asistencia tan altos como los de la NFLLa fiesta del fútbol americano vuelve esta noche, 214 días después, a la casilla número uno del tablero con el atractivo duelo entre los últimos campeones, los Baltimore Ravens, y los Denver Broncos (Canal+Deportes, 02.30 horas de la madrugada en España, con previa desde las 02.00h), candidatos a sucederles en el trono. Pero en la NFL las certezas no existen, inútiles cada año las quinielas de principios de temporada para intentar descifrar el rumbo de la mejor liga del mundo: casi cada año cualquiera de los 32 equipos que componen el campeonato puede resultar campeón, en parte gracias al draft y al límite salarial que cada año equilibran las fuerzas de los más débiles.
Los números asustan. Ninguna liga genera tanta expectación en los estadios como la NFL, con una media de 67.000 espectadores por partido, a años luz de los 45.000 de la Bundesliga y los 28.000 de la Liga. Un negocio redondo que también barre en la televisión, que reporta todavía más dinero a una competición que la pasada temporada se embolsó nada menos que 9.000 millones de dólares; las 32 franquicias figuran entre las 52 entidades deportivas más valiosas del planeta según Forbes. Cifras de vértigo protagonizadas por los gladiadores del siglo XXI en un espectáculo de una enorme intensidad que a este lado del Atlántico a veces no se entiende por sus continuas interrupciones, que solo son pequeñas paradas en medio de la batalla para respirar un segundo y preparar el zafarrancho de la siguiente jugada.
Según el sindicato de jugadores la vida deportiva de un profesional no llega a los 4 añosUn partido de «football» es una guerra de trincheras, estudiada al milímetro la estrategia por los entrenadores, coordinadores defensivos y ofensivos. Pero también es una danza, una coreografía imperfecta interpretada por guerreros, siempre violenta, pero en un sentido nada despectivo: es un espectáculo brusco, que se ejecuta con ímpetu e intensidad extraordinarias. Los golpes son tan duros como reales, sin trampa ni cartón: la carrera de un jugador dura un promedio de tres años y medio según datos de la asociación de jugadores, aunque la NFL eleva la media hasta los seis años.
Algunas estrellas rompen la estadística. Como el caso de Peyton Manning, estrella de los Broncos a sus 37 años, que debutó en 1998. Excepciones en todo caso. Las heridas de guerra sufridas en el campo son permanentes, y a menudo se intensifican con el paso de los años. El problema es mayúsculo en el caso de las conmociones cerebrales y golpes en la cabeza: los jugadores de «football» retirados tienen tasas de Alzheimer, demencia y otras enfermedades relativas a la memoria significativamente más elevadas a las del resto de la población. Una semana antes del estreno, la NFL llegó a un acuerdo para frenar las demandas de más de 4.000 exjugadores y sus familias, que acusaban a la liga de ocultar estos riesgos, a cambio de 765 millones de dólares.
Pocas certezas y demasiados favoritos
Joe Flacco levanta el Vince Lombardi después de la XLVII Super Bowl - REUTERS Cerrado el capítulo legal de las conmociones -el debate moral seguirá abierto-, el público se prepara para otra temporada rodeada de incógnitas. Para empezar en el «kickoff» de esta noche, que debía haberse disputado en Baltimore pero se jugará en Denver por que los Baltimore Orioles de la MLB juegan a escasos 600 metros del estadio de los Ravens también este jueves.
El estreno de la temporada es incierto porque los campeones, los Ravens de Flacco, se presentan con sensibles bajas en defensa respecto a la última Super Bowl. Enfrente estarán los Broncos de Peyton Manning, uno de los mejores quarterbacks de la historia que busca, a sus 37 años, su segundo anillo. La franquicia de Denver, temible en ataque, ha sido señalada por muchos como la máxima favorita al campeonato, pero tendrán que lidiar con la sensible ausencia de Von Miller en los primeros seis partidos del año.
Los pronósticos son tan inciertos que la nómina de candidatos se abre hasta una docena de equipos, casi la mitad del campeonato. Además de los Broncos, todos señalan a los Seattle Seahawks, que cuentan con la mejor defensa de la NFL y un quarterback con una enorme proyección. Eso sí, tendrán que superar a sus copañeros de división, los San Francisco 49ers que llegaron a la última Super Bowl con la relevelación Colin Kaepernick al timón.
En esa conferencia Nacional destacan también los Green Bay Packers, siempre peligrosos por Aaron Rodgers, el mejor quarterback de la liga, aunque esta temporada han perdido a Charles Woodson, Greg Jennings y Bryan Bulaga. En la división sur los focos se centran en los Atlanta Falcons de Matt Ryan, que se han movido con habilidad durante el verano para elevar el nivel del equipo.
En la conferencia Americana vuelven a emerger los New England Patriots como favoritos a la Super Bowl en el enésimo proyecto de Bill Belichick y Tom Brady, que deberán que lidiar con la polémica extradeportiva causada por Aaron Hernández, acusado de asesinato. La división norte se perfila como una de las más disputadas, con los Baltimore Ravens en plena reconstrucción por la marcha de varias estrellas después de su victoria en la pasada Super Bowl y unos Cincinnati Bengals que quiere seguir progresando para luchar por su primer título. Sin olvidar a los Houston Texans, en la división sur, que barrieron en el inicio de la pasada temporada para diluirse en las últimas semanas. Una quiniela imposible.
Una nueva generación de quarterbacks
Robert Griffin III, uno de los quarterbacks llamados a revolucionar la NFL - afp La temporada además se presenta apasionante por la nueva generación de quarterbacks que han llegado para revolucionar el campeonato. Son atletas completos, fuertes para lanzar pases profundos y extremadamente ágiles para correr con el balón. Expertos en ejecutar la «read option», una jugada destinada a engañar al personal en la que el quarterback espera a ver los movimientos de la defensa rival antes de decidir si lanza el balón o sale corriendo con él bajo el brazo.
Esta estrategia, capaz de marear a la realización de televisión, llega desde el «football» universitario, que goza de una enorme popularidad en Estados Unidos. Allí ya brillaron los Andrew Luck (Indianapolis Colts), Russel Wilson (Seattle Seahawks), Robert Griffin III (Washington Redskins), Colin Kaepernick (San Francisco 49ers) o Cam Newton (Carolina Panthers), que con ese estilo intentan desplazar a quarterback ortodoxos como Tom Brady o Peyton Manning, dominadores de la última década.
De Londres a Nueva York
Alicientes no le faltan a un espectáculo acostumbrado a adaptarse a los tiempos que en los últimos años intenta abrirse camino en el mercado europeo. Este año, por primera vez, se disputarán dos partidos de la temporada regular en el estadio de Wembley, en Londres, convertido en punto de reunión para los hinchas de la NFL en toda Europa. De todas formas, el «football» todavía es un coto privado americano: ningún español ha llegado a jugar en una NFL que batió el año pasado el récord de audiencia en televisión con 164 millones de espectadores.
Nueva York acogerá por primera vez la Super Bowl el 2 de febrero de 2014, bajo la amenaza de intenso fríoLas franquicias miman al público local con grandes fiestas en cada partido, homenajes a retirados y todo tipo de campañas destinadas a la comunidad, con guiños hasta las fuerzas armadas o la lucha contra el cáncer de mama. Un campeonato puntero también en el terreno tecnológico, que ha aprendido a explotar sin intermediarios los partidos en el extranjero a través de Internet e implantó hace años la revisión de las jugadas más polémicas por vídeo. Esta temporada los equipos estarán obligados a mostrar en los videomarcadores tanto las repeticiones de esas acciones, algo vetado por la FIFA en el fútbol, como las imágenes del interior del vestuario del equipo local. Todo para seducir a un aficionado entregado, que entiende el «football» como otro acto de patriotismo.
El curso acabará, por primera vez en la historia, con una Super Bowl en Nueva York, en el espectacular MetLife Stadium. Será la primera vez que el título se dispute en un estadio al aire libre con clima frío, lo que podría derivar incluso en un partido sobre la nieve. «Los riesgos han sido calculados, estamos preparados para cualquier contingencia», explican desde la NFL. Queda un largo camino hasta Nueva York, mil interrogantes por descifrar. La fiesta comenzará esta noche, a casi 3.000 kilómetros, en Denver, segundos después de que la jovencísima Danielle Bradbery interprete el himno de los Estados Unidos. «It's Football Time».