Audi e-Mobility, eficiencia sostenible

Conforme a los puntos esenciales planteados por la 11ª edición de la Michelin Challenger Bibendum, Clean (limpio), Safe (seguro) y Connected (conectado), Audi daba a conocer diversos prototipos y reflexiones sbobr nuevas tecnologías medioambientalmente responsables.

Entre los más interesantes, un proyecto sobre producción ecológica de e-Gas; es decir, gas metano similar al gas natural pero de producción sintética resultado de una cadena de producción sostenible sin emisiones. El proyecto comprende recursos y transformaciones que, sin producir emisiones nocivas, generan los combustibles que en el futuro usarán los vehículos. El primer eslabón son los aerogeneradores. Audi ha invertido en 4 grandes generadores instalados en el Mar del Norte, con una potencia de 3,6 MW cada uno (total anual de de 50 GWh de energía eléctrica) capaces de cubrir la demanda de una pequeña ciudad.

La planta piloto de este proyecto está ubicada en Werlte (Alemania), en la costa donde se han instalado estos grandes aparatos.

El siguiente componente son los tanques para producir hidrógeno (H2) a partir de agua por medio de electrólisis, proceso del que se obtiene hidrógeno y, como subproducto, oxígeno que se envía a la atmósfera. La genialidad del sistema reside en que los generadores eólicos no paran mientras haya aire, y la energía eléctrica no consumida se puede almacenar produciendo hidrógeno que, a su vez, genera un gas necesario en la biosfera: el oxígeno. Por supuesto, el hidrógeno se puede emplear directamente en los coches con pila de combustible, pero en este proyecto, y dado que todavía no se comercializan vehículos impulsados por esta tecnología, este elemento no se empleará en esta fase.

El tercer componente es el sistema de metanización, producción de gas metano, principal componente del gas natural. Para la producción se utiliza, en un reactor químico, el hidrógeno producido anteriormente junto con CO2, gas de efecto invernadero que se captura de una planta de residuos, lo que evita que 2.800 toneladas de CO2 salten a la atmósfera. En la reacción química, además, se producen agua y metano, denominado por Audi e-Gas por ser de procedencia ecológica y sostenible.

Este gas se inyecta en las redes de suministro y se emplea en los coches preparados para CNG, como el nuevo A3 que a final de año llega en una variante adaptada a este combustible. La combustión de CNG, o e-Gas, produce CO2, pero como el metano tiene un solo carbono, comparado con el GLP que tiene 3 y 4 o con la gasolina, de 8 en adelante. Su combustión produce menos partículas y CO2 por el número de carbonos, en orden a un 25 a 30% de reducción.

Analizado desde el punto de vista económico, para el usuario la pérdida de eficacia energética derivada de la combustión de e-Gas, aproximadamente un 20%, con el consiguiente aumento de consumo en esa magnitud, se compensa por el menor precio vigente de este carburante, más o menos un 50% inferior al de la gasolina, de modo que la ecuación resulta sumamente favorable para usuario.

Recopilando: el proyecto emplea energía eólica para producir hidrógeno y, como subproducto, libera oxígeno y captura CO2, que junto al hidrógeno produce e-Gas, y como subproducto agua. El metano se emplea en coches y casas en un proceso que genera menos CO2 que la gasolina. Parece una idea fantástica, y lo mejor es que funciona. Además, cada fase produce energía limpia para el automóvil, pues la energía obtenida de los aerogeneradores, en la primera etapa, también permiten alimentar coches 100% eléctricos. La segunda fase, hidrógeno para los coches con pila de combustible, y la tercera metano para los que usan CNG. La planta de producción de gas se inaugurará en 2013 coincidiendo con la llegada al mercado del nuevo Audi A3 T-CNG.