Con «Prometeu», un montaje de Carme Portaceli basado en la versión que Heiner Müller hizo del texto de Esquilo, se levanta el domingo el telón del Grec Festival de Barcelona, que a lo largo de más de mes y medio llenará los escenarios de la ciudad de propuestas diferentes.
«Prometeu» abre el Festival Grec de Barcelona
El certamen, dicen sus responsables, «mantiene su compromiso con la calidad, con una programación heterogénea y propuestas nacionales e internacionales pensadas para satisfacer al público más incondicional y también, como en las anteriores ediciones, atraer a un público mucho más amplio y menos habitual del festival».
Sesenta y cinco espectáculos en casi una treintena de espacios de la ciudad conforman la oferta de este año del certamen que dirige Ricardo Szwarcer. Japón y sus artes escénicas son protagonistas indiscutibles de la programación, con quince distintas propuestas, algunas de ellas nacidas en España y que suponen una mirada diferente sobre una cultura tan diferente como fascinante. Entre ellas figuran «Spectra \[Barcelona\] test pattern \[live set\]», del músico Rioji Ikeda —y que sirve también como inauguración del Sonar, el festival barcelonés de música electrónica—; «Ki», una creación de Cesc Gelabert y Frederic Amat, en coproducción con el teatro de kabuki Yachiyoza de Yamaga; «La cámara lúcida», de Shiro Takatani; «Hot Pepper, Air Conditioner and The Farewell Speech», de Toshiki Okada; o «Nô», un espectáculo de Joan Ollé sobre la obra de Yukio Mishima.
Sesenta y cinco espectáculos en casi una treintena de espacios de la ciudad conforman la oferta de este año del certamen que dirige Ricardo Szwarcer
La propia Carme Portaceli firma junto a Pablo Ley la dramaturgia de esta función que es, dice la directora, «la historia de la rebelión que siempre ha sido marginada o apartada». Prometeo se rebela contra el poder absoluto de Zeus, «le roba el fuego para dárselo a los hombres y después les enseña las letras, los números, el uso del fuego para la industria y el uso de las plantas para curar enfermedades». «Por eso se le castigará a sufrir eternamente, aislado del mundo, como muestra de lo que sucede cuando alguien se rebela contra el que está más arriba. Heiner Müller hace una traducción tan fiel del “Prometeo” griego de Esquilo que convierte el mito en un compendio de contradicciones, de miedos, de soberbia... De todos los sentimientos que atormentan al ser humano».
«Prometeo» —que viajará después al festival de Mérida—cuenta como protagonista con Carme Elías. Al igual que hiciera Tomaz Pandur hace algo más de un año en su polémico «Hamlet», Carme Portaceli ha elegido a una mujer para encarnar a un personaje masculino. «Viendo el texto —ha dicho la actriz— jamás me pregunto si es un hombre o una mujer; a veces me sale hablar de ella, a veces de él, estamos hablando de seres humanos, que encarnan ideas y que transportan mensajes y que son los dioses. Prometeo soy yo y creo que esto (lo de hombre o mujer) no genera ni añade nada más, a Carmen le pareció que yo podía hacerlo y es el mayor reto profesional que he tenido en mi vida».



















