La víctima es Eduardo Antonio Puelles García, de 49 años y jefe de la Brigada de Información en Bilbao. Su mujer dio la voz de alarma al no localizarle. El agente chilló pidiendo ayuda mientras ardía su coche, al que la banda adosó una bomba-lapa
Extracto del vídeo en directo de elcorreodigital.com
Actualizado Viernes, 19-06-09 a las 19:42
ETA ha asesinado a Eduardo Antonio Puelles García, un inspector del Cuerpo Nacional de Policía destinado a la Brigada de Información y especializado en la lucha antiterrorista, al colocar una bomba lapa en los bajos de su coche que estalló a las 9.05 de la mañana en la localidad vizcaína de Arrigorriaga, limítrofe con Bilbao, según han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista. Se trata de la primera víctima mortal de ETA este año, después de asesinar en diciembre de 2008 al empresario Ignacio Uría. La banda ha elegido en esta ocasión el 22 aniversario del sanguinario atentado en el Hipercor de Barcelona, cuando asesinó a 21 personas.

Fuentes de la lucha antiterrorista han informado de que las primeras investigaciones relacionan el atentado que ha costado la vida al inspector de Policía con otros tres atentados con explosivo cometidos en los últimos dos años por ETA en un radio de escasos kilómetros, entre el barrio bilbaíno de La Peña y el colindante municipio de Arrigorriaga.
El coche de Puelles García se encontraba estacionado en un párking del barrio de Santa Isabel, muy próximo a su domicilio. Su esposa ha sido quien ha dado la voz de alarma al no poder contactar con su marido, intentos vanos que han confirmado los compañeros de trabajo del inspector, por lo que han alertado de que el inspector podría ser la víctima.
El atentado se ha producido en la calle Olatxu, del barrio de Santa Isabel, en los límites con el barrio bilbaíno de La Peña, cuando el inspector ha puesto en marcha el vehículo. Una bomba-lapa colocada en los bajos ha estallado provocando un gran incendio y una intensa columna de humo que se ha extendido a al menos otros cinco turismos.
Según ha relatado un testigo presencial del atentado, la víctima chilló pidiendo ayuda tras la explosión, pero las llamas que envolvían al coche han hecho imposible socorrerle. El cuerpo del funcionario ha quedado en el interior del coche hasta que los bomberos han logrado sofocar el fuego hacia las 10.00 de la mañana y confirmar la muerte del policía nacional, que ha quedado absolutamente calcinado. Esta circunstancia ha dificultado la identificación de Puelles, hasta que el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, no ha podido más que confirmar la muerte.
Este mismo testigo y su pareja eran las únicas personas que se encontraban en el aparcamiento exterior de la calle Santa Isabel para recoger sus respectivos coches, en el momento de la explosión. Cuando ellos se metieron en el coche, la víctima ha encendido el motor y se ha producido el estallido, junto al depósito de combustible, y compuesta por entre kilo y medio y dos kilos de explosivo. «El coche estaba arrancado, ha querido salir y de repente ha estallado. Lo único que hemos sentido han sido chillidos y gritos», ha destacado el hombre que estaba a unos diez metros del coche del policía. El mismo testigo, visiblemente impresionado, ha lamentado que no ha podido socorrer a la víctima porque las llamas le impedían acercarse.
¿Cómo conocía ETA las placas «reservadas»?El inspector de la Brigada de Información de Bilbao tenía 49 años, estaba casado y era padre de dos hijos, de 16 y 21 años, ha informado el departamento de Interior, era natural de Baracaldo, aunque vivía en Arrigorriaga «de toda la vida» -según los vecinos de la zona- y estaba destinado en la comisaría de Indautxu, en Bilbao. Puelles ingresó en el Cuerpo Nacional de Policía en 1982 y ascendió a inspector de Policía en 2002. Tiene un hermano que también trabaja en el Ertzaintza, la Policía autónoma vasca. Convivía con el temor a ser objetivo de un atentado etarra, como el resto de su compañeros de grupo destinados en el País Vasco. A pesar de eso, tenía que seguir aparcando el coche cada noche en la calle y su hermano ertzaina gritaba esta mañana, según los vecinos, contra la fatalidad de que hubiera aparcado una vez más en un sitio peligroso, donde roban a menudo los coches, pero que es el único libre en la zona a última hora de la tarde.
El atentado ha despertado la incógnita, en la que se trabajará a partir de ahora, de cómo contaban los etarras con la información de que el coche que ha estallado era el perteneciente a un inspector jefe de la Brigada de la Información cuyas placas eran «reservadas», han comentado fuentes de la lucha antiterrorista.
ETA asesina a un inspector de la lucha antiterrorista en Vizcaya
De hecho, todos en el barrio le conocían a él, a su mujer y a sus dos hijos y también a sus dos hermanos, a su hermana y a su madre. La familia viven desde hace décadas en el mismo barrio de Santa Isabel, en el número 70 de la calle Olatxu, y el inspector de Policía asesinado residía en el mismo inmueble desde que se casó, hace unos veinte años. Era un objetivo fácil para ETA en un barrio en el que fuentes del PSE comentaban a ABC que hay un comando de información activo, dado que ha habido varios atentados en la zona.

La madre ha requerido asistencia médica inmediata cuando ha conocido la muerte de su hijo. Su hijo de 19 años fue quien tuvo que identificarle. Su mujer, Paqui, salió en zapatillas de casa tras la explosión, y sufrió un ataque de ansiedad tras enterarse de que su marido era la víctima del atentado. Ella y también los dos hijos del fallecido tuvieron que ser evacuados al hospital de Basurto para ser atendidos por facultativos médicos ante el estado de conmoción en el que se encontraban.

Los restos mortales del inspector jefe han llegado antes de las 17.00 de esta tarde a la Subdelegación del Gobierno de Vizcaya, en Bilbao, donde se ha instalado la capilla ardiente.

Fuentes del Gobierno han informado de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, impondrá esta tarde una medalla a la última víctima de ETA. El féretro con los restos de Puelles García fueron recibidos en la Subdelegación del Gobierno por el capellán militar de la zona y dos guardias de honor de cada uno de los tres cuerpos policiales que operan en Vizcaya: Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Ertzaintza. La capilla ardiente se abrirá al público a las 18.00 horas y está previsto que acudan, entre otros, el lehendakari, Patxi López, y el presidente del PP, Mariano Rajoy.
Tras el levantamiento del cadáver en el lugar de los hechos, el coche fúnebre se trasladó pasadas las 12.20 horas el cuerpo sin vida del agente al Instituto Anatómico Forense de la Audiencia Provincial de Vizcaya. Está previsto que el funeral se celebre mañana en la Iglesia de San José de la capital vizcaína.

Un barrio que conoce la muerte de cercaPuelles García es el segundo agente asesinado en este barrio de Santa Isabel de Arrigorriaga. El 20 de mayo de 1986, miembros del «comando Vizcaya» de ETA asesinaron al también policía Manuel Fuentes Pedreira en el frontón de Santa Isabel. El agente había finalizado un partido de pelota vasca y se sentó en las gradas para descansar cuando dos etarras se acercaron por la espalda y le dispararon a la cabeza a bocajarro provocándole la muerte.

El apoyo de la sociedad vasca a la familia de este agente se ha evidenciado cuando familiares del último asesinado por la organización terrorista, el empresario Ignacio Uría, se han apresurado y se han trasladado a Arrigorriaga para apoyar a los parientes de Puelles García. También lo ha hecho el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que acudirá esta mañana al hospital de Basurto para visitar a la familia del inspector de Policía. Rubalcaba se trasladará previsiblemente después a la capilla ardiente del fallecido.
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