Arembepe es más bien un refugio de gente de todo tipo y pelaje que han decidido vivir al margen de la sociedad en paz y amor (aunque suene cursi), con muy escasas comodidades.
El lugar cobró cierta fama hace años porque Janis Joplin se instaló allí durante unos meses para desintoxicarse de las drogas. Incluso hay un pequeño rancho que lleva su nombre en su honor. Lo cierto es que allí se respira tranquilidad y buen rollo. La gente va a lo suyo y no te intentan vender baratijas ni cosas por el estilo. La playa es brutal de bonita, con palmeras que llegan hasta la orilla. Muchas de estas palmeras las utiliza la gente para tender la ropa.
Hay también un pequeño río que viene a morir a la playa formando una ensenada de agua dulce donde durante los atardeceres se toca algo de música y las familias, porque aquí hay también familias enteras, se pegan su bañito de categoría. Un spa natural cien por cien. Es la vuelta del buen salvaje en el mejor sentido de la palabra. Impagable para meditar. Sólo espero que nunca pierda su esencia y no se masifique.



















