First Dates
Un soltero se queda en 'shock' ante el increíble pasado de su cita con un Nobel: «Se me han puesto los pelos como escarpias»
Aimé fue socia de uno de los literatos más importantes en lengua castellana. Y justo para Domingo, su pretendiente, su gran pasión es la lectura
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El padre de Domingo, 'Chomin' (53), le dio un consejo antes de morir: «Hijo mío, folla todo lo que quieras, pero no te me cases más veces». A lo primero le hizo caso; a lo segundo, en cambio, no tanto. «Durante los últimos 14 años no he tenido ninguna relación sexual. O sea, que prácticamente vuelvo a ser virgen», confesó sin tapujos. Tras una larga sequía amorosa, este comercial barcelonés decidió cambiar su suerte acudiendo al mejor sitio para ello, es decir, 'First Dates'.
Chomin cenó en el restaurante de citas de Cuatro este viernes 17 de mayo con Aidé (57), una mexicana afincada en Lloret de Mar (Barcelona) que afirmó tener una relación con Dios nada más llegar al establecimiento. Al soltero, su pretendienta le pareció una mujer atractiva y elegante. A ella, sin embargo, no le entró ni siquiera por el ojo, alegando que físicamente le gustan más altos y musculosos, que aparentaba más años de los que tenía, y que sus dientes estaban «poco cuidados, amarillos y con falta de higiene».
Igual Aidé podría haber pasado por alto que Chomin no se ajustara con su prototipo si hubiesen conectado en otro plano. Pero desde luego, no fue el caso. Por un lado estaba él, un hombre apasionado por el conocimiento que, parafraseando a Antonio Machado, se considera «bueno en el mejor sentido de la palabra bueno». Por el otro, Aidé, quien dejó México para acompañar a su hijo en su carrera futbolística y cuyas inquietudes parecían más espirituales que intelectuales. De hecho, la soltera no solo no compartía las aficiones de su cita, sino que directamente le parecieron aburridas.
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Y sin embargo, cuando Chomin le comentó que su pasión es la lectura y que uno de sus literatos favoritos es Gabriel García Márquez, lo sorprendió con una increíble revelación. «Yo tuve dos revistas en mi país. Una de ellas era política, y fui socia de García Márquez. Cada semana nos reuníamos», reveló, dejándolo totalmente implantado.
«¡La madre de Dios! ¡Por Dios bendito! ¿Lo tenías ahí delante?», reaccionó él, un tanto en shock. «Se me han puesto los pelos como escarpias. Solamente poder hablar con él cinco minutos, ya es una riqueza que te llevas en la vida. Imagínate todas las semanas…».
Si ya lo tenía conquistado, con esa anécdota, Chomin terminó de confirmar que quería seguir conociendo a Aidé. Desafortunadamente para él, para la soltera no era su tipo.
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