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Rafael Alcázar, director ciego, apura su película sobre Clara Campoamor

La diputada y defensora de los derechos de la mujer en la España de los años 30 también perdió la vista en sus últimos años de su vida

Rafael Alcázar, ante la estatua de Clara Campoamor
Federico Marín Bellón

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Pocos saben que Clara Campoamor , una de las artífices del voto femenino en España, se quedó ciega en los últimos años. El cruel destino quiso que el director de cine Rafael Alcázar también perdiera la vista mientras preparaba su película dedicada a la escritora y diputada, «Clara Campoamor, un voto para despertar». Le pasó como a Woody Allen en 'Un final made in Hollywood' , pero sin la menor gracia. La primera sensación fue de pánico, de hecho. «Volviendo de un viaje por carretera me quedé ciego durante dos segundos», relata. No se mató de milagro.

Lo peor estaba por llegar: «Empecé a hacerme análisis, pero no encontraban lo que era. Al cabo de dos meses, empecé a perder la vista alarmantemente. Cada vez estaba más nervioso. Después de varios escáneres en el Ramón y Cajal con la mejor experta en España de los nervios ópticos , descubrió que se me estaban secando. Se quedaban sin riego. Me dijeron que me iba a quedar ciego sin solución. No me lo podía creer. Yo aún veía algo más que siluetas, una nebulosa».

La siguiente fase fue de negación. «Me lo dijo de manera muy brusca. Me entró la depresión. No paré de llorar en dos días , desconsolado. Me operaron, pero ya me dijeron que sería paliativo, no un arreglo. El proceso estuvo casi un año parado y luego perdí la vista por completo. Fue otro momento de depresión grande. No quería salir. Te acostumbras aunque sea a ver las siluetas. Montaba en el tren y el autobús e iba a todos lados, incluso a un espectáculo de ballet. No ver nada fue un palo tremendo».

Protagonista invidente

Para cerrar el círculo, la actriz principal, Lola Robles , también es invidente. Ella interpreta el guion de Felipe Hernández Cava , mientras que el director de fotografía es Tote Trenas . 'Un voto para despertar', coproducida por TVE, no estará terminada hasta después del verano. Se ha retrasado por razones obvias, pero Alcázar sí pudo estrenar el corto 'Ecos de Clara Campoamor', de 30 minutos.El largo está previsto que se emita dentro del programa de La 2 'Imprescindibles' .

Cartel del corto sobre Clara Campoamor, ya estrenado

Es inevitable preguntarse cómo es posible trabajar en esas condiciones. «Yo tengo una ventaja respecto a otros ciegos», explica Alcázar. «He visto toda la vida y tengo muy buena memoria visual. Eso me ha ayudado mucho. Yo también me preguntaba lo mismo respecto a Beethoven , cómo podía haber compuesto la Novena sinfonía, la mejor de todas, sin oír nada. Su música seguía en su cabeza. Del mismo modo, las imágenes siguen en la mía. También hay que contar con toda la experiencia que te da toda una vida trabajando en el cine y la ilusión por seguir haciendo cosas. Además, el cine es un trabajo colectivo y yo tengo la fortuna de contar, humana y profesionalmente, con el mejor equipo del mundo, que son mis verdaderos ojos».

«Les pregunto todo. Me dicen que me fíe de ellos, pero quiero saber cómo empieza y cómo termina cada plano, y me doy cuenta si va demasiado deprisa. En mi cabeza lo veo y les doy indicaciones de enfoque. Les doy la paliza. Ahora, al montador le obligo a decirme qué tiene el plano y cómo termina. Le hago cortar cuando yo quiero, en el fotograma exacto. Machaco a mis ayudantes », confiesa.

Investigación sobre la muerte de su heroína

Al principio, Alcázar no sabía que la heroína de su película también se quedó ciega. Después ha conseguido averiguar incluso las razones de su enfermedad. «Se creía que murió de cáncer y que se había quedado ciega por eso, pero perdió la vista por unas cataratas , que en esa época no se operaban. Empezó a perder la vista, hasta que se quedó totalmente ciega. Decidió operarse después y puede que eso esté relacionado con su muerte. Al ser mayor, le pudo alterar la tensión. Murió poco después, seguramente por una subida de tensión o de un infarto, pero no de cáncer. Todo esto me impresionó mucho. Hizo que me identificara aún más con ella». Él y su guionista averiguaron incluso en qué clínica se operó la sufragista, aunque en Suiza son tan estrictos que no le permitieron sacar de allí los documentos que lo prueban.

La de Campoamor no es la única película en la que Alcázar ha tenido problemas, por cierto. «No ha habido una sola que haya ido bien. Siempre sufrí algún problema de los gordos, pero qué le vamos a hacer, es mi vida», cuenta el director de 'Corsarios del chip' y 'Besos de gato' . El rodaje más conflictivo fue el de 'Las locuras de Don Quijote' , que sufrió un largo parón judicial por el chico que manejaba los molinos perdió una oreja en un accidente.

También ha trabajado programas clásicos de TVE como 'Estudio 1' y el 'Un, dos, tres' . «Tuve la suerte de estar con gente muy buena, como Chicho y Pilar Miró , de quien aprendí a dirigir actores».

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