Al grito de los vecinos de «¡perroflautas!», la Policía Nacional irrumpió este miércoles en la casa «okupa» «La Gotera» de Leganés para echar a sus inquilinos ilegales y cerrar a cal y canto este centro autogestionado. Pilló casi de imprevisto a los ocupantes, ya que, según detallaron, se enteraron del desalojo por Whatsapp media hora antes. Hubo momentos de tensión cuando los «okupas» gritaban a la Policía. Finalmente, no se produjo ningún incidente ni detención, según informó la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
El desalojo de «La Gotera» tuvo lugar a las 11 horas. Una comisión judicial, acompañada de varios miembros de la Policía Nacional, llegó al antiguo mercado situado en el número 45 de la calle San Nicasio. Procedió a echar a los individuos que se encontraban dentro y a retirar todos los enseres. Artilugios de todo tipo se apilaban por toda la calle ante la atónita mirada de los residentes cuyas viviendas dan a la plaza donde se ubica este centro. El procedimiento culminó a las dos de la tarde. Varios agentes custodiaron las inmediaciones para evitar una nueva ocupación.
Numerosas denuncias vecinales
El desalojo se produce tras las numerosas quejas y denuncias vecinales interpuestas desde 2008, fecha en que se tomó el antiguo mercado. Hace dos meses se aprobó el desalojo en el Pleno municipal con los votos a favor del PP, la abstención de Uleg y los votos en contra de PSOE e IU. En este centro se realizaban actividades de Cinefórum, debates sobre diferentes temas, pero también generaban muchas molestias a los vecinos por el ruido (entre los enseres había instrumentos musicales) y el consumo de sustancias estupefacientes.
Ayer se pudo conocer, tras este desalojo, que un grupo de ciudadanos «okupó» hace unos días un inmueble situado en el número 15 de la calle Mesón de Paredes, en Lavapiés, un edificio que pertenece a una entidad bancaria. «Queremos que se convierta ahora en un espacio abierto, libre, horizontal y participativo; que sea construido entre todas las personas que quieran sentirse parte de él y parte del proceso colectivo que se forma con la vida de un centro social», señalaron sus nuevos moradores. Los «okupas» han pedido a los vecinos que les ayuden a rehabilitar el edificio, especialmente los domingos.
