Las gradas del Mercedes-Benz Arena de Berlín son azules, pero relucen de manera especial cuando juega Islandia. Aunque este es su primer Eurobasket, son el equipo con más aficionados en la cancha (con permiso de Turquía y Alemania que actúan en «casa») . Un millar largo de ruidosos islandeses, ataviados con el azul de su bandera, que no paran de animar a pesar de que su selección cuenta por derrotas todos los partidos disputados en Berlín. Su «Áfram Ísland» –algo así como «Vamos Islandia»– es ya un lema de este Eurobasket. Incansables aunque no hayan superado a nadie en la pista.
Da igual. Para ellos, es un premio estar aquí. Un sueño por el que llevaban luchando muchos años y que se hizo realidad tras una fase de clasificación en la que dejaron fuera a Gran Bretaña. «La base del equipo ha estado jugando junta durante los últimos diez años», señala Kristin Geir Palsson como la esencia del éxito. Él es uno de los responsables del equipo en este Europeo y uno de los pocos que ha vivido en primera persona esta aventura casi desde el inicio.
«Hasta hace unos años, los niños soñaban con ser futbolistas o jugadores de balonmano, ahora también lo hacen por ser como Steffanson», señala en referencia a la gran estrella del equipo, actual jugador del Unicaja de Málaga, con pasado en Granada y CAI Zaragoza. Sobre él se organiza el juego islandés, cuyo principal problema es la falta de centímetros. Solo Ragnar, un jovencísimo pívot de 2,18 que apenas juega, supera los dos metros. Es el nuevo talento, aún por explotar, de un juego interior que solo supera los dos metros en la hoja de estadísticas.
Islandia solo cuenta con 330.000 habitantes y «así, es más complicado encontrar talento». Hombres altos dispuestos a centrarse en la canasta en lugar del balonmano o el fútbol, deporte que en las últimas horas ha conseguido también una milagrosa clasificación para la Eurocopa de Alemania 2016. El seleccionador, Craig Pedersen, tiene que elegir entre los 7.500 federados del país, a un mundo de los casi 250.000 que hay en España. Aún así, en el vestuario islandés esperan con ilusión el encuentro de esta noche (21.00 horas, Cuatro). «España es mi favorito para ganar el torneo. El partido será un reto para nosotros», asume el seleccionador islandés, consciente de la dificultad que tendrá para frenar el ataque de la selección.




