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PRETÉRITO IMPERFECTO

Fragancia de Feria

La Feria acabada ha sido un cúmulo de esfuerzos por recuperar lo perdido en un contexto más que complejo

El Ayuntamiento de Córdoba inaugura la nueva calle de El Potro en el recinto ferial de El Arenal

Tres jóvenes vestidas de flamenca en la Feria de Córdoba VALERIO MERINO
Francisco Poyato

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La Feria acabada ha sido un cúmulo de esfuerzos por recuperar lo perdido en un contexto más que complejo Había dos grandes obstáculos antes de que arrancara la Feria en honor a Nuestra Señora de la Salud: el Covid y la crisis de precios . Como en las que ya nos precedieron. Y existía un gran y casi imbatible aliado, las ganas de volver al Arenal tres años después de la última comparecencia. Ese ánimo lo puede todo.

La vuelta a la normalidad, que en la ciudad efímera que se arquea junto al Guadalquivir no es más que la celebración de la vida. La última flor que enseñorea su presencia en este mayo interminable que mete a Córdoba en sus calendas. Y bajo ese afán por huir de los estragos de una pandemia, todo se perdona, se comprende y se valora aún más.

La Feria acabada ha sido un cúmulo de esfuerzos, como sigue siendo un mosacio de ‘ferias’ donde caben al unísono diferentes formas de entender esta fiesta. La puesta en marcha de las propias casetas -con llamativos descuidos que no pueden justificarse- ha supuesto una compleja empresa para muchas asociaciones, cofradías u organizaciones.

Para el propio Ayuntamiento. Costes de montaje en algunos casos inabordables que llevaron a última hora a caerse a varios espacios. Pero ahí han estado. Las incipientes reformas emprendidas en el recinto por la calle del Potro tienen aún pendiente una parte clave, en este sentido, como aquellos servicios fijos que pueden abaratar la instalación.

La hostelería ha campeado con el déficit añadido de falta de personal y unos precios en umbrales que dificultan una mayor concurrencia en el Real , que forman parte de la lógica espiral en la que vivimos como en una cadena perfecta de afectados, pero que no son asumibles para muchas familias que también han hecho un enorme esfuerzo en sus bolsillos por recuperar las emociones y las experiencias hurtadas durante este tiempo. Unas atracciones para niños disparatadas.

«Las incipientes reformas emprendidas en el recinto por la calle del Potro tienen aún pendiente una parte clave, en este sentido, como aquellos servicios fijos que pueden abaratar la instalación»

Todos hemos perdido, pero es injustificable una ganancia ‘exprés’ para reponer el profundo desastre en apenas unos días. Los tickets disuasorios acaban siendo tan negativos como una incomparecencia por alerta sanitaria. No pudiera decirse que ha habido otro gran esfuerzo por estar, porque cuando uno se imbuye de alegría, no hay exigencia que le haga retroceder. Aún así, y con esa empatía y predisposición, la Feria de Córdoba sigue haciéndose larga y acaba en las dos mitades en las que siempre se diluye.

Con el efecto de la botella de champagne, explosiva de burbujas al principio y silente de gas al final, el Arenal gira a partir del jueves tras ver como una primera desbandada coge las maletas. Hubo tantas ganas al principio, que esa doble personalidad de la fiesta acabó perfilándose mucho más. Y al humilde entender de este escribiente, se hace palpable un recorte de días que pueda concentrar la efusividad y generosidad con la que nos entregamos en una ajustada semana. Y, por supuesto, hubo ausencias que el coronavirus provocó, especialmente en aquellas personas de más edad a las que el miedo no se les va. Fragancia para una difícil Feria.

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