En la jornada posterior a las elecciones de Cataluña, CiU ha dado continuidad al discurso pronunciado ayer por Artur Mas tras finalizar el escrutinio de los votos: el derecho a decidir sigue siendo un objetivo, pero los socios de gobierno son necesarios.
El secretario general de CDC, Oriol Pujol, ha admitido que el derecho a decidir «estará en el congelador durante mucho tiempo si el país no es gobernable en su día a día». Pujol ha apelado a la corresponsabilidad para cuadrar las cuentas públicas, ya que la situación de la Tesorería de la Generalitat es «complicada».
Valoración de los socialistas
El fracaso electoral de Artur Mas ha sido lo más comentado por los principales políticos de España. El expresidente Felipe González se ha mostrado «sorprendido» por un resultado tan «duro y contundente». A su juicio, el «órdago a la totalidad» que lanzó el presidente de la Generalitat fue «una apuesta por el independentismo» con la que «pasó por encima» de la situación económica y los «recortes» y defendió que Cataluña sería «una Arcadia feliz» si «se separaba de España».
El secretario general del PsdeG, Pachi Vázquez, que sufrió recientemente una contundente derrota en Galicia, ha admitido que, una vez pasadas todas las elecciones autonómicas, es el momento de que los socialistas se pongan a debatir a fondo su modelo territorial, ante la debacle del PSC.
El presidente del PSOE, José Antonio Griñán, cree que tras una campaña planteada desde los extremos, se ha producido un desenlace «también muy extremista», al haberse dividido mucho el voto. Ese extremismo, según el dirigente andaluz, ha perjudicado al PSC, que ha obtenido 20 escaños en el Parlamento catalán, ocho menos que en las elecciones anteriores.
Críticas del PP
Dirigentes del PP que han asistido a la reunión del comité ejecutivo del partido -ministros y barones regionales entre ellos- han coincidido en destacar el «fracaso absoluto» del pulso soberanista del presidente de CiU.
Así lo han destacado entre otros, a su llegada a la sede del PP en la madrileña calle Génova los ministros de Industria, José Manuel Soria, y de Interior, Jorge Fernández Díaz, además de presidentes autonómicos como el valenciano, Alberto Fabra, o el de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, ha destacado también la «extraordinaria madurez» que ha demostrado el pueblo catalán en estas elecciones, en su opinión, «mal convocadas» porque el pueblo catalán «lo que quiere es que le solucionen los problemas, no que le creen problemas nuevos».
Para el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, tanto el presidente de la Generalitat como el líder del PNV, Iñigo Urkullu, deberían «aprender» que cuando los nacionalistas moderados «siembran» su educación, sus medios públicos y sus políticas los que acaban «cosechando» y «recaudando» son los nacionalistas radicales.
Corrupción
Por parte de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez ha aconsejado a Artur Mas que se quite de en medio porque ya no puede gestionar el «fracaso» de su política. Eso sí, recalca que su formación no va a olvidar las denuncias de corrupción y el caso del informe policial que atribuye cuentas en Suiza a dirigentes nacionalistas.



