Los goles del Panda
Los buenos futbolistas se hacen querer primero dentro del campo y después fuera; Borja Iglesias invirtió el orden y se hizo querer primero fuera y después dentro del terreno de juego, y hoy estamos tan orgullosos del futbolista como de la persona y el bético que es; honor
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Iniciar sesiónNo es que sea yo muy mal pensado, de verdad, no es este uno de mis innumerables defectos, pero no tengo ninguna duda de que Borja Iglesias ya llevaría algún tiempo contando en los planes del seleccionador nacional si estuviera ofreciendo en otro ... equipo, y no hace falta decir en cuál, el rendimiento que está dando al Betis desde hace meses. Tampoco me gusta referirme al eterno rival ni a su gente, que prefiero ser respetuoso porque quisiera que desde la otra parte lo fueran siempre con mi equipo, mas en esta oportunidad, y me entenderán mis cabales amigos palanganas, no puedo evitar un recuerdo para aquel desafortunado aficionado que, jugando a ser lo que no es, adquirió la notoriedad que jamás podría tener por algo serio al preguntarse aquello de «y el Panda, ¿cuántos goles lleva el Panda?» . El Panda es hoy máximo goleador y protagonista merecido del Campeonato, y desde aquí sólo puedo mandar un saludo a Luis Enrique, cuya reacción noble espero, y al señor que por pisar jardines ajenos se ha convertido, muy a su pesar, en un meme de largo recorrido.
Es cierto que el Panda ha tardado en estar a la altura del dineral que en su día pagó el club verdiblanco por él, a instancias, por cierto, de un técnico, Rubi, que tenía fe ciega en el gallego tras su coincidencia en el Español. De hecho, conviene recordar que hubo un tiempo, no lejano, en el que Borja alternaba la titularidad con Loren Morón, un futbolista éste que, más allá de alguna racha, no ha dado la talla en la élite a pesar de las numerosas oportunidades que se le han brindado, lo cual escribo sin ánimo de desmerecer, por supuesto, y añadiendo cuánto me gustaría que la trayectoria del canterano fuera distinta. Hoy, cuando ambos vuelven a coincidir en la disciplina de Pellegrini, ni al chileno ni a ninguno de nosotros se nos ocurre pensar que el nueve del equipo pueda ser otro que Iglesias, cuyas prestaciones de un tiempo a esta parte son de un altísimo valor y sólo están al alcance de delanteros de primer nivel. Dicho todo esto, podríamos pensar que la cesión de Loren al Español le ha favorecido más a Borja Iglesias que al propio atacante marbellí, ya que es evidente que la continuidad le ha sentado a las mil maravillas al barbudo goleador bético mientras que el paso de Loren por el club barcelonés ha sido discreto y no parece haber servido para relanzar su carrera. Así es el fútbol, como la vida. No se puede esperar un resultado diferente de una acción repetida una y otra vez de la misma forma, y ante una situación de bloqueo, en la que ni Borja ni Loren iban ni a un sitio ni a otro, una decisión de cambio, como fue en este caso el préstamo del segundo, ha ayudado a generar una dinámica distinta de la que, claramente, el Real Betis está obteniendo beneficios dispares, y todos valiosos.
El delantero que queríamos
El caso es que Borja Iglesias es hoy el jugador que se esperaba cuando se le fichó. Y como hubo que esperar con paciencia —unos tuvieron más que otros, también es verdad— y él mismo lo pasó mal, una evidencia que por otra parte habla muy bien de su profesionalidad, hay que decirlo en voz alta y con enorme satisfacción. E incluso con alivio, reconozcámoslo, que la apuesta económica no fue de las que puedan perderse sin más. Borja Iglesias, en efecto, es hoy el jugador que se esperaba cuando se le fichó. Se ha convertido en un puntal del equipo, en la referencia en ataque, en el goleador que siempre se necesita y en una pesadilla para todos los contrarios, antes y durante los partidos. Además, se ha revelado como uno de los grandes especialistas de la competición en el lanzamiento de penaltis, y esta realidad no debe infravalorarse cuando ahora se pitan más faltas dentro del área que nunca, dado el desquicie de los árbitros y la vigilancia del VAR. Pero todo esto es lo que ha venido con esa continuidad de la que antes hablaba y con la constancia en el esfuerzo del propio jugador. Antes de que por fin tuviéramos al Panda que queríamos, ya reconocíamos otras virtudes del jugador, que siguen estando ahí y que me parece que engrandecen aún más su figura.
No se triunfa siendo un tipo afable y cercano con la afición, interactuando con los béticos en las redes sociales y prestándose a todo tipo de iniciativas solidarias. No se triunfa sonriendo, respetando a los contrarios, alabando a los compañeros y siendo franco y claro en las declaraciones. No se triunfa participando del club, mostrándose orgulloso de pertenecer a él, reflejando felicidad por vestir de verde y blanco y asumiendo con deportividad las críticas y hasta las dudas y el ostracismo antes de disfrutar con humildad de los momentos de protagonismo y de éxito indiscutible. No se triunfa sólo con todas estas cosas, pero sí que uno se hace querer. Y esto ya lo consiguió Borja Iglesias antes de ser el Panda que hoy es. Y por sus goles y por su juego, cada vez más completo, se le admira mucho, no cabe duda, pero por su forma de ser y de comportarse en el club, con el club y con la gente del club, y por ser un embajador inmejorable del mismo por todas partes, se le quiere. Esto es para mí muy importante, porque al final estamos hablando de un jugador muy especial cuyo triunfo nos satisface mucho más.
Un jugador completo
Me encanta Borja Iglesias. Me encanta como el delantero centro que es de un tiempo a esta parte. Un rematador letal pero también un futbolista capaz de inventarse un gol con sus propios recursos, que el del viernes al Osasuna fue otra maravilla. Es fantástico contar con un ariete de su versatilidad, y muy difícil. No hay muchos por ahí, y menos que puedan ser accesibles para el Betis. Hoy demuestra en cada partido por qué en su momento fue un jugador caro, y por qué en el caso eventual de que algún club se interesara por él, que ya habrá habido alguno, el Betis tiene todas las cartas en la mano para pedir lo que quiera por un hipotético traspaso.
Confieso que hablo de eventual interés y de hipotético traspaso tentándome la ropa y tocando la madera sin patas que tengo más cerca. Admito abiertamente que tengo miedo, mucho, porque a la vista de la venta repentina del ex realista Isak, por 70 millones de euros, me da pánico que otra operación relámpago pueda afectarnos con alguno de nuestros grandes talentos, y especialmente con Borja Iglesias. El Betis tiene futbolistas muy buenos, no cabe duda, y probablemente muchos béticos puedan considerar que otros son mejores o más importantes para el equipo que el delantero gallego. No seré yo quien discuta las preferencias ni los gustos de cada cual, por supuesto, pero para mí, y creo que en esto sí podemos estar de acuerdo casi todos, el Panda es, seguramente, el jugador del equipo con un perfil más próximo al que demanda la competición inglesa, y sabemos que cualquiera de los equipos de la Premier League tiene dinero suficiente para fichar al futbolista que le dé la gana de la Liga española, con pocas excepciones. No se puede decir que no a una oferta que arregle un ejercicio económico, e incluso dos, como la del Newcastle para llevarse a Isak, pero un movimiento de este orden, cuando faltan horas para el cierre del mercado y el margen para la reacción es mínimo, puede ser fatal, y estoy un poco obsesionado con esto.
Así que ahora no, por favor. Quiero seguir viendo al Panda en redes sociales, presumiendo de sentir en verdiblanco, interactuando con los béticos y bailando con Joaquín. Y si pudiera ser, formando de nuevo pareja de contenidos con Héctor Bellerín, claro que sí. Quiero seguir viéndole crecer como ariete en el Villamarín, marcando golazos como el del viernes y poniéndoselo cada vez más difícil al arbitrario Luis Enrique, porque en este nivel en el que está, Borja debería aparecer ya, en condiciones normales, en las convocatorias del asturiano. De hecho, quiero soñar con verle en el Mundial y que todo el mundo cante «y el Panda, ¿pero cuántos goles lleva el Panda?», no por recrearme en escarnio alguno, que nadie me entienda mal, sino por blanca y pura diversión. Por humor. Quiero que este tipo grande y futbolista capaz nos siga honrando con su afiliación verdiblanca y quiero que, con él y gracias también a él, se alargue este buen momento, dulce momento, que desde hace algunos meses vivimos los béticos. Que nos lo merecemos, joé.
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