«Vinimos hasta aquí para explorar la Luna, y lo más importante es que descubrimos la Tierra», dijo Wiliam Anders, piloto del módulo lunar del Apolo 8, cuando sobrevolaron la Luna en la Navidad del 68. Una de sus cámaras tomó una de las fotografías más importantes del siglo XX, al mostrar una imagen de la Tierra sobre el grisáceo horizonte de la Luna. En efecto, gracias al programa Apolo, la humanidad vio por primera vez un amanecer desde la superficie de otro mundo. Y si lo hizo fue gracias a un importante esfuerzo que se tradujo en un salto considerable en la tecnología de cohetes, la aeronáutica y las ingenierías mecánica, eléctrica y civil. Pero, además de todo eso, la campaña lunar permitió el desarrollo de todo tipo de inventos y nuevas tecnologías. Con los años se hicieron cotidianos, como la imagen de nuestro planeta, pero nacieron en el dominio de las estrellas.
Vídeo: made in la Luna
Aislantes y protecciones
En el programa Apolo se empleó un aislante de alumnio y tereftalato de polietileno (PET) para proteger de la radiación tanto los instrumentos de la nave como a los propios tripulantes. Hoy, este material se usa por sus propiedades como aislante en coches, camiones, hogares, envases de comida o mantas térmicas. Además, Avco Corporation desarrolló un escudo térmico diseñado para quemarse y disipar energía durante la reentrada de las naves en la atmósfera. Después, esto llevó al desarrollo de retardantes para pinturas y espumas para aviones, y más tarde a la creación del primer material capaz de expandirse al quedar expuesto al calor, lo que le permite actuar como a islante y disipar parte de la energía. Actualmente, otras innovaciones derivadas de esta tecnología se emplean para recubrir estructuras de acero y aumentar su resistencia a las llamas. Por último, una espuma metálica de poliuretano usada para proteger las naves del programa Apolo ha acabado protegiendo algunos oleoductos. Una fibra de vidrio reforzada con teflón empleada en la misión hoy se usa como aislante en tejados.