CONEXIÓN LEONESA
¿CAJA ESPAÑA-DUERO LA SIGUIENTE?
LA nacionalización de Bankia ha dejado con el alma en vilo a los máximos responsables de lo que queda del Banco Caja España-Duero. No se descarta que el Gobierno haga lo mismo que con Bankia, es decir convierta en acciones los préstamos del Frob. Si así fuera, el Gobierno se convertiría el máximo accionista del Banco Caja España-Duero. El Frob ha prestado mil millones de euros al citado Banco, lo que le convertiría en el primer accionista. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los analistas manifiestan sus dudas de que el Banco Caja España-Duero pueda devolver el principal de ese préstamo de mil millones, aunque la verdad es que está al tanto del pago de los intereses. Sin embargo, la caída del negocio, la falta de ambición comercial, la ausencia de un plan de negocio a medio plazo y la incertidumbre que el mago de las finanzas, Medel, siembra sobre la fusión que no se acaba de firmar, puede precipitar la decisión del Gobierno de quedarse con Banco Caja España-Duero, cesar a su máxima dirección, colocar al frente a un gestor profesional y cerrar de una vez por todas la fusión/absorción con Unicaja.
En Unicaja tiemblan con esta posibilidad, porque ello significaría la entrada en Unicaja Banco de varios consejeros del Gobierno. No se olvide que Unicaja es un feudo del PSOE y que, por supuesto, tiene más de un muerto financiero en el armario, sobre todo en materia de financiación al PSOE y a instituciones públicas y privadas relacionadas con el PSOE andaluz. Por otra parte, el Gobierno impulsaría desde dentro del consejo de Unicaja la fusión de ese banco con Liberbank, Ibercaja y BMN, a la que tanto se está resistiendo Medel con la excusa de que no tiene cerrada la absorción de Caja España-Duero. La nacionalización del Banco Caja España-Duero sería, en definitiva, el principio del fin de Medel como el último mohicano del ya desaparecido sector de cajas de ahorro de España.
Y, mientras tanto, los cada vez más indignados empleados de España-Duero velan las armas ante la posibilidad de tener que hacer algo que hasta ahora no querían: la mayor movilización en contra de un proceso de ajuste basado en la aplicación a rajatabla y sin negociación posible de la Reforma Laboral, lo que supondría el despido —sí, el despido— de mil empleados y una reducción salarial brutal para los que queden. A ver qué balances aguantan en Madrid, Málaga, Salamanca o León que el Banco Caja España-Duero se convierta en un problema sin precedentes no sólo financiero sino de orden público.
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