desde mi escaño
Indecencia gomera
El Partido Socialista en las Islas, aplaude con las orejas la decisión que está cavilando Casimiro Curbelo
Ya me extrañaba a mí que la indecencia no saliera a flote. Tras mes y medio largo de relativo silencio, de retiro monacal en la Torre del Conde, el senador de la sauna erótica, Casimiro Curbelo, deja caer a pocas semanas para la confección de las listas del PSOE al Congreso y al Senado que no le importaría volver a la Cámara Alta. Y lo dice así, sin despeinarse, tirando de la clásica fórmula cuando se le hace la pregunta directa que ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Dicho en cristiano ramplón, hará lo que le dé la mismísima gana, básicamente reproducir el comportamiento abyecto que demostró en la sala Gola, en Madrid.
De todas maneras, sorprendernos por la enésima salida de pata de banco de este individuo tampoco conforma una gran novedad. El cacique colombino está acostumbrado a comportarse como ese gañan de pueblo que, por tener los bolsillos llenos y tener la potestad de dar o quitar empleos con un simple chasqueo de dedos, mantiene atemorizada a una población que, invariablemente acude a las urnas a depositar el rico votito gomero a Curbelo y así poder disfrutar de esos contratos para limpiar carreteras, derribar muros o hacer bulto en oficinas dependientes de la corporación insular. Por eso, el hecho de que sopese concurrir a las elecciones al Senado no es algo que me coja de sorpresa. Es más, conociendo la catadura moral de ciertos políticos, me encaja perfectamente en el perfil.
Y, a todo esto, el Partido Socialista en las Islas, aplaude con las orejas la decisión que está cavilando Casimiro Curbelo. El secretario general del partido del puño y la rosa en Canarias, el clon de Manolo Vieira, José Miguel Pérez, declaró hace unos días que le parecía magnífico y excelente que el ex senador quisiera regresar a la política nacional porque, pásmense ustedes, dio una lección de ética y de moralidad al renunciar a su cargo de senador. Olvida el señor Pérez, evidentemente, que las tropelías del Gola las cometió en su triple condición de senador, de presidente del Cabildo gomero y de máximo responsable del PSOE en La Gomera y por tanto, debería de haber renunciado de todos sus cargos, no de uno solo. Pero encima, tener la caradura de pretender repetir apenas un mes y medio después de haber tenido que renunciar a su acta parlamentaria me parece una burla al sentido común y a la inteligencia de los ciudadanos.
A ver qué dictan las urnas finalmente para el PSOE en el caso de que Curbelo vaya en las listas, pero si encima sale elegido habrá que pensarse seriamente si la culpa verdadera no la tendrán tanto ciertos representantes de la vida pública como de esos votantes que depositan inconscientemente la papeleta.
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