ABC2020, el año del coronavirus
En marzo, Madrid es una ciudad fantasma, como el resto de las capitales y pueblos de España. La castellana, como las autopistas, permanecen desiertas hasta nueva orden
Madrid, confinado / En marzo, Madrid es una ciudad fantasma, como el resto de las capitales y pueblos de España. La castellana, como las autopistas, permanecen desiertas hasta nueva orden - Ignacio Gil

Confinamiento

La pandemia del siglo XXI señaló nuestra vulnerabilidad y nos obligó a usar contra el virus armas medievales como la cuarentena. El confinamiento decretado el 14 de marzo ante el contagio descontrolado dio lugar a una «desescalada», nueva palabra para designar los caóticos peldaños que bajaban hasta la nueva normalidad

Madrid

Andrés TrapielloEscritor

Pasará mucho tiempo antes de que la ciudad de Madrid, la más castigada por la pandemia, olvide aquellos dos meses, marzo y abril, de 2020. El dolor inmenso de la muerte, el miedo a contagiarse, la angustia de vivir encerrados sin salir de las casas, todo eso, la realidad, lo guardará cada cual en su almario mientras viva, pero la irrealidad de las calles sin gentes y sin circulación rodada, las tiendas y bares cerrados y los maniquíes de los escaparates inmóviles semana tras semana (los maniquíes en épocas de normalidad suelen aprovechar la noche para cambiar de postura o irse por ahí), todo eso se recordará ya siempre. Cada vez que una calle o una plaza se quede vacía, la ciudad verá renacer en ella el temor de la pandemia.

Y más que esas irreales imágenes de la Gran Vía o de la Castellana sin gentes ni coches, Madrid recordará el silencio que se extendió hasta el último rincón. El silencio que nos permitió oír las campanas en medio del silencio, el canto del herrerillo o los pasos de alguien en la calle. Un silencio tan sobrehumano, que llegamos a oír crecer la hierba entre los adoquines, pues también después de siglos volvió la hierba en Madrid a crecer entre los adoquines.

Cuando estábamos confinados

Juan Gómez-JuradoEscritor, autor de «Rey blanco»
Desde el 27 de abril los menores podían salir a la calle una hora al día. Sofía y Jorge, de 4 y 3 años, esperan la víspera en su casa del barrio de Hortaleza para poder pasear después de varias semanas confinados
Madrid se desconfina / Desde el 27 de abril los menores podían salir a la calle una hora al día. Sofía y Jorge, de 4 y 3 años, esperan la víspera en su casa del barrio de Hortaleza para poder pasear después de varias semanas confinados - Maya Balanyá

Si lo miras de cerca, el asfalto no es más que un lienzo. Un lienzo colocado hace décadas, quizás siglos, por alguien que lo pensó, que lo planeó, para que otros lo pintasen. Si lo miras de cerca, el asfalto suspira, paciente, por ser pisado, transitado, rodado. Una acera, ese conjunto de baldosas, no es nada más que una partitura, aguardando la tinta que convierta el pentagrama en sinfonía. Una esquina es una oportunidad. La vida, esperando a que la dobles.

Al otro lado aguardan la prostituta, el asesino, el vendedor de lotería con su décimo premiado, el ladrón, el amor verdadero, el músico callejero y esa caca de perro que no has visto, por ir mirando el móvil, hasta que ha sido demasiado tarde. Un lienzo en blanco es esperanza, es un instante a punto de suceder. Una calle vacía no es desesperación, sino promesa. Y no hay nada más ilusionante, ni más inalcanzable que un horizonte.

El éxodo hacia la naturaleza

Roberto Rodríguez AramayoProfesor de investigación del CSIC
Las grandes ciudades se convirtieron en trampas. Donde había más riesgo de contagio y la huida al campo parecía la única salida
Urbes tóxicas / Las grandes ciudades se convirtieron en trampas. Donde había más riesgo de contagio y la huida al campo parecía la única salida - José Ramón Ladra

La pandemia ha puesto de relieve algo que ya sabíamos. Los inconvenientes de vivir hacinados en grandes núcleos urbanos que nos hacen perder tanto tiempo en desplazamientos inútiles e imponen unas prisas que nos estresan. El teletrabajo puede ayudar también a elegir como residencia habitual poblaciones más pequeñas que nos permitan además un mayor contacto con la naturaleza y una mayor interacción social con el vecindario. Convendría incentivar la repoblación de una España vaciada que aliviara una excesiva presión demográfica en las megalópolis, cuyo vertiginoso crecimiento no siempre se ha visto acompañado por la previsión de infraestructuras educativas y sanitarias o en materia de transportes públicos. Los beneficios parecen claros. Habrá más tiempo para disfrutar de un hogar más amplio y confortable, donde sea menos problemático dar los primeros pasos o envejecer. Ninguna realidad virtual puede suplir pasear junto a un arroyo bajo los árboles.

En febrero, en pleno confinamiento, colas en las calles para comprar lo esencial , la nueva normalidad
Colas como en la postguerra / En febrero, en pleno confinamiento, colas en las calles para comprar lo esencial , la nueva normalidad - Ignacio Gil

La Red es un activo estratégico

António CoimbraPresidente de Vodafone España
Entre marzo y junio, la actividad de los colegios, institutos y universidades se trasladó a los domiciliosMarta, enóloga, teletrabaja desde su casa de BarcelonaUna madre ayuda a hacer los deberes a su hijo
Arriba: Entre marzo y junio, la actividad de los colegios, institutos y universidades se trasladó a los domicilios; Marta, enóloga, teletrabaja desde su casa de Barcelona; una madre ayuda a hacer los deberes a su hijo - Ignacio Gil / EFE / EP

La conectividad ha sido un salvavidas durante la crisis, porque ha permitido que la gente siguiese trabajando, comunicándose y estudiando de forma remota. Esta crisis ha puesto en valor la importante inversión en infraestructuras de Red (Fibra y móvil) que se ha producido en este país, y que nos ha permitido estar a la cabeza en Europa y afrontar mejor esta crisis. Pero también nos ha enseñado que la Red es un activo estratégico, no solamente para el mantenimiento del tejido social y económico de un país, sino también para garantizar su capacidad de transformación y desarrollo económico a futuro.

Esta crisis, también nos ha ayudado a romper muchos tabúes. Se ha producido un incremento sostenible del consumo digital, el desarrollo exponencial del comercio electrónico, la implantación del aprendizaje en remoto y la gestión digital desde los colegios (tele-pupitre), así como el impulso definitivo al teletrabajo. Las redes de telecomunicaciones se han convertido en una palanca de vertebración territorial, generadora de oportunidades y desarrollo económico y social.

En mayo volvieron las bodas aplazadas por la pandemia. Eso sí, en 2020 el amor se celebró con distancia y apenas invitados
Un «sí, quiero» diferente / En mayo volvieron las bodas aplazadas por la pandemia. Eso sí, en 2020 el amor se celebró con distancia y apenas invitados - Valerio Merino

Los abrazos perdidos

Isabel PinillosDoctora y especialista en psicología clínica

Ha sido un año sin abrazos, sin besos, sin despedidas. De sueños diluidos y proyectos truncados. Ahora, el incremento de la demanda de psicoterapia muestra cómo la pandemia ha afectado de forma importante a la población. El vacío ha dejado huella. Por un lado, ha traumatizado a muchas personas que han vivido dramáticamente la enfermedad o han perdido a sus seres queridos en soledad. Por otro, ha limitado la satisfacción de necesidades tan importantes para el ser humano como la seguridad, el afecto o la pertenencia al grupo que, junto a la pérdida de gratificaciones como la cultura o los viajes, generan estrés, depresión, ansiedad, insomnio...

Para ponérselo difícil al virus, el planeta buscó nuevas formas de saludar. Primero con el codo; luego, con la mano en el corazón
Saludar a metro y medio / Para ponérselo difícil al virus, el planeta buscó nuevas formas de saludar. Primero con el codo; luego, con la mano en el corazón - EFE

Esta emergencia sanitaria ha sido también social y humana. Enfrentarse al riesgo de contagio, la inestabilidad del empleo o las dificultades económicas, pero también la incapacidad de expresar o recibir afecto, el aislamiento o el vuelco de los valores, requerirán un importante esfuerzo de readaptación que ayude a construir un futuro mundo mejor.

El 11 de octubre, Nadal se abrazaba a su decimotercera Copa de los Mosqueteros
París, Roland Garros / El 11 de octubre, Nadal se abrazaba a su decimotercera Copa de los Mosqueteros - AFP

Sin público, ganar es diferente

Rafael NadalTenista, campeón de 20 Grand Slams

En un año duro como este 2020, en el que predomina el recuerdo a todas las víctimas del Covid, a sus familiares y a todas aquellas personas que han estado y están ayudando a los demás, queda este momento de alegría personal que supuso mi decimotercer Roland Garros y lograr mi vigésimo título de Grand Slam en un torneo extraño, jugado en una época del año distinta y con unas condiciones muy diferentes a las que habitualmente conocemos en París. Pero, sin duda, lo peor de ese momento fue jugar con una pista casi sin público.

De hecho, este año tan terrible nos ha servido para confirmar que nada es lo mismo sin espectadores, sin las gradas llenas, sin el calor de la gente y su apoyo.

En el caso del tenis tuvimos la suerte de volver gracias al apoyo grande que se hizo para que regresara la competición y ganar este año en París fue muy especial, claro, pero la alegría es mucho mayor cuando puedes compartirla con todos.

Un trabajo en equipo

Javier TebasPresidente de LaLiga
El 11 de junio se disputó, en silencio y sin almas, el derbi sevillano. Fue el regreso del fútbol, que en España sigue sin público
Sevilla, Sánchez Pizjuán / El 11 de junio se disputó, en silencio y sin almas, el derbi sevillano. Fue el regreso del fútbol, que en España sigue sin público - EFE

Año para olvidar en general , pero de este 2020 quiero destacar lo positivo, porque de las desgracias, de los problemas y del fracaso debemos aprender y rescatar lo positivo para que el 2021 y los años siguientes sean mejores.

Sin duda, todos nos hemos humanizado más y vemos la vida desde otra perspectiva, ¡que perdure en el 2021! El fútbol profesional ha estado sin público en gran parte del año 2020, se echa de menos a estos aficionados que acuden al estadio, se echa de menos el calor y la pasión, que es parte de nuestro deporte. No es lo mismo a pesar de que millones nos han podido seguir por televisión.

Hemos aprendido a trabajar de otra forma y a trabajar más en equipo, más unidos. Todos deseamos un 2021 mejor, pero debemos ser capaces de estar unidos: con el esfuerzo de todos conseguiremos que nuestra España tan dañada salga adelante. Laliga y sus clubes ahí estarán como han estado siempre, empujando.

Cornada mortal a los días festivos

Alberto García ReyesPeriodista
Ronda, Domingo de Ramos. Una familia de Ronda, en Málaga, celebra todas las fiestas locales confinada en su balcón el Domingo de Ramos - REUTERSBarcelona. Concierto. Concierto de un cuarteto de cuerda para 2.201 plantas que luego se entregaron a personal sanitario del Clínico - EFEPamplona. San Fermín. La suspensión de los sanfermines fue un mazazo definitivo para el calendario de fiestas de España - EFE
Arriba: Ronda, Domingo de Ramos. Una familia de Ronda, en Málaga, celebra todas las fiestas locales confinada en su balcón el Domingo de Ramos. Abajo, izq.: Barcelona. Concierto. Concierto de un cuarteto de cuerda para 2.201 plantas que luego se entregaron a personal sanitario del Clínico. Abajo, dcha: Pamplona. San Fermín. La suspensión de los sanfermines fue un mazazo definitivo para el calendario de fiestas de España - REUTERS / EFE / EFE

Una buena costumbre es más fuerte que una ley. Por eso cuando se mojó la pólvora de la mascletá en los primeros días de marzo, aún con los invisibles átomos chinos en el exotismo de la lejanía, la España de los atavismos quemó su almanaque en la falla de Valencia. El virus fue dejando caer las hojas de la alegría, la Semana Santa, la Feria de Abril, las hogueras de San Juan, la Tomatina, los Sanfermines... El toro que a la altura de la hornacina del santo lijaba su pitón con la pared ha sido este año un trampantojo, pero la cornada ha sido real. Ha abierto en canal la economía, que en el territorio festivo es vital para el país, y el principal órgano ibérico: el alma. Un país que tiene su mayor consulta del psicólogo en los días festivos se desangra si no puede desfogar su vanidad en el jardín de la nostalgia. El año 2020 nos ha robado el bálsamo de la memoria: pisar sobre las pisadas de nuestros antepasados, con su mismo atuendo típico, para afrontar el futuro con los cimientos cuajados. El costumbrismo es nuestro código identitario. Nuestra ley. «Si quieres ser universal, habla de tu pueblo», dice el aforismo. De la ruina es posible recuperarse, de la melancolía no. Y este año nos ha dejado malheridos porque no hemos podido ser universales.

Redescubrir el sentido de la fe

Austen IvereighBiógrafo del Papa Francisco

Las crisis nos recuerdan nuestras vulnerabilidades, la fragilidad de lo que nos sostiene. Como dice el Papa en su libro «Soñemos Juntos», la pandemia ha revelado lo que está en nuestros corazones: por un lado, el deseo de servir a los demás, de ayudar al que sufre; por otro, la tentación del egoísmo, y la indiferencia. La crisis ha interpelado las religiones hasta la médula. ¿Si las iglesias están cerradas, en qué consiste y para qué sirve la Iglesia?

En una plegaria tan extraordinaria como la propia pandemia, el Papa impartió el Viernes Santo la bendición Urbi et Orbi ante una plaza de San Pedro oscura y vacía. La impresionante imagen dio la vuelta al mundo.
Una plaza vacía / En una plegaria tan extraordinaria como la propia pandemia, el Papa impartió el Viernes Santo la bendición Urbi et Orbi ante una plaza de San Pedro oscura y vacía. La impresionante imagen dio la vuelta al mundo. - EFE

Según Francisco, la crisis ha suscitado nuevas formas creativas de mostrar la cercanía a Dios y de redescubrir el significado de la palabra religión: religare, refundar los vínculos que sostienen la sociedad.

Al mismo tiempo, ha desvelado una Iglesia de rutina, de poco compromiso misionero, de lejanía y de abstracción. Como rezó el Papa en esa plaza vacía: «Nos llamas a tomar este tiempo de prueba como un momento de elegir».

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