ABC2020, el año del coronavirus
A pesar de que los casos notificados ya superaban el centenar, se celebró con una buena parte del Gobierno en la cabecera
Manifestación del 8-M / A pesar de que los casos notificados ya superaban el centenar, se celebró con una buena parte del Gobierno en la cabecera - Guillermo Navarro

Gestión

Todo comenzó con la negación del virus que ya se reflejaba en el espejo italiano –«más mata el machismo», decía un lema–. Luego vino la improvisación ante la falta de material sanitario. Tras ello, el gobierno del estado de alarma y, por último, repartir la gestión entre las Comunidades Autónomas.

Un Estado fallido

Pedro García Cuartango
Se convirtió en el rostro visible de la gestión del coronavirus al encabezar la rueda de prensa diaria ofrecida por el Gobierno
Fernando Simón / Se convirtió en el rostro visible de la gestión del coronavirus al encabezar la rueda de prensa diaria ofrecida por el Gobierno - Oscar del Pozo

Nada de lo que ha sucedido desde primeros de marzo, cuando el virus nos cogió totalmente desprevenidos, era imaginable. Nos creíamos seguros, protegidos por nuestro sistema público de salud, por nuestras instituciones, por nuestra fe en el progreso. Pero la pandemia ha demostrado la vulnerabilidad de la vida humana y la fragilidad de muchas de las certezas. Era imposible estar preparados para lo que venía. Ni en los peores sueños podíamos suponer que acabaríamos este año con un balance tan siniestro.

Pero una y otra vez la realidad ha superado todas las expectativas. Y una y otra vez los poderes públicos se han visto desbordados por la pandemia. El Gobierno ha optado ahora por traspasar sus responsabilidades a las comunidades autónomas, pero ello no es óbice para subrayar la mala, pésima gestión de esta crisis.

El Ejecutivo se refugió inicialmente en una negación temeraria del impacto de la pandemia y luego, cuando morían cientos de ciudadanos cada día, fue incapaz de suministrar material de protección al personal médico, negó la efectividad de las mascarillas, mostró una absoluta impotencia para proteger a los ancianos, no logró realizar los tests para detectar la expansión de la enfermedad y adoptó medidas erráticas y contradictorias que sumieron en el estupor a la población.

El Ejército del Aire fue la esperanza de muchos sanitarios al traer desde China las primeras remesas de materialLos Equipos de Protección Individual eran lo más valioso por su escasez: los que había se usaban muchas más horas de lo recomendado
Izq: El Ejército del Aire fue la esperanza de muchos sanitarios al traer desde China las primeras remesas de material / Der: Los Equipos de Protección Individual eran lo más valioso por su escasez: los que había se usaban muchas más horas de lo recomendado - EFE / ABC

Cuando más falta hacía, las Administraciones del Estado cerraron sus puertas al público. No era posible jubilarse, obtener un certificado de defunción, renovar el DNI o, mucho peor todavía, cobrar el subsidio estipulado en los ERTES. La Justicia se paralizó y el Parlamento se quedó vacío. Las oficinas de la Seguridad Social o de Trabajo ni estaban ni respondían. Ni cogían el teléfono ni era posible concertar una cita previa. Sencillamente el sector público desapareció como si la tierra se lo hubiera tragado, mientras el sistema público de salud colapsaba.

Pero además la pandemia ha envenenado el clima de convivencia política, generando un grado de crispación que ha superado todo lo que habíamos visto hasta la fecha. Ello ha aumentado la desafección de los españoles hacia los partidos, que han dado un ejemplo lamentable de sectarismo. Todo demasiado triste para olvidarlo.

Vox convocó en mayo una protesta contra el Gobierno por su gestión de la pandemia, pero las restricciones obligaban a que fuera en coche
Manifestación sobre ruedas / Vox convocó en mayo una protesta contra el Gobierno por su gestión de la pandemia, pero las restricciones obligaban a que fuera en coche - Jaime García

En defensa de la libertad

Santiago AbascalPresidente de Vox

Más de siete meses han pasado desde aquel 23 de mayo en que cientos de miles de españoles salieron a las calles en la Caravana Libertad. Más de siete meses y esa caravana es hoy, si cabe, más necesaria que entonces.

España lucha contra una epidemia que ha segado la vida de más de 80.000 compatriotas, pero España sufre, a la vez –y esa es la triste diferencia respecto a países de nuestro entorno–, a un Gobierno totalitario empeñado en hacer de esta crisis una pasarela dorada para sus pulsiones liberticidas.

Mintieron a los españoles, ocultando información sobre el virus. Encerraron a los españoles, incapaces de proteger a mayores y sanitarios. Estafaron y arruinaron a los españoles, utilizando estados de alarma inconstitucionales para implantar su agenda política.

Vivimos horas decisivas en las que, no me cabe duda, el pueblo español demostrará, una vez más, que ni sabe ni quiere vivir esclavo. Pero debemos ser conscientes de que la libertad es un patrimonio que hay que defender cada día. La caravana por la libertad demostró que los españoles no van a permanecer callados ante quienes les arruinan y utilizan esta crisis para dinamitar la Constitución y la convivencia. El Gobierno social comunista ha hecho del virus chino una oportunidad para perpetuarse en el poder, pisoteando las leyes. Pero la gran caravana por la libertad y por España no ha hecho más que empezar. Y no van a poder con ella

El general José Manuel Santiago dijo que la Guardia Civil trabajaba en «minimizar» las críticas al Gobierno, algo que desmintió Interior
«Lapsus» / El general José Manuel Santiago dijo que la Guardia Civil trabajaba en «minimizar» las críticas al Gobierno, algo que desmintió Interior - EFE

Un reto histórico

Fernando Grande-MarlaskaMinistro del Interior

Solo el tiempo nos dará la perspectiva adecuada para valorar la magnitud del reto histórico que ha supuesto la pandemia y la ejemplar respuesta que la sociedad española ha sabido darle. Pero no hay que esperar para proclamar nuestro orgullo por la labor realizada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La primera declaración del estado de alarma sumó a sus misiones tradicionales un cometido suplementario: protegernos en la más grave crisis sanitaria del último siglo. Su prodigiosa respuesta fue nuestro primer rayo de esperanza. Nunca olvidaré que los diarios aplausos que desde balcones y terrazas homenajeaban al personal sanitario pronto buscaron también a las Fuerzas de Seguridad como destinatarias.

Aquel espontáneo gesto ciudadano refleja la admiración y gratitud que su sacrificio y profesionalidad ha sembrado en la sociedad española. El Estado de derecho está escrito en papel, pero lo construimos y mejoramos a diario. Y podemos hacerlo porque sabemos que, pase lo que pase, nuestra Policía Nacional, nuestra Guardia Civil, nuestras policías autonómicas y nuestros agentes locales siempre nos protegerán. Son, en estos tiempos inciertos, nuestro mejor pronóstico de futuro.

La Policía se encargó de comprobar que nadie saliese de casa sin causa justificada: solo se podía ir al médico, a trabajar, a comprar o por causas de fuerza mayor
Confinamiento / La Policía se encargó de comprobar que nadie saliese de casa sin causa justificada: solo se podía ir al médico, a trabajar, a comprar o por causas de fuerza mayor - Ignacio Gil

La casa de la Nación

Pablo CasadoPresidente del Partido Popular

Desde hace más de cuatro décadas las Cortes Españolas son el pilar de nuestra democracia y nuestro Estado de Derecho. Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez ha pretendido sustituir su función legislativa por decretos improvisados sin consenso político, a veces ni en el Consejo de Ministros, acortando los plazos de tramitación legislativa y dificultando el control parlamentario y sustituyéndolo muchas semanas por mensajes televisados más propios de repúblicas bananeras.

Pedro Sánchez comparece el 18 de marzo ante un hemiciclo casi vacío para explicar la declaración del estado de alarma por el Covid
Un Parlamento casi vacío / Pedro Sánchez comparece el 18 de marzo ante un hemiciclo casi vacío para explicar la declaración del estado de alarma por el Covid - Pool

El Poder Legislativo ha de respetarse por el Poder Ejecutivo como la representación de la soberanía nacional que no se ha suspendido ni en guerras ni ahora en pandemia. Desde las Cortes de León al Oratorio de San Felipe Neri, el Parlamento es el mejor contrapeso al Gobierno, más aún cuando éste ha ocupado los organismos reguladores, la Fiscalía General del Estado y ha intentado controlar el Poder Judicial.

Además, representa el pluralismo político que, como decía Rawls, es como el canario en la mina: cuando se asfixia, la democracia se ahoga. Sin embargo la coalición radical de PSOE y Podemos ha arrinconado a la oposición moderada y ha blanqueado sus pactos parlamentarios con independentistas y batasunos vendiéndolos como un avance, siendo una traición a sus compromisos electorales y los intereses nacionales.

Pero no lo permitiremos, por mucho que amenacen con que no habrá alternancia política en España como hacen los sistemas iliberales. Las mejores vacunas democráticas frente al abuso de poder son el Parlamento, la función de la oposición, el Poder Judicial y los medios de comunicación libres, justo lo que ataca un Gobierno actual cuyo presidente ya alertó que produciría insomnio a todos los españoles. En eso, Sánchez sí dijo la verdad.

Propaganda y control del mensaje

Hughes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 4 de agosto pasado, en una de sus comparecencias desde el Palacio de La Moncloa
Comparecencias huecas / El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 4 de agosto pasado, en una de sus comparecencias desde el Palacio de La Moncloa - Jaime García

A la hora del vermú, cada sábado, pero no solo los sábados, Pedro Sánchez aparecía en nuestras televisiones para trasladarnos las nuevas de su gobierno, dado que otra cosa, EPIS y mascarillas, no podía trasladar.

Las televisiones dejaban entonces la propaganda gubernamental para emitir directamente el mensaje gubernamental y el español quedaba en vilo. Lo primero era siempre dar las cifras de muertos en Estados Unidos; después, comunicar lo decidido por La Ciencia, encarnada en unos expertos cuya existencia aún parecía verosímil. Tras ello, dirigía un mensaje de ecos churchillianos contra La Curva, convertida en un Hitler «dinámico y cambiante». El presidente buscaba infundirnos «moral de victoria», pero nos noqueaba progresivamente con un sermón de duración cubana. Con un celo profiláctico que hubiera sido muy útil en el mes de febrero, las ruedas de prensa tuvieron el filtro inicial del secretario de Estado de comunicación. La prensa, lejos y con pinzas. En las televisiones, después, habría ronda de ministros y turiferarios. Los muertos no se vieron y el español, sin libertad, fue abrasado con eufemismos y propaganda.

Caceroladas celebradas en mayo, en la calle Núñez de Balboa, para protestar contra el Gobierno de Pedro Sánchez
Madrid / Caceroladas celebradas en mayo, en la calle Núñez de Balboa, para protestar contra el Gobierno de Pedro Sánchez - Maya Balanyà

La batalla de la sociedad civil

Alvise PérezActivista, exjefe de gabinete de Cs Valencia
Pancarta que muestra a Pedro Sánchez como el Gran Hermano de la distopía 1984 de George Orwell, con el lema «Un buen Gobierno obedece», con el fin de denunciar que el Ejecutivo aprovechaba el estado de alarma para aplicar medidas que coartaban la libertad de los españoles
Madrid / Pancarta que muestra a Pedro Sánchez como el Gran Hermano de la distopía 1984 de George Orwell, con el lema «Un buen Gobierno obedece», con el fin de denunciar que el Ejecutivo aprovechaba el estado de alarma para aplicar medidas que coartaban la libertad de los españoles - ABC

Bajo la convicción de cómo el Estado ha aprovechado una crisis sanitaria para conculcar y fragmentar derechos fundamentales, algunos hombres y mujeres con nuestro propio oficio y sin adscripción partidista alguna decidimos actuar. Convocamos la primera manifestación online de la historia con medio millón de personas en directo y seis millones de visualizaciones. Convocamos una caravana para la dimisión del Gobierno de España, colocamos carteles en marquesinas de autobuses grabando la reacción de los ciudadanos a un Gobierno que ha regado de millones de euros en publicidad institucional a los grandes medios, grabamos diversos vídeos, desde un calendario con las principales mentiras del Ministro de Sanidad hasta un vídeo de Sánchez en vacaciones en la playa rodeado de los muertos que ha ignorado, y colocamos esta lona de 30 metros en Madrid y Sevilla.

Bajo la convicción de que la batalla de nuestro tiempo no es entre siglas o ideologías, sino entre quienes trabajan bajo las reglas del mercado que somos todos, y quienes se aprovechan de las estructuras de poder para reducir su exposición a la competición que libramos todos, peleamos cada día por ampliar la libertad de todos y demostrar que desde la sociedad civil cada alma libre puede plantar batalla y obtener resultados.

Los Reyes conversan el 15 de julio con personas mayores en la Plazuela del municipio de Vinuesa durante la gira realizada por las Comunidades con motivo de la pandemiaDon Felipe y Doña Letizia pasean por la playa de Palma el 25 de junio para reactivar el principal motor económico de las Islas Baleares: el turismo
Izq: Los Reyes conversan el 15 de julio con personas mayores en la Plazuela del municipio de Vinuesa durante la gira realizada por las Comunidades con motivo de la pandemia / Der: Don Felipe y Doña Letizia pasean por la playa de Palma el 25 de junio para reactivar el principal motor económico de las Islas Baleares: el turismo - EFE / EP

El año que los Reyes se reinventaron

Almudeba Martínez-FornésCorresponsal de ABC en la Casa del Rey

De la noche a la mañana, la pandemia obligó a los Reyes a reinventar un oficio que no se puede desempeñar en solitario. Primero, durante los meses de confinamiento, abrieron una ventana tecnológica que les mantuvo en contacto con la sociedad. Ellos, como personal esencial, podían salir de Palacio, pero con la población confinada, casi no había a dónde ir. Cada día, el Rey por un lado y la Reina por otro, escucharon, acompañaron y animaron a los distintos sectores de la sociedad. Aparcaron el protocolo y la ceremonia, y se convirtieron en el paño de lágrimas de ganaderos y agricultores, médicos y enfermeros, transportistas y hoteleros, sacerdotes y voluntarios, abogados y empresarios, enfermos y dependientes... Toda España pasó esos días por la pantalla de La Zarzuela. Y, en cuanto se levantó el estado de alarma, los Reyes salieron escopetados de Palacio para recorrer el país, honrar a los muertos, llevar un mensaje de esperanza y reactivar los motores de la economía.

Los abanderados

Joaquín LeguinaExpresidente de la Comunidad de Madrid
Sánchez y Díaz Ayuso tras acordar una actuación coordinada entre administraciones, en septiembre, tras meses de reproches
El pacto de las banderas / Sánchez y Díaz Ayuso tras acordar una actuación coordinada entre administraciones, en septiembre, tras meses de reproches - Pool

A pesar de haber estado doce años en la Real Casa de Correos, jamás había visto juntas tantas banderas como las que se desplegaron allí durante la visita de Pedro Sánchez a la sede de la Presidencia de la Comunidad. Cabe preguntarse con escepticismo: ¿para qué tanta parafernalia?

Porque recordemos que la tan aireada visita era para coordinar las actuaciones del Gobierno con las de la Comunidad madrileña... y nada más abandonar Pedro Sánchez aquel recinto, los responsables (o mejor decir los irresponsables) de Sanidad (Illa y sus huestes) comenzaron a bombardear las decisiones que tomaba la gente de Díaz Ayuso, y lo hicieron sin razón alguna (eso sí, con el decidido apoyo de El País, que la tiene tomada contra ella).

Ilustraré esa animadversión con un ejemplo: ¿qué es más eficaz contra el contagio, cerrar la Villa de Madrid –que no impide la movilidad en su amplio interior– o cerrar pequeñas zonas muy golpeadas por el virus? Parece que lo segundo es más efectivo y eso es lo que defendían y defienden Díaz Ayuso y su equipo.

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