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Muere Tele Palacios, batería y refundador del grupo rock andaluz Triana

Juan José Palacios no volverá a entrecruzar sus baquetas trianeras. El mítico batería de El Puerto de Santa María se fue ayer en busca de su amigo Jesús de la Rosa. «Triana» murió con él. El músico que mantenía vivo al grupo que revolucionó el rock andaluz falleció a los 57 años en Madrid. Dos días antes, Lora de Estepa presenció la última tocata.

Juan José Palacios, Tele. Efe

SEVILLA. Sólo queda Eduardo. Aquel trío que se unió una «Luminosa mañana» del verano del 74 volvió a quedar mermado ayer de madrugada. Juan José Palacios Orihuela, El Tele, murió en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid a las tres y cuarto de la noche, sólo dos días después de su último concierto.

El viernes Triana había triunfado ante tres mil personas en Lora de Estepa con su nueva formación. El Tele, batería del legendario grupo sevillano, mantenía viva la esencia que en los setenta habían creado Jesús de la Rosa, Eduardo Rodríguez Rodway y él mismo. Pero ya sólo queda Eduardo. Mientras descansaba en su casa de Villaviciosa de Odón, unas horas después de llegar desde Sevilla, el músico comenzó a sentirse mal, por lo que fue trasladado al Hospital de Alcorcón. Allí se le diagnosticó, según narra a ABC su representante, Daniel Martínez, una rotura de la arteria aorta. El desplazamiento al Ramón y Cajal fue inmediato. Pero ya era tarde. A pesar de que fue intervenido quirúrgicamente durante cuatro horas su vida se esfumó pasadas las tres de la mañana. Él tenía 57 años; Triana, 27. Aún le quedaban por delante al menos 25 conciertos, los que había firmado Juan José para este verano.

La tragedia de un grupo

Pero el futuro se partió ayer, junto con el corazón del Tele. Y esa frialdad a la que le cantaron es lo único que ha quedado en sus seguidores. Porque Triana es un grupo marcado por la desgracia. Todos sus admiradores recuerdan aún aquella trágica noche del 13 de octubre de 1983. Jesús de la Rosa había participado en un festival a beneficio de los damnificados por las inundaciones en Euskadi, y a la vuelta, cerca de Burgos, su citroen blanco encontró un destino inesperado. A las horas, después de que incluso reinara el optimismo, Jesús murió en el quirófano con la tráquea seccionada. Tenía 35 años.

Ahora es el Tele el que se ha encontrado con la desgracia. No le acechaba ninguna enfermedad, nadie temía por su salud. Por eso su muerte ha sido tan inesperada como la de su viejo compañero. El rockero que vio la luz primera en El Puerto de Santa María en 1944 se fue dejando dos hijos y, más aún, un extenso legado en la historia de la música andaluza.

Soñadores, Gazpacho, Gong...

Atrás quedan los años tocando en grupos olvidados como Los Soñadores, Gazpacho y Gong. Al terreno de la memoria pasarán ya aquellos setenta en los que Jesús de la Rosa y Eduardo Rodríguez abandonaron la banda Tabaca para unirse a él y crear Triana, la gran revolución del rock andaluz. Fue en el verano del 74 cuando el trío decidió grabar su primer single, que contenía dos canciones: «Recuerdos de una noche» y «Luminosa mañana». Al año se publicó su primer disco, «El Patio», que editó el sello Gong, dirigido por Gonzalo Garcíapelayo. Este mismo productor andaba por entonces trabajando también con artistas como Gualberto, Goma o Lole y Manuel.

Eran tiempos de revolución. Y ahí estaba el Tele, enmedio de todo. Desde atrás, percutiendo sus pieles, como también lo hacía su amigo Silvio, Juan José vio cómo Jesús de la Rosa mezclaba en su garganta y sus teclados el flamenco con influencias sinfónico-progresivas adaptadas de grupos británicos como King Crimson. Vio cómo su primer disco, según relata Luis Clemente en su biografía, vendió sólo 29 copias en dos meses. Vio cómo tras el segundo elepé, «Hijos del agobio», surgía una pléyade de grupos de rock andaluz como Guadalquivir, Medina Azahara, Imán Califato Independiente o, sobre todo, Alameda. Fue testigo y culpable del gran éxito comercial de Triana en 1979, cuando el grupo vendió 300.000 copias de «Sombra y luz», su tercer disco, y dio 100 conciertos por toda España a razón de 700.000 pesetas cada uno. Vio cómo triunfaba «Tu frialdad», tema estrella del cuarto disco, «Un encuentro», publicado en 1980. Vivió «Una noche de amor desesperada» en 1981, cuando la banda sacó su quinto trabajo. Y entonces «Llegó el día». El sexto disco de Triana, publicado en 1983, puso fin a la aventura.

Resurrección de Triana

Pero el Tele no se resignaba. Tras la muerte de De la Rosa Eduardo Rodríguez intentó triunfar en solitario y llegó a publicar dos discos: «Velo de amor» en 1986 y «Noche y día» en 1987. El intento fue baldío y Eduardo, el que queda, se retiró de la música. Pero el Tele, no. Triana había sido su vida. No podía abandonarla. Así que en 1994 decidió refundar el grupo y mantener vivo su repertorio. Recurrió a la voz de Juan Reina, a la guitarra eléctrica de Luis Cobo Manglis, al bajo de Jesús Arispont y a los teclados de Rafael de Guillermo para publicar en 1997 «Un jardín eléctrico». Tres años después sacó «En libertad», porque no era sólo su «modus vivendi», Triana era su alma. Y ayer quedó huérfana.

Hoy los restos de Juan José Palacios se trasladarán al cementerio de Villaviciosa de Odón, su residencia durante más de 20 años, para ser enterrados a las 9:30 horas junto a la tumba de su compañero Jesús de la Rosa, lejos, muy lejos del barrio que les inspiró. Eduardo seguirá viviendo en su retiro de los Caños de Meca. Y Triana, el grupo que se negó a morir en octubre del 83, será historia. Cierra la puerta, niña.

«Lo más seguro es que no hagamos nada más»

Juan Reina, voz y guitarra flamenca del grupo desde que el Tele decidió recuperarlo en 1994, confirmó ayer a ABC la más que posible desaparición de esta banda legendaria :«No sabemos si haremos algo para aliviar la situación de su mujer, porque teníamos 22 galas firmadas, pero lo más seguro es que ya no hagamos nada más. Ha sido un mazazo, porque no tenía problemas de salud. Yo me enteré cuando le dio el infarto. Al llevarlo al hospital me llamó la mujer y me dijo que tenía un cuarenta por ciento de posibilidades de salvarse. Luego, alrededor de las tres y media, me volvió a llamar para darme la noticia y aún no lo he asimilado».

Gualberto, uno de los rockeros de los setenta que más de cerca vivió el fenómeno Triana, amigo personal del Tele, también estaba muy afectado: «Me he quedado traspuesto. Lo vi hace poco en el homenaje a Silvio y no me esperaba esto. Se decía que Triana sin Jesús de la Rosa no era nada, pero no es cierto. Tele le daba una cosita al grupo que no se la podía dar nadie. Él era para mí la gracia, la picardía y la contundencia de Triana. Se ve más a Jesús, pero Triana no era nada sin Tele y Eduardo».

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