Los afectados por el incendio de Pino Montano: «Me he quedado sin coche, sin moto y tengo que dormir en un hostal»

Hablan casi todos a la vez, y resalta la presencia de un joven llamado Alejandro Genaro, con 30 años, y perplejo ante lo que está viendo: «Estoy esperando a que saquen mi moto. Ya me imagino que estará destrozada, quemada. El coche, que sí lo han sacado, estaba al lado, y lo he reconocido porque en el maletero tenía una máquina de coser. Es lo único que queda. No sé ni qué pensar», dice aturdido acompañado de su madre.

Alejandro se desespera: «Llevamos viviendo en este edificio 25 años. Menos mal que es de buena construcción. Ya nos han dicho que la tragedia podía haber sido mucho peor. Nos han recordado lo que pasó en Valencia. Menos mal que estamos todos bien. Lo que no sabemos es cuándo podremos volver. El seguro. Del hogar nos ha dicho que podíamos ir a un hotel, u hostal, y que lo pagáramos, y que luego le pasáramos la factura. Nos hemos ido a Triana porque mi madre trabaja allí».

También Carlos Postigo, de 36 años, manifiesta su pesar: «Mi casa está agrietada. Entramos con un perito y vimos que hay dos dormitorios con grietas importantes. Por lo visto, mi casa está justo arriba de donde se originó el fuego. Es muy doloroso todo esto. Anoche me quedé en casa de mis padres. No sé cuánto tiempo tendré que estar así...».

Casi nadie sabe nada, a la espera que desde el Ayuntamiento les notifique algo. Aunque anoche se decidió autorizar la entrada a las familias de tres de los seis edificios afectados, lo cierto es que casi ninguna ha optado por volver a su hogar. Es el caso de Juan López: «Me dijeron que podía entrar. Pero no se puede. Hay mucho humo. La electricidad salta a cada momento. Tenemos que esperar. Tengo dos hijos pequeños, de 5 y 10 años, y están los pobrecitos preocupados. Lo que hemos vivido se queda para nosotros. Verte en la calle de madrugada, con un incendio dentro de tu edificio, es angustioso».

Durante todo el día de ayer, patrullas de la Policía Local vigilaron los bloques de edificios cuyo realojo no ha sido aún autorizados. Muchas familias, en contacto directo con sus respectivos seguros, no saben aún cuando podrán volver a sus viviendas. «Nos han dicho que hay que esperar. Pueden ser semanas. La desinformación es lo peor en estos momentos, pero entendemos que las autoridades están haciendo todo lo posible por encontrar pronto una solución a esta locura. Yo, por suerte, me puedo quedar en casa de mi hermana, pero hay otras criaturitas que no saben qué hacer. Llevan todo el día con el teléfono a ver si les dan una respuestas los de los seguros», subrayó Diego, otro vecino que ha vivido la tragedia muy de cerca.