Pollo al ast

Para 4 2,2€/pers. 300kcal/100g

¿Quién no ha olido alguna vez el aroma irresistible de un pollo asándose lentamente al aire libre? El Pollo al Ast es uno de esos platos que nos transportan directamente a un día de campo, con amigos, risas y, sobre todo, buen comer. Aunque tradicionalmente se prepara en una parrilla giratoria (el famoso «ast»), hoy te traigo una versión que puedes hacer en casa, ya sea en el horno o en una barbacoa.

Este pollo, jugoso por dentro y crujiente por fuera, es el resultado de una marinada sencilla pero llena de sabor. Ajo, limón, especias y un buen chorro de aceite de oliva son los secretos para que quede espectacular.

El Pollo al Ast tiene sus raíces en la cocina tradicional de varias regiones, especialmente en zonas rurales donde la caza y la ganadería eran parte de la vida diaria. La técnica de asar el pollo en un ast (una vara giratoria) permitía cocinarlo de manera uniforme, aprovechando el calor de las brasas o el fuego directo.

¿Sabías que en algunos lugares este método se usa también para otros tipos de carne, como el cordero o el cerdo? Además, el movimiento giratorio del ast no solo ayuda a que el pollo se cocine por igual, sino que también permite que los jugos se repartan por toda la carne, evitando que se seque. ¡Un auténtico truco de los maestros de la parrilla!

Si te gusta el Pollo al Ast, no te pierdas estas otras recetas que comparten su esencia asada y llena de sabor. Los muslos de pollo al horno con patatas es un clásico casero que nunca falla, con una piel crujiente y unas patatas que absorben todos los jugos del pollo. Y si prefieres algo más exótico, prueba el Pollo tandoori masala con arroz, marinado en yogur y especias. Dos opciones que harán las delicias de los amantes del pollo asado.

Receta de pollo al ast

Preparación paso a paso

1. Preparamos la marinada: En un bol, mezclamos el aceite de oliva, el zumo de limón, los ajos prensados o picados, el pimentón dulce, el pimentón picante (si lo usas), el tomillo, el romero, la sal y la pimienta. Removemos bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
2. Marinamos el pollo: Con la ayuda de un pincel de cocina, untamos toda la superficie del pollo con la marinada, asegurándonos de que quede bien cubierto por dentro y por fuera. Si tienes tiempo, déjalo reposar en la nevera durante al menos 2 horas (o toda la noche) para que los sabores se impregnen bien.  Podemos reservar un poco de marinada para pincelar cuando giremos el pollo volver a pintarlo con marinada.
3. Preparamos el horno o la parrilla: Si usas el horno, precaliéntalo a 200°C. Si usas una barbacoa, asegúrate de que las brasas estén bien calientes, pero no en llamas.
4. Asamos el pollo: Si lo hacemos en el horno, lo pondremos en la bandeja con las pechugas hacia abajo y lo asaremos 45 minutos.  Pasado el tiempo, damos la vuelta y pintamos con la salsa si la habíamos reservado, y cocinamos 45 minutos más. Si lo haces en la parrilla, lo cocinaremos 1 hora y media, girando el ast lentamente para que se cocine de manera uniforme.
5. Comprobamos la cocción: Para asegurarnos de que el pollo está bien hecho, pinchamos la parte más gruesa del muslo con un cuchillo. Si los jugos salen claros, está listo. Si no, dejamos unos minutos más.
6. Servimos: Dejamos reposar el pollo durante 10 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan y la carne quede más jugosa.

Consejos para un pollo al ast perfecto

• Si no tienes un ast, puedes usar una brocheta grande o simplemente asar el pollo en una bandeja o fuente apta para horno.
• Para que la piel quede más crujiente, puedes secar bien el pollo con papel de cocina antes de marinarlo.
• Si te gusta el sabor ahumado, añade unas ramas de romero o tomillo directamente al fuego de la barbacoa.
• Si prefieres un pollo más especiado, puedes añadir comino, curry o cúrcuma a la marinada.

El Pollo al Ast es un plato que admite mil formas de preparación. Por ejemplo, puedes darle un toque mediterráneo añadiendo aceitunas y tomates secos a la marinada, o incluso un toque dulce con un poco de miel y mostaza. También puedes preparar una versión más ligera usando solo limón, ajo y hierbas frescas.

En países de América Latina a este plato se le conoce como «pollo a la brasa» (sí, igual que en nuestro país) y es tan popular que incluso hay cadenas de restaurantes especializadas en su preparación.

Este plato, con su piel dorada y crujiente y su carne jugosa, es perfecto para compartir en una comida especial o simplemente para disfrutar en familia. No importa si lo haces en una parrilla al aire libre o en el horno de casa, el resultado siempre será espectacular. Y si quieres seguir explorando la cocina, en el blog encontrarás muchas más recetas para sorprender a tus invitados, desde platos tradicionales hasta opciones más innovadoras.

Última revisión: 8 agosto 2025

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