Pollo a la naranja al estilo chino

Para 4 1.5€/pers. 250kcal/100g

Hay platos que parecen pensados para alegrarnos el día, y el pollo a la naranja al estilo chino es uno de ellos. Esa mezcla entre lo dulce de los cítricos, el punto salado de la salsa de soja y el contraste crujiente del rebozado convierte un simple pollo en un plato de restaurante.

Lo mejor es que no hace falta ser chef para conseguirlo: con unos pocos pasos y una buena sartén, podemos preparar en casa una receta que sorprende siempre. Además, se trata de una manera estupenda de escapar de la rutina de las típicas pechugas a la plancha y darle a nuestro menú un aire exótico y festivo.

El pollo a la naranja es uno de los clásicos más conocidos de la cocina china adaptada al gusto occidental. En realidad, no es una receta tradicional de la China más antigua, sino que surgió como evolución de los platos cantonés con salsas agridulces que se popularizaron en restaurantes chinos de Estados Unidos en el siglo XX. De ahí pasó a todo el mundo, y hoy lo encontramos tanto en cartas de restaurantes asiáticos como en versiones caseras adaptadas a cada país.

La combinación de pollo crujiente con salsa cítrica resulta tan versátil que admite infinidad de variantes: hay quien usa solo naranja, otros mezclan mandarina o incluso lima, y no faltan los que sustituyen la soja por tamari para hacerlo sin gluten.

Si este plato te ha conquistado, hay otras propuestas que también te encantarán. El pollo al limón es una de las versiones más clásicas, con una salsa cítrica más suave y delicada. Otro imprescindible es el cerdo agridulce, donde la carne de cerdo se reboza y se baña en una salsa roja intensa con piña y pimientos. Y, para quienes prefieren un plato más ligero, el pollo con almendras combina la jugosidad del pollo con frutos secos tostados en una salsa de soja ligera.

Receta casera de pollo a la naranja al estilo chino

Preparamos los ingredientes

1. Empezamos con el acompañamiento. Hervimos el arroz Basmati siguiendo las instrucciones del paquete. Conviene lavarlo bien antes de cocerlo para retirar el exceso de almidón y conseguir granos más sueltos y aromáticos. Una vez cocido, lo escurrimos y reservamos tapado para que conserve el calor.
2. Mientras se cuece el arroz, lavamos los puerros y los cortamos en rodajas finas. Ponemos una sartén amplia con un poco de aceite y rehogamos el puerro a fuego medio unos 8 minutos, hasta que esté tierno y ligeramente dorado. Este sofrito dará un toque dulce y muy aromático al plato.
3. Pasamos al pollo. Cortamos las pechugas en dados medianos, procurando que tengan un tamaño uniforme para que se cocinen por igual. Salpimentamos y mezclamos bien para que todos los trozos queden sazonados.
4. Preparamos el rebozado. Colocamos tres recipientes: uno con harina, otro con el huevo batido y otro con harina de nuevo. Pasamos cada trozo de pollo primero por harina, luego por huevo y otra vez por harina. Este doble rebozado garantiza que la carne quede jugosa por dentro y muy crujiente por fuera.

A cocinar todo

5. Freímos el pollo en una sartén con abundante aceite caliente, pero sin llegar a humear. Lo doramos por tandas, para que no se enfríe el aceite ni se apelmacen los trozos. Una vez dorados, los sacamos a un plato con papel absorbente y reservamos.
6. Ahora toca preparar la salsa. En un cazo mezclamos el agua, la salsa de soja, el azúcar moreno, el zumo de la naranja y del limón, la ralladura de la piel de la naranja y un poco de jengibre fresco rallado o en polvo. Si nos gusta el picante, añadimos unas gotas de tabasco. Llevamos la mezcla a ebullición y dejamos hervir unos minutos para que los sabores se integren.
7. Disolvemos la maicena en un vaso con agua fría hasta que no queden grumos. Incorporamos esta mezcla al cazo y removemos constantemente. En cuestión de minutos veremos cómo la salsa espesa y adquiere un aspecto brillante.
8. Mezclamos la salsa con el pollo frito y el puerro en una sartén grande, asegurándonos de que todos los trozos queden bien bañados por la salsa. Cocinamos un par de minutos para que el pollo absorba el sabor.
9. Para servir, colocamos el arroz Basmati en platos individuales o en una fuente. Encima disponemos el pollo con la salsa y el puerro. Terminamos decorando con semillas de sésamo y, si queremos darle un toque más vistoso, con unas rodajas finas de naranja fresca.

A la hora de acompañar, además del arroz Basmati, prueba a servirlo con tallarines de trigo o con un salteado de verduras al wok.

Consejos para un pollo a la naranja al estilo chino perfecto

• Elige pollo fresco y de buena calidad, ya que es la base del plato. Si prefieres, también se puede hacer con contramuslos deshuesados, que son más jugosos.
• El jengibre fresco aporta un aroma y sabor mucho más intenso que el polvo. Solo hay que rallarlo en el momento de usarlo.
• La fritura del pollo es clave: hazlo en tandas y controla la temperatura del aceite para que quede crujiente y no se empape de grasa.
• Si quieres un plato más ligero, puedes saltear el pollo sin rebozar y añadir directamente la salsa. No será tan crujiente, pero queda igualmente delicioso.
• Los frutos secos como almendras o anacardos combinan muy bien en la salsa, aportando un toque crujiente extra.

Curiosidades de rechupete

En muchos restaurantes chinos de Occidente, el pollo a la naranja se convirtió en un plato estrella porque reunía todos los elementos que encantaban a los comensales: una textura crujiente, una salsa intensa y ese equilibrio entre dulce y salado que resulta tan adictivo. Hoy, este plato sigue siendo uno de los más pedidos en locales de comida oriental y, cada vez más, una de las recetas más reproducidas en cocinas caseras por su sencillez y éxito asegurado.

El pollo a la naranja al estilo chino es una receta que nunca falla: rápida, vistosa y con un sabor espectacular que conquista desde el primer bocado. Prepararlo en casa es mucho más fácil de lo que parece y permite adaptar los ingredientes a nuestro gusto. Un plato que, sin duda, se ganará un hueco en tu recetario habitual y que hará que la próxima vez que invites a alguien a comer en casa se quede con la boca abierta.

Última revisión: 3 octubre 2025

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