Migliaccio napolitano

Migliaccio napolitano

Icono personas Para 8Icono euro 1.2€/pers.Icono calorias 220kcal/100g

Ingredientes

  • 500 ml de leche entera
  • 200 ml de agua
  • 200 g de sémola de trigo
  • 300 g de ricotta (bien escurrida)
  • 250 g de azúcar
  • 4 huevos M
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Ralladura de 1 limón
  • Ralladura de 1 naranja
  • 20 g de mantequilla
  • Una pizca de sal (2 g. aprox.)
  • Azúcar glas para espolvorear y decorar

Hay dulces que tienen nombre de trabalenguas, pero sabor de casa. El migliaccio es uno de esos. Y aunque suene a palabra inventada, lo cierto es que es una tarta de las que se recuerdan. De textura suave, con ese punto jugoso que lo hace diferente, este pastel tradicional napolitano es perfecto para los que quieren un postre sencillo, sin pretensiones, pero con historia.

El migliaccio es un postre típico de la región de Campania, concretamente de Nápoles, que se prepara tradicionalmente durante el Carnaval. Su nombre viene del latín miliaccium, en referencia al mijo, cereal que se usaba antes de que la sémola de trigo tomara el relevo.

En sus orígenes era una receta de aprovechamiento, y aunque al principio se cocinaba también con sangre de cerdo, la versión dulce que conocemos hoy se ha convertido en un clásico de la repostería napolitana.

No lleva harina ni levadura, y su textura recuerda a la de un flan espeso o una tarta de queso compacta. Curiosamente, no es muy conocida fuera de Italia, a pesar de ser una receta sencilla, sabrosa y perfecta para preparar con antelación.

Una curiosidad poco conocida es que el migliaccio, por su textura densa y su sabor suave, se ha convertido en merienda habitual de muchos niños napolitanos, cortado en cuadraditos y servido frío, como si fuera bizcocho. Y en algunas zonas de Campania, todavía se sirve con un chorrito de vino dulce por encima, al estilo de los abuelos.

Si te gustan los postres de cuchara o con texturas suaves, este trío también te va a tentar: la pastiera napoletana, también con ricotta pero con trigo cocido y aroma a azahar, es un clásico de Semana Santa; el pudin de chocolate, una especie de flan italiano cremoso que se sirve frío, perfecto para los más golosos; y el arroz con leche al estilo asturiano.

Receta de migliaccio napolitano casero paso a paso

Preparación de la base

  1. En un cazo grande, vertemos la leche, el agua, la mantequilla, una pizca de sal y las ralladuras de limón y naranja. Calentamos a fuego medio hasta que empiece a hervir ligeramente, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
  2. Añadimos la sémola en forma de lluvia, sin dejar de remover con unas varillas o una cuchara de madera para evitar grumos. Bajamos el fuego y seguimos mezclando hasta que la mezcla espese. Esto llevará unos 5 minutos. Tiene que quedar como una papilla espesa. Retiramos del fuego y dejamos templar unos minutos.
  3. Mientras se enfría la mezcla de sémola, en un bol grande batimos los huevos con el azúcar hasta que queden espumosos. Añadimos la ricotta desmenuzada y la vainilla, y mezclamos bien hasta obtener una crema lisa.
  4. Incorporamos la mezcla de sémola ya tibia a la crema de ricotta y huevos. Lo hacemos poco a poco, removiendo con energía para que todo quede bien integrado. No pasa nada si la textura final no es totalmente homogénea; el migliaccio es así.

Horneado y presentación final

  1. Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo. Engrasamos un molde redondo de unos 22 cm de diámetro, preferiblemente desmontable, y vertemos la mezcla en él, alisando la superficie con una espátula.
  2. Horneamos durante unos 50-55 minutos, o hasta que veamos que está dorado por arriba y al pinchar el centro con un palillo este sale limpio. Es normal que suba un poco durante el horneado y luego baje al enfriar.
  3. Dejamos enfriar completamente dentro del molde y luego lo llevamos a la nevera al menos 4 horas, aunque está más bueno de un día para otro. Justo antes de servir, espolvoreamos con azúcar glas por encima.
  4. Si te apetece un postre diferente, fácil y con ese puntito entre flan y tarta, el migliaccio napoletano es una opción estupenda. Lo preparas sin complicaciones, lo dejas reposar, y al día siguiente te lo meriendas como un rey. O como un napolitano, que en este caso viene a ser lo mismo.

Consejos para un migliaccio de rechupete

  • Este tipo de tartas gana mucho si se prepara con antelación, así que no tengas prisa. La ricotta es clave: que sea de buena calidad y esté bien escurrida para que no suelte líquido.
  • Si no encuentras ricotta, puedes usar requesón, aunque el sabor y la textura cambian un poco.
  • Para un toque diferente, puedes añadir un chorrito de licor tipo limoncello o anís en la mezcla, le va de maravilla.
  • Si quieres una versión sin gluten, puedes probar con sémola de maíz fina, aunque el resultado no será exactamente igual.
  • Aunque esta receta es la versión clásica, en muchas casas le dan su toque: hay quien le pone pasas remojadas, trocitos de fruta confitada o incluso una cucharadita de canela. También hay quien sustituye parte del agua por leche de coco o bebida vegetal, aunque eso ya es salirse bastante del guion original.

Última revisión: 30 julio 2025

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