Para 4
4.2€/pers.
305kcal/100g
Ingredientes
- 400 g de pasta Mezzelune rellena de boletus y trufa
- 200 g de champiñones frescos (pueden ser Portobello, shiitake o los que más te gusten)
- 100 g de castañas cocidas (pueden ser envasadas al vacío o asadas en casa)
- 200 ml de nata para cocinar
- 1 chalota pequeña
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 chorrito de vino blanco seco
- 80 ml. de aceite de oliva virgen extra
- 4 g. de sal fina (o al gusto de cada casa)
- 2 g. de pimienta negra recién molida (o al gusto de cada casa)
- Unas ramitas de tomillo (opcional, para decorar)
- Agua y sal (para cocer la pasta)
¿Te has levantado hoy con ganas de comer pasta?¿Y te gustan los sabores otoñales? Pues si quieres comer en casa un plato como si fuese un restaurante italiano, te explico una receta con ese punto gourmet, pero sin complicarte la vida. La pasta rellena Mezzelune tiene ese don: la hierves, haces una salsa rica y parece que has estado una hora cocinando cuando en realidad lo has tenido listo en un periquete.
Esta vez, te traigo unas Mezzelune de boletus y trufa en una salsa cremosa de champiñones con trocitos de castaña crujiente. Una receta otoñal para honrar esta temporada que aún no se le ve, seguimos con pocas lluvias y aún no han salido las setas que tanto me gustan.
Las Mezzelune de Garofalo con su forma de media luna, son perfectas para retener rellenos cremosos y sabrosos. En este caso, el relleno de boletus y trufa es un clásico de los sabores intensos, de esos que te envuelven el paladar y te dejan con ganas de repetir. Y como esta pasta ya tiene su carácter, lo que hacemos es arroparla con una salsa que no le robe protagonismo pero que le dé juego: champiñones salteados, nata y un toque de vino blanco.
La estrella secundaria, pero que se lleva sus aplausos, son las castañas: las picamos, las tostamos y las usamos como topping para darle un contraste crujiente y ligeramente dulce que le queda de cine. No es una receta de diario, pero cuando te das el gusto… te lo das bien.
Para seguir en la línea de sabores intensos y pastas con rellenos potentes, puedes echarle un ojo a algunas recetas que también tiran de setas, salsas cremosas y toques de frutos secos. Prueba los raviolis rellenos de calabaza en salsa de puerros asados y miel, donde lo dulce y lo fuerte se dan la mano en un plato espectacular. También tienes los capellacci rellenos de chantarella y Grana Padano en salsa de calabaza, un plato más delicado, pero igualmente sabrosón. Y si te apetece algo con un toque otoñal, apunta los mezzelune de boletus y trufa en salsa de queso, una auténtica delicia este otoño. ¿Te animas a prepararlas?
Receta casera de Mezzelune en salsa de champiñones y castañas crujientes
Ingredientes para preparar la receta:




Preparación de la salsa de champiñones
- Empezamos con los champiñones. Los limpiamos con un paño húmedo y los cortamos en láminas finas. En una sartén grande, echamos una cucharada de mantequilla y un chorrito de aceite de oliva. Cuando esté caliente, añadimos la chalota bien picada y la pochamos a fuego medio hasta que esté transparente.
- Añadimos los champiñones laminados a la sartén y los salteamos durante unos 5-6 minutos, hasta que suelten el agua y se empiecen a dorar un poquito. En ese momento, echamos el chorrito de vino blanco, subimos un poco el fuego y dejamos que se evapore el alcohol.
- Cuando el vino haya reducido, bajamos el fuego y añadimos la nata. Salpimentamos al gusto y dejamos que la salsa se cocine a fuego suave unos 8-10 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
- Mientras la salsa se va haciendo, vamos con las castañas. Si las tienes ya cocidas, solo tienes que picarlas groseramente. En una sartén pequeña, sin aceite ni nada, las tostamos a fuego medio durante unos minutos. Queremos que se doren y queden crujientes, pero sin que se quemen.









Cocción de la pasta y presentación final
- Cocemos las Mezzelune siguiendo las instrucciones del paquete. Normalmente necesitan unos 3-4 minutos en agua hirviendo con sal. Cuando estén listas, las escurrimos bien y las añadimos directamente a la sartén con la salsa.
- Mezclamos la pasta con la salsa con mucho cuidado para no romper las Mezzelune. Dejamos que se integren los sabores durante un par de minutos y retiramos del fuego.
- Servimos en platos hondos, espolvoreamos por encima las castañas crujientes y, si quieres darle un toque elegante, puedes decorar con una ramita de tomillo o un poquito de pimienta recién molida.
Una plato de pasta fresca que no se prepara todos los días, pero que cuando los haces, te das cuenta de que ha merecido la pena. Sabores intensos, texturas contrastadas y una combinación otoñal que funciona como un reloj suizo. Ideal para una cena especial o simplemente para cuando te apetece darte un homenaje sin complicarte demasiado. ¡No te cortes y pruébala, que está de escándalo!








Consejos para unos mezzelune de rechupete
- Si no encuentras Mezzelune concretamente, cualquier pasta rellena de setas o trufa te va a funcionar igual de bien.
- Las castañas dan un toque muy especial, pero si no las tienes, unas nueces o avellanas tostadas también pueden hacer el apaño.
- ¿Te gusta el queso? Puedes rallar un poco de Grana Padano o Parmigiano por encima antes de servir. No le va nada mal.
- Para un toque más potente, añade un poquito de trufa rallada o unas gotas de aceite de trufa justo antes de servir.
Curiosidades de rechupete
- La combinación de setas y castañas no es nueva, ni mucho menos. En muchas regiones del norte de Italia es típico aprovechar los productos de temporada del otoño para platos reconfortantes y llenos de sabor.
- Las castañas, además, eran antiguamente una fuente muy importante de alimento en zonas rurales, sobre todo en época de escasez. Hoy se han convertido en un ingrediente casi “de lujo” en platos como este. Lo que antes era cocina humilde, ahora es tendencia gastronómica. Y claro, si le metes trufa al relleno, pues ya tienes una receta de esas que se hacen con copa de vino en mano.
Última revisión: 16 octubre 2025
Hemos trabajado 4 horas y 25 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
35 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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