Para 4
1€/pers.
kcal/100g
Ingredientes
- 500 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 150 g de azúcar (blanca, la clásica de toda la vida)
- 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Una pizca de sal
- 3 yemas de huevo
Un buen amigo mío describía los helados de la siguiente manera: “Los helados son ese pequeño pedazo de cielo que se derrite en nuestra boca”. Un poco cursi, pero no le falta razón. Pues hoy toca hablar de ese pedacito de cielo: el helado de nata.
¿Sabíais que su historia se remonta a miles de años atrás? Los antiguos persas ya disfrutaban de algo parecido a nuestro helado, mezclando nieve con jugos de fruta. Y los chinos, por supuesto, ya eran unos auténticos maestros del hielo con leche. Vamos, que si Marco Polo viajara hoy, se montaría una heladería en Venecia.
La primera vez que intenté hacer helado en casa, acabé con un bloque de hielo más duro que el Titanic. Pero con un par de trucos y un poco de paciencia, conseguí convertir ese desastre en una de mis mejores creaciones. Así que, si yo pude, vosotros también.
Para mí, personalmente, el mejor helado es el de nata. ¿Por qué? Pues no lo sé, pero es del que vamos a hablar hoy. Eso sí, si quieres alguna variante puedes probar con esta receta de HELADO DE ARROZ CON LECHE Y CANELA, o si eres más tradicional, puedes probar con este HELADO DE CHOCOLATE CASERO.
Receta casera del helado de nata

Elaboración paso a paso
1. Empezamos por lo básico, que en este caso es nuestra querida nata. Vamos a verter los 500 ml de nata para montar en un cazo y la calentamos a fuego lento. Importante: que no hierva. Mientras tanto, abrimos nuestra vaina de vainilla y rascamos las semillas con un cuchillo. Esto le dará un toque gourmet que os hará sentir como auténticos chefs.
2. Añadimos las semillas y la vaina de vainilla a la nata y dejamos que se infusionen durante unos 10 minutos. Esto va a hacer que la nata coja un sabor espectacular. Si optáis por la esencia de vainilla, solo añadidla al final de este proceso para no perder su aroma tan característico.
3. Mientras nuestra nata y vainilla hacen su magia, vamos a batir las 3 yemas de huevo con el azúcar en un bol grande. Tiene que quedar una mezcla homogénea y de un color amarillo clarito. ¡Ah, y no os olvidéis de la pizca de sal! Eso va a potenciar los sabores y equilibrar la dulzura.
4. Una vez que la nata ha cogido todo el sabor de la vainilla, la colamos (si usamos la vaina) y la vertemos lentamente sobre la mezcla de yemas y azúcar, removiendo constantemente para que no se cuajen las yemas. Devolvemos esta mezcla al cazo y la calentamos a fuego muy bajo, removiendo sin parar hasta que espese. No queremos que hierva, solo que alcance una consistencia de crema ligera.
5. Vertemos la mezcla en un bol grande y la dejamos enfriar a temperatura ambiente. Luego la tapamos con papel film y la metemos en la nevera por lo menos 2 horas. Este es un buen momento para relajarnos un rato, leer un libro o, si sois como yo, empezar a preparar otra receta.
6. Si tenéis una heladera, este es el momento de usarla. Vertemos la mezcla en la heladera y seguimos las instrucciones del fabricante. Si no tenéis heladera, ¡no hay problema! Vertemos la mezcla en un recipiente apto para congelador y la metemos al congelador. Cada 30 minutos, sacamos el recipiente y removemos la mezcla con un tenedor para romper los cristales de hielo. Repetimos esto durante unas 3-4 horas hasta que el helado tenga una textura cremosa.
Hacer helado en casa no solo es una experiencia divertida, sino que también nos permite experimentar y crear sabores únicos. Podéis añadir frutos secos, trocitos de frutas confitadas, o incluso cambiar la nata por una crema de coco para una versión vegana. Si queréis hacer una versión sin azúcar, podéis utilizar edulcorantes naturales como la stevia o el eritritol.






Consejos y trucos para un helado de lujo
- Paciencia y más paciencia: El secreto para un buen helado es el tiempo de enfriado y batido. No tengáis prisa, ¡la espera merece la pena!
- Aire, nuestro amigo: Cuando removéis la mezcla en el congelador, aseguraos de incorporar aire. Esto hará que el helado sea más ligero y esponjoso.
- Prueba y error: No tengáis miedo de experimentar. Añadir un chorrito de licor, trocitos de chocolate o un toque de ralladura de limón puede transformar un buen helado en una experiencia inolvidable.
- Sal y dulce: La pizca de sal que añadimos ayuda a resaltar los sabores. Si alguna vez habéis probado chocolate con un toque de sal, sabéis de lo que hablo.
- Evitar los cristales: La clave para evitar esos molestos cristales de hielo es remover la mezcla cada cierto tiempo. También podéis añadir un poco de alcohol, como vodka o ron, que actúa como anticongelante natural.
Consejos para evitar que se endurezca demasiado
- Guárdalo bien tapado para que no coja escarcha ni pierda aire.
- No lo dejes meses en el congelador, cuanto más tiempo pase, más duro se pondrá.
- Evita descongelar y volver a congelar, porque esto genera cristales de hielo grandes que destrozan la textura.
- Usa recipientes planos: cuanto más delgado sea el bloque de helado, más fácil será que se ablande rápido.
- Añade un poco de azúcar o miel en los helados caseros: el azúcar ayuda a que no se congele tanto.
- Si ya es demasiado tarde y tu helado parece un ladrillo, aquí te dejo unos truquillos para suavizarlo.
Un buen helado de nata se merece una compañía a la altura. Aquí van algunas sugerencias que os harán quedar como verdaderos maestros de la cocina:
- Frutas frescas: Fresas, frambuesas, arándanos… cualquier fruto rojo combina de maravilla.
- Salsas: Una salsa de chocolate caliente o caramelo salado puede llevar vuestro helado al siguiente nivel.
- Galletas o barquillos: Un clásico que nunca falla. Además, podéis hacer galletas caseras y sorprender a todos.
- Vinos dulces: Un buen vino blanco dulce o un cava brut son el maridaje perfecto para este helado.
- Café o té: Un helado de nata y un buen café expreso son la pareja perfecta para una sobremesa inolvidable.
¿Os ha picado el gusanillo del helado? Pues no os preocupéis, que hay más donde elegir. Podéis probar con un delicioso helado de chocolate, un refrescante helado de limón o incluso un exótico helado de té matcha. Las posibilidades son infinitas, y la diversión está asegurada.
Última revisión: 9 septiembre 2025
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