Name: Helado de menta y chocolate
Total time: 30 min
Yield: 4
Cuisine: italiana
Ingredients: 500 ml de nata para montar (mínimo 35% materia grasa); 250 ml de leche entera; 150 g de azúcar; 1 cucharadita de esencia de menta (o unas gotas de extracto concentrado); Unas hojas de menta fresca (opcional, para intensificar el aroma); 150 g de pepitas de chocolate negro (o chocolate negro troceado); Colorante verde alimentario (opcional, solo para dar color)

Para 4 1.5€/pers. 400kcal/100g

Ingredientes

500 ml de nata para montar (mínimo 35% materia grasa)
250 ml de leche entera
150 g de azúcar
1 cucharadita de esencia de menta (o unas gotas de extracto concentrado)
Unas hojas de menta fresca (opcional, para intensificar el aroma)
150 g de pepitas de chocolate negro (o chocolate negro troceado)
Colorante verde alimentario (opcional, solo para dar color)

Nada suena más a verano (o a capricho dulce) que un helado de menta y chocolate bien cremoso. Ese contraste entre el frescor de la menta y el toque amargo del chocolate negro es un clásico que no falla. Hoy te explico cómo hacerlo en casa, tanto si tienes Thermomix como si no. Porque, seamos sinceros, ¿a quién no le apetece presumir de helado casero cuando vienen amigos a casa?

Aunque muchos lo asocian con las típicas bolas verdes de heladería, el helado de menta y chocolate tiene sus raíces en la pastelería inglesa, donde desde hace siglos se combina la menta fresca con el chocolate negro en bombones y tartas.

El helado, tal y como lo conocemos hoy, ganó fama internacional a partir de los años 70, cuando las marcas comerciales empezaron a producirlo en masa. Y no es solo un helado para niños: en muchos restaurantes gourmet lo sirven acompañado de licores, frutas o postres más elaborados.

Si eres amante de los helados caseros, te recomiendo probar el helados Magnum caseros, con su base cremosa y su chocolate crujiente cubriendo el helado, ideal para los más golosos. También te encantarán los polos de naranja, perfectos para quienes prefieren algo refrescante y ácido. Y si quieres un clásico infalible, el helado de vainilla casero nunca pasa de moda, además de ser la base perfecta para añadir tus propios toques y combinaciones.

Receta helado de menta y chocolate

Elaboración paso a paso

Preparación con Thermomix

Colocamos en el vaso de la Thermomix la leche, la nata, el azúcar, la esencia de menta (y las hojas si las usamos) y el colorante si queremos ese verde llamativo. Programamos 8 minutos, 90 °C, velocidad 2.
Vertemos la mezcla en un recipiente y dejamos enfriar completamente. Luego la guardamos en la nevera al menos 4 horas para que esté bien fría.

Una vez fría, la volvemos a poner en el vaso de la Thermomix y batimos 30 segundos a velocidad 4 para airearla. Añadimos las pepitas de chocolate y mezclamos 10 segundos, giro inverso, velocidad 2.
Vertemos en un recipiente hermético y congelamos al menos 4-6 horas. Antes de servir, sacamos el helado unos minutos antes para que tenga la textura perfecta.

Preparación sin Thermomix

En un cazo, calentamos la leche, la nata y el azúcar a fuego medio, sin dejar que hierva. Añadimos la esencia de menta, las hojas de menta si queremos más intensidad, y el colorante si lo usamos. Removemos hasta que el azúcar se disuelva por completo.
Retiramos del fuego, colamos si hemos usado hojas de menta y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Después, metemos en la nevera al menos 4 horas.
Si tienes heladera, vierte la mezcla en ella y sigue las instrucciones del fabricante, añadiendo las pepitas de chocolate casi al final. Si no tienes heladera, vierte en un recipiente, congela y cada 30-45 minutos bate la mezcla para romper los cristales de hielo (unas 4-5 veces). Añade las pepitas de chocolate en la última batida.
Dejamos congelar completamente y sacamos unos minutos antes de servir para que esté cremoso y fácil de manejar.

Consejos para un helado de menta y chocolate de rechupete

Si quieres un sabor de menta más natural, puedes infusionar las hojas de menta en la leche caliente antes de añadir el resto de ingredientes.
Usa chocolate negro de buena calidad, que contraste bien con la dulzura del helado.
Añadir un poco de glucosa o miel ayuda a que el helado quede más cremoso y menos cristalizado.
Si haces la versión sin heladera, no te saltes las batidas: son claves para lograr una buena textura.
El helado se conserva hasta 1 semana en el congelador, aunque lo mejor es consumirlo pronto para disfrutarlo en su mejor punto.

Consejos para evitar que se endurezca demasiado

Guárdalo bien tapado para que no coja escarcha ni pierda aire.
No lo dejes meses en el congelador, cuanto más tiempo pase, más duro se pondrá.
Evita descongelar y volver a congelar, porque esto genera cristales de hielo grandes que destrozan la textura.
Usa recipientes planos: cuanto más delgado sea el bloque de helado, más fácil será que se ablande rápido.
Añade un poco de azúcar o miel en los helados caseros: el azúcar ayuda a que no se congele tanto.
Si ya es demasiado tarde y tu helado parece un ladrillo, aquí te dejo unos truquillos para suavizarlo.

En algunas heladerías italianas, el helado de menta y chocolate se llama “menta stracciatella”, y es un favorito de verano. Curiosamente, en ciertos países, este sabor divide opiniones: hay quienes lo consideran un imprescindible y otros lo ven como “pasta de dientes congelada”.

Eso sí, cuando lo pruebas casero, con ingredientes de calidad, es difícil no rendirse a su frescor cremoso. Además, no es raro que en concursos caseros de helados sea uno de los sabores más aplaudidos, porque combina el frescor y el toque crujiente del chocolate de manera irresistible.

Hacer helado de menta y chocolate en casa es una auténtica gozada. Ya sea con Thermomix, con heladera o solo a mano, el resultado es tan delicioso que te hará preguntarte por qué no lo habías intentado antes. Es fresco, es cremoso y tiene ese puntito crujiente que lo hace adictivo. Así que ya sabes, ponte manos a la obra y regálate un postre casero de los que dejan huella. ¡A disfrutar, cucharón en mano!

Última revisión: 9 septiembre 2025

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30 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.