Para 4
4.5€/pers.
290kcal/100g
Ingredientes
- 8 carrilleras de cerdo
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 2-4 cucharadas de AOVE
- 2 dientes de ajo
- 2 cebollas
- 100 ml de brandy, coñac u oporto
- 100 ml de caldo de carne o agua
- Menaje empleado: Olla exprés Fissler y batidora de mano
Hay platos que piden a gritos una buena barra de pan al lado (de las buenas, la receta lo merece), porque lo suyo es mojar hasta dejar el plato limpio. Y no hablamos de un simple guiso, sino de esos que transforman un día cualquiera en comida de domingo.
En este caso vamos con unas carrilleras de cerdo en olla exprés, un estofado de carne tradicional, pero en mucho menos tiempo. Lo mejor es que el resultado no pierde ni un ápice de melosidad ni de sabor.
Si nunca las has cocinado, quizá pienses que es un corte complicado, pero nada más lejos. La olla exprés hace todo el trabajo duro y nos deja un plato tierno, jugoso y con una salsa de las que hay que repetir con cuchara. Así que hoy toca ponerse el delantal y sacarle todo el partido a la olla exprés Fissler con unas carrilleras de cerdo que van a hacer historia en tu casa.
Las carrilleras, esas piezas de carne tan tiernas como poco valoradas durante años, tienen su origen en la cocina tradicional española, especialmente en zonas de interior donde se aprovechaba absolutamente todo del animal. Aunque antes eran consideradas un corte humilde, hoy las encontramos en cartas de restaurantes de nivel. Lo curioso es que, con el tiempo y sin perder su esencia, este plato ha pasado de ser un “apaño de abuela” a convertirse en un imprescindible de la cocina moderna, especialmente cuando se cocinan en olla rápida, que acorta los tiempos sin sacrificar sabor.
Receta casera de carrillera de cerdo en olla express

Preparación de la carne y las verduras
- Empezamos enharinando las carrilleras. Les damos una vuelta por harina y sacudimos el exceso para que no se forme una costra demasiado gruesa.
- Calentamos el AOVE en la olla exprés Fissler a fuego medio-alto. Cuando esté bien caliente, doramos las carrilleras por ambos lados para sellar los jugos. Esto dará mucho sabor al resultado final. Una vez doradas, las retiramos y reservamos en un plato.
- En el mismo aceite, echamos los dientes de ajo bien prensados y las cebollas picadas finamente. Sofreímos unos minutos hasta que la cebolla esté tierna y empiece a dorarse.









Preparación final
- Añadimos el brandy con alegría y dejamos que se evapore el alcohol. Notaremos cómo sube un aroma potente, señal de que vamos bien.
- Incorporamos el caldo de carne (o agua, si no tenemos) y devolvemos las carrilleras a la olla. Cerramos la tapa, asegurándonos de que está bien sellada, y subimos el fuego hasta que la olla alcance la presión 2.
- Cuando alcance esa presión, bajamos el fuego a medio y cocinamos durante 35 minutos. Mientras tanto, puedes ir preparando un buen pan para mojar luego.
- Pasado el tiempo, apagamos el fuego y dejamos que la olla pierda la presión de forma natural. Cuando la válvula baje, ya podemos abrirla con seguridad. Verás que las carrilleras están tiernas y la salsa espesa justo en su punto.
- Y con esto tenemos un platazo que huele a domingo y a comida en condiciones. Sirve las carrilleras con un poco de arroz blanco, patatas o lo que más te guste para acompañar la salsa. Eso sí, no te olvides del pan, porque lo vas a echar de menos.
Y si te gustan los platos con salsita y carne que se deshace, apunta estas tres propuestas: el rabo de toro estofado con vino tinto es una receta tradicional cargada de sabor y con una textura que se deshace sola, las albóndigas en salsa española son un clásico de los que nunca fallan, y el ossobuco de ternera tiene ese punto meloso que conquista a cualquiera.








Consejos para unas carrilleras de rechupete
- Nosotros ya compramos carrilleras limpias, pero sino habría que quitarle una telilla blanca que traen con ayuda de un cuchillo o puntilla.
- Esta receta se presta a ajustes personales sin ningún problema. Si no tienes brandy, puedes usar vino tinto o incluso un toque de Pedro Ximénez para darle un punto dulce. En lugar de cebolla blanca, puedes probar con cebolla morada o chalotas para un matiz distinto.
- Para una salsa más fina, se puede triturar al final, aunque hay quien prefiere encontrarse los tropezones. Y si vas justo de tiempo, puedes preparar las carrilleras el día anterior: reposadas están incluso mejor.
- Hay quien añade una zanahoria o una hoja de laurel durante la cocción para enriquecer el sabor, o incluso un par de setas secas rehidratadas. Otra opción interesante es sustituir parte del caldo por cerveza negra para darle un toque más profundo.
Curiosidades de rechupete
- En algunas regiones de Castilla, las carrilleras se servían antiguamente con puré de patata casero, y todavía hay abuelos que siguen haciéndolo así. Es un plato que ha pasado de generación en generación, y que ha resistido sin despeinarse tanto las modas de lo gourmet como la fiebre del “todo light”.
- En algunas zonas de Andalucía se cocinan las carrilleras con vino fino o manzanilla, lo que les da un aroma seco y muy particular. En cambio, en el norte de España es más habitual verlas guisadas en vinos tintos potentes de la zona, como un Rioja o un Ribera. Al final, cada región ha adaptado esta receta a lo que tenía más a mano, y esa diversidad es lo que la hace tan interesante.
Última revisión: 24 septiembre 2025
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