El presidente del EBB y candidato a lehendakari por el PNV, Iñigo Urkullu, ha admitido que, si dirige el próximo Gobierno vasco, tendrá que recortar en la administración y empresas públicas, aunque ha precisado que no repercutirá en los funcionarios. Además, ha considerado que «miente» quien promete que no realizará recortes, y ha asegurado que su partido no tocará las pensiones, la educación, la sanidad o los servicios sociales.
En una entrevista concedida a ETB, Urkullu ha manifestado que es previsible que el Gobierno del PSE-EE termine el ejercicio con más de 6.000 millones de deuda, cuando los socialistas se encontraron con una deuda de 640 millones de euros cuando accedió al Ejecutivo, lo que supondrá multiplicarla no sólo por ocho, como se dijo en mayo, sino por 10.
El PNV no tocaría pensiones, educación y sanidad
El dirigente jeltzale ha subrayado que, quien diga, que si dirige el próximo Ejecutivo vasco, no recortará, «miente». En esta línea, ha recordado que el propio Ejecutivo del PSE-EE ha hecho recortes. «Tiene que decir claramente que se ha visto obligado a adelantar la convocatoria electoral porque no podía presentarse a un debate presupuestario para el próximo ejercicio con recortes que tendría que aplicar en el próximo ejercicio presupuestario como consecuencia de la caída de recaudación, como consecuencia de la deuda incrementada y del incumplimiento del déficit», ha indicado.
Estado de las cuentas
Tras señalar que no es sólo el PNV «el que pone en cuestión el estado de las cuentas del Gobierno vasco, sino también quien ha sido su socio hasta hace 15 meses», el PP, ha subrayado que el Ejecutivo de Patxi López ha retrasado la celebración del Consejo Vasco de Finanzas (CVF) en el que se hace una estimación de liquidación del ejercicio anterior y una previsión del ejercicio próximo.





