El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha asegurado este domingo que su partido ha obtenido «un gran éxito» en estas elecciones porque ha cumplido su «objetivo principal»: ser la primera fuerza en número de votos y revalidar su grupo propio en el Congreso de los Diputados.
En torno a las once menos cuarto de la noche, con el escrutinio próximo a su conclusión, Urkullu ha comparecido ante los medios de comunicación y ha afirmado que en las elecciones de hoy «ha quedado claro, una vez más, que España es España y Euskadi es Euskadi».
«Los vascos pensamos y votamos diferente y entender esto es fundamental para la concordia», ha dicho Urkullu, que ha iniciado su intervención felicitando al Partido Popular y a su candidato, Mariano Rajoy, por ganar las elecciones.
Al futuro presidente del Gobierno le ha reclamado «madurez y altura de miras» para consolidar la paz en el País Vasco y le ha pedido que «tenga en cuenta que Euskadi tiene mal recuerdo de las mayorías absolutas del PP».
En los comicios celebrados hoy, el PNV ha perdido un diputado al pasar de seis a cinco escaños, aunque es el partido más votado con más de 40.000 papeletas de ventaja sobre la segunda fuerza, Amaiur, aunque esta ha logrado un diputado más en la Comunidad Autónoma Vasca.
Amaiur obtiene seis representantes con el 23,66% de los sufragios, mientras PSE consigue cuatro escaños (21,94 por ciento), y PP tres diputados (17,94 por ciento). Por su parte, ni Ezker Anitza, con el 3,75 por ciento de los sufragios, ni UPyD con el 1,83 por ciento han obtenido representante en el Congreso de los Diputados.
En 2008, sin izquierda «abertzale»
En las anteriores elecciones generales el PSE logró nueve escaños en el País Vasco, el PNV seis y el PP tres. La izquierda «abertzale» no pudo presentarse.
Según estos primeros datos, los 18 diputados vascos se repartirían de la siguiente manera: 5 PNV y Amaiur y cuatro cada uno PSE y PP. El PNV es el más votado.
Ya había señalado en varias ocasiones Josu Erkoreka que la posibilidad de formar grupo parlamentario con Amaiur en caso de necesidad mutua quedaba «completamente descartada». El cabeza de lista al Congreso por Vizcaya dejaba, no en vano, la puerta abierta a «espacios de colaboración» pero mostraba su plena confianza y la de su partido en que la pronosticada fuga de votos hacia la formación abertzale no sería tal.
Es por eso por lo que de puertas para fuera, los nacionalistas habían proclamado más de una vez que en la formación no existía el miedo a los resultados vaticinados por las encuestas y que preveían que Amaiur entraría pisando fuerte en el Congreso de los Diputados. «Los modelos políticos son muy distintos» y «no habrá fuga de votos» han sido algunas de las consignas reiteradas por el partido de Íñigo Urkullu en respuesta a la para ellos «hipotética» amenaza abertzale. Dentro del partido, sin embargo, el avance de Amaiur ya era un hecho para los nacionalistas, y así lo había dejado entrever su líder cuando reconoció la posibilidad de que los abertzales arrebataran hoy a su partido la «hegemonía nacionalista».
El PNV celebrará en poco más de un mes su Asamblea General
La derrota de la formación que lidera Íñigo Urkullu llega, además, en un momento especialmente delicado para el PNV. En poco más de un mes, los nacionalistas tendrán que celebrar la Asamblea General que redefinirá su estrategia política y conformará su nueva ejecutiva como paso previo a la elección del próximo candidato a lendakari vasco a las autonómicas de 2013.
Años difíciles para el PNV
Sobre todo en los últimos cuatro años los nacionalistas se habían convertido en el clavo al que el ya caduco presidente podía agarrarse a la hora de salvar algunas de las medidas más impopulares del Ejecutivo socialista, como la aprobación de los Presupuestos Generales o el controvertido «pensionazo» que el jefe del Ejecutivo sacó adelante gracias a Coalición Canaria y PNV.
El primer revés fue el presagio de una debacle anunciada
Este primer revés fue quizás el anuncio de una debacle anunciada para el PNV. El siguiente golpe, un año después, se produjo cuando el pacto PP-PSOE permitió a Patxi López terminar con casi treinta años ininterrumpidos de gobierno vasco por parte del PNV. «Señor Zapatero, compartiré el fracaso con usted» es, en efecto, la frase que, aunque pronunciada por Erkoreka hace ya cuatro años, define el también cambio de rumbo que comienza hoy para los nacionalistas.




