La nueva película protagonizada por Miguel Herrán y Arón Piper de la que todo el mundo hablará este otoño
La película, creada por Plano a Plano, está inspirada en una historia real que se ha recreado con la máxima atención a cada detalle. El resultado es una obra maestra que no dejará indiferente al espectador
El 10 de octubre se estrenará en cines La Tregua, la nueva película dirigida por Miguel Ángel Vivas, creada por Plano a Plano y protagonizada por Miguel Herrán y Arón Piper. Inspirada en una historia real, nos presenta a Reyes y Salgado, dos presos en un gulag de la estepa rusa durante la Segunda Guerra Mundial.
Si bien fueron militares de los bandos enfrentados en la Guerra Civil española, ahora se verán obligados a dejar a un lado sus ideologías y compartir horrores y esperanzas, descubriendo a la persona que se oculta bajo el uniforme. He aquí cinco razones para no perderte este largometraje que hace méritos para convertirse en película de culto.
1.- El talento y la química del elenco
No es la primera vez que Miguel Herrán (ganador del Goya a mejor actor revelación por A cambio de nada) y Arón Piper (El Correo) coinciden como protagonistas en una producción, pues ya lo hicieron en la exitosa serie de Netflix Élite. Quizá sea esa la razón por la que ambos derrochan química en La Tregua, o tal vez porque ambos han hecho un trabajo magistral a la hora de interpretar al teniente Salgado (Herrán) y al capitán Reyes (Piper), quienes acercan posturas que a priori parecían irreconciliables empujados por los horrores que viven entre las alambradas del gulag.
A ellos se unen en el reparto Javier Pereira, ganador del Goya a mejor actor revelación por Stockholm; Fernando Valdvielso (La deuda); Alejandro Jato (Superestar); Federico Pérez-Rey (As bestas); José Pastor (Cerdita); Manel Llunell (Malnazidos) y Diego Montejo (Los Muértimer), entre otros. Con todo, una sucesión de interpretaciones que no dejarán indiferente, cautivando al espectador a través del doble diálogo que ofrece la película: el que se dice con palabras y el que se comunica con la mirada, desvelando el mundo interior de cada personaje en un momento tan crítico de sus vidas.
2.- El trasfondo histórico y social de la película
La Tregua nos lleva a Kazajistán en 1941, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial. Por aquel entonces, el país formaba parte de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), siendo un territorio repleto de campos de trabajo forzado donde se apresaba a todos aquellos contrarios al régimen soviético, ya fueran presos comunes, soldados, ciudadanos de a pie o políticos de la oposición. La independencia del país llegaría en 1991, siendo además la última república soviética en desvincularse de la URSS, apenas unos días antes de su disolución oficial.
Así, la película tiene lugar en un gulag, nombre por el que se conoce a los campos de trabajo forzado gestionados por la Unión Soviética y que responde al acrónimo ruso de “Dirección General de Campos”. Eran territorios de represión y había diferentes tipos, desde los de trabajo forzado a los de castigo, pasando por otros destinados a mujeres y niños.
El largometraje recrea de manera fiel y cruda los horrores que se vivieron en estos campos de trabajo forzado con un rigor histórico y una técnica narrativa magistrales, consiguiendo que el contexto tome un papel protagonista en la historia en lugar de ser un mero accesorio.
3.- El relato de una historia real
La película está inspirada en testimonios reales de supervivientes: Reyes y Salgado son personajes inspirados en múltiples testimonios que condensan muchas vidas y experiencias y documentadas por el equipo de guion. Su encuentro en un gulag de Kazajistán en 1941 representa, con rigor y emoción, lo que tantos vivieron. ¿El desenlace? Sin destripes: el espectador deberá descubrirlo.
4.- Una reflexión necesaria en los tiempos que corren
La historia se emplaza en un contexto histórico y social convulso que, si bien tuvo lugar años atrás, pone el foco en algo que no suena tan lejano: la necesidad e importancia de dejar a un lado las ideologías y descubrir que una persona es mucho más que el uniforme que viste o el bando que defiende. No en vano, Reyes y Salgado combatieron en los lados opuestos de la Guerra Civil española, pero al encontrarse en el gulag compartieron el frío, el hambre, el miedo, la desesperanza… y el deseo de volver a casa. Ante un destino incierto y unas adversidades acuciantes, no les quedará más remedio que acercar posturas si quieren sobrevivir.
Esta moraleja resuena especialmente en la sociedad actual, en el marco de acontecimientos convulsos, siendo una llamada a alejarnos de los discursos de odio y mirar la escala de grises que se extiende entre el blanco y el negro.
5.- El mérito de los decorados, el vestuario, la caracterización y la banda sonora
La Tregua tiene todos los elementos necesarios para dejar huella. Además de narrar una historia real a través de un elenco que derrocha talento, cada detalle narrativo y técnico se ha cuidado para remar en favor del todo. La caracterización de los personajes es impecable, como también los vestuarios y los decorados.
Tanto es así que la película actúa como viaje en el tiempo y el espacio, el frío cala más allá de la pantalla y casi puedes sentir el dolor de cada herida en el rostro de los protagonistas. Como guinda del pastel, la banda sonora ensalza las emociones y recrea una atmósfera inmersiva que te mantendrá atrapado hasta que aparezcan los créditos finales.





