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Jetafe está casi en las antípodas de Getafe. Geográfica y ortográficamente. Esta pequeña localidad del archipiélago filipino (concretamente, en el norte de la isla Bohol) se encuentra a más de 12.000 kilómetros del centro de la Península Ibérica. Una distancia que no impidió que esta casualidad llegara a oídos del Ayuntamiento de Getafe en 1990.
El 16 de noviembre de ese año, ambos ayuntamientos decidieron hermanarse. Según explica un artículo del Diario ABC del 28 de noviembre de 1990, en el momento del hermanamiento, la expedición no tuvo mucho éxito. Acudieron tres concejales de diferentes partidos: José Luis Rivas (Partido Socialista), Ángel Adeva (Izquierda Unida) y Mercedes Alcalá (Centro Democrático y Social). Faltó Jesús Esteban, portavoz del Partido Popular, que parecía dispuesto a formar parte de la aventura cuando en el último momento acabó arremetiendo contra la iniciativa. Los concejales afirmaron que «seguramente, los problemas internos que tenía su partido le impedieron ir al viaje».
Sevilla, Valencia y Antequera también tienen ciudades homónimas en Bohol
Eso sí, el día que estuvieron allí, los ediles aprovecharon para pedir al Consistorio getafense la creación de una nueva biblioteca, ya que la que había anteriormente fue destruida por el tifón «Mike». Además, hicieron gala de su iniciativa y animaron a los ayuntamientos de Sevilla, Valencia y Antequera a que se hermanasen con sus ciudades homónimas existentes en Bohol.
Demografía de Jetafe
Según el censo del año 2000, este municipio se divide en 24 barrios y cuenta con una población de 26.826 habitantes repartidos en 4.694 viviendas. Las principales actividades económicas de las que se nutre este pueblo filipino son la pesca y la agricultura. Aunque la diferencia que más salta a la vista es el mar si comparamos Jetafe con una ciudad en la que «vaya, vaya, no hay playa».
La pregunta que ronda muchas cabezas es si alguna vez la diferencia ortográfica ha provocado un error con cierta repercusión. La anécdota más llamativa la protagonizó la sucursal del banco Santander situada en la calle Rosa de Luxemburgo de Getafe al firmar una carta en la que aparecía la dirección del banco y la palabra «Jetafe» escrita en lugar de «Getafe». La misiva iba dirigida a una clienta que no recibió el sobre hasta que no se corrigió el error. Un cartero muy preciso, sin duda.
La parte positiva es que si algún getafense comete un fallo así de «garrafal» siempre puede deshacer el entuerto aduciendo que pretendía potenciar el hermanamiento entre Getafe y Jetafe. Una excusa original donde las haya, diseñada específicamente para los ciudadanos de la villa del lazo.