Dacia es una marca de excelente rédito comercial para Renault. Modelos robustos y sencillos, equipados con tecnologías sobradamente probadas, a precios sumamente competitivos para gente que, ante todo, privilegia la tarifa de compra y que rehúsa complicaciones cuando la idea pasa por ir de un sitio a otro, sin más.
En esa línea llegó el utilitario Sandero en 2008, modelo de 5 puertas que acaba de ser profundamente actualizado para debutar en los comercios de la firma rumana a mediados de noviembre.
Los cambios, sobre todo estéticos, son internos y externos, con suficiente entidad para otorgar una modificada imagen que lo hacen parecer un coche casi nuevo, sobre todo a ojos de los menos avezados. Como sucede en el sedán compacto Logan, el Sandero adopta un nuevo frontal, muy en la línea del visto en los también Dacia Duster y Lodgy, con nuevos faros, proyectores antiniebla, parrilla, paragolpes y entradas de aire, capó y hasta aletas. De igual modo, recibe nuevos tonos de carrocería y juegos de tapacubos y llantas.
La zaga luce una impronta más suave a partir de la adopción de pilotos más envolventes y redondeados, en todo caso de tamaño inferior a los de su antecesor. Ya en el interior, el nuevo Sandero se beneficia de un inédito salpicadero, además de forros, tapizados y revestimientos rectificados.
Aún no se sabe si el elenco mecánico recibe cambios, pero sí parece probable la inclusión en la nueva gama, siquiera de forma opcional, de dispositivos como el sistema de navegación hace poco estrenado en el Lodgy, extensible al Logan y dotado, entre otros, de display táctil a color, Bluetooth y puertos USB y Aux-in para conectar iPod o MP3. El control/limitador de velocidad también podría llegar al nuevo Sandero.













